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Historia de la Guerra de los Siete Años

Historia de la Guerra de los Siete Años
Dominio Público

Historia de la Guerra de los Siete Años

La Guerra de los Siete Años (1756 – 1763), fue una confrontación internacional entre las grandes potencias europeas de Gran Bretaña y Francia. En primera medida, el conflicto se produjo debido al deseo de la reina María Teresa de Austria de la casa de los Habsburgo de recuperar Silesia, territorio que estaba en manos de Prusia desde 1748. Otro de los motivos que desató la guerra fue el enfrentamiento entre Francia y Gran Bretaña entre 1754 y 1755, por la constitución de un imperio colonial en la India y en América del Norte. Ciertamente la rivalidad estaba motivada por cual potencia tendría la supremacía colonial en el mundo.

Simultáneamente, la emergente Prusia confrontó a Austria por el control interno y externo del Sacro Imperio Romano Germánico en la Europa Central. En 1756 las grandes potencias modificaron sus alianzas; Prusia pactó una alianza con Gran Bretaña, mientras tanto Francia y Austria dejaron su rivalidad para crear una alianza tras la firma del Tratado de Versalles. En ese sentido, en el momento en que estalló la Guerra de los Siete Años Inglaterra, Prusia y Portugal se unieron contra Francia, Austria y España. Francia se unió a este bando en 1761 motivados por los constantes ataque que Inglaterra les propinaba a sus embarcaciones.

En el año 1756, sin previa declaración de guerra, el ejército prusiano, asustado por algún ataque, decidió invadir y ocupar Sajonia; luego penetró en Bohemia, pero fue vencido por los austríacos en la batalla de Kolín; que tuvo desarrollo el 18 de junio de 1757, las fuerzas de 32000 prusianos dirigidos por Federico El Grande no pudieron imponerse contra las de Leopold Joseph von Daun que comandaba 44000 austriacos. Federico para salvar los hombres que aún quedaban con vida ordenó la retirada. Para ese momento, el gobierno inglés no se encuentra en las mejores situaciones como consecuencia de la derrota ante Francia años atrás.

Guillermo Pitt, integrante del gobierno inglés, acude a Prusia para concentrar su fuerza bélica en el mar. Para el segundo año de guerra, los austríacos y los franceses, lograron ciertas victorias. Ante esta situación Federico II cambió la estrategia obteniendo una serie de victorias, y colocando la balanza más equilibrada. La primera victoria fue asestada en la batalla de Rossbach, el 5 de noviembre de 1757, las fuerzas aliadas de Francia y el Sacro Imperio Romano Germánico fueron derrotadas. A pesar de que su plan de batalla fue muy bueno, pero las tropas de Federico siendo inferiores lograron dar un duro golpe a la caballería enemiga, obligándolos a dispersarse, luego de ello atacaron ferozmente.

Posteriormente, un mes después, se desarrolló la batalla de Leuthen entre Prusia y Austria. Las fuerzas prusianas ingresaron al pueblo de Borne donde había una formación austriaca que lograron rápidamente atacar y dispersar. Continuar en linea hacia la formación austriaca y con una maniobra de engaño lograron los prusianos sorprender. Aunque el general austriaco Nadasti ordenó atacar la caballería prusiana, no pudo evitar que el ala izquierda imperial fuera derrotada.

Las potencias de Rusia y Austria se unieron para mermar las fuerzas de Prusia, así que, se unieron en la batalla de Kunersdorf en 1759. La alianza fue exitosa: derrotaron a las tropas prusianas en Kunersdorf (12 de agosto de 1759), y ocuparon Berlín. Sin embargo, esta derrota para los aliados no representó un gran triunfo porque seguían agotados y carecían de unidad de mando; situación que Federico utilizó para rehacer sus fuerzas y obtener, posteriormente, dos triunfos sobre los austriacos: Liegnitz (Silesia) y Torgau (Sajonia).

Realmente la alianza entre Francia y España, gracias al Tercer Pacto de Familia en 1761, se dio por varios motivos, pero el motivo más importante de España para apoyar a Francia era que si estos eran derrotados el equilibrio americano colonial iba a ser desvalijado. Infortunadamente no lograron impedirlo, ambos países cayeron derrotados tras la declaración de guerra a España, Pitt comandó la toma británica a Florida, La Habana y Manila en 1762, aunque los españoles lograron la conquista de la Colonia de Sacramento.

El duque Choiseul, el marqués de Grimaldi y el duque de Bedford, pactaron la firma de la paz que quedó aprobada por medio del Tratado de Hubertsburg, el 15 de febrero de 1763. A pesar de la inconformidad de William Pitt que pretendía mantener vigente el conflicto hasta lograr la eliminación de las fuerzas francesas. Ahora bien, el pacto mantenía el statu quo en Alemania, confirmando a Prusia como gran potencia. Por otra parte, Francia quedó privada de la mayor parte de su imperio, en especial Canadá y la India, en control de los británicos que lo utilizaron para comerciar peces y pieles. Al mismo tiempo, los españoles perdieron los privilegios comerciales de la Florida, pero se quedaron con La Luisiana.

Definitivamente Francia fue la gran perdedora de esta Guerra, conservó algunas posesiones en la India, el derecho de navegación del río Mississippi y también el de pesca sobre Terranova. Obtuvo la Florida en Estados Unidos, y algunas islas como la de Gorée, San Pedro, Miquelón, Guadalupe y Martinica. Como consecuencia inesperada de esta guerra, en una actitud de venganza, Francia y España apoyarán la independencia de las colonias inglesas de Norteamérica.

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