Gilbert Keith Chesterton (29 de mayo de 1874 – 14 de junio de 1936) crítico, novelista y poeta, más conocido como G. K. Chesterton. Nació en Campden Hill, Londres, Reino Unido. Su padre era un agente inmobiliario protestante, para él era muy importante educar a su hijo en los caminos del protestantismo y brindarle la mejor educación, por ello, decidió enviarlo desde muy pequeño a la prestigiosa St. Paul School y luego a la Slade School of Art; lo que provocó que pasara muy poco tiempo junto a su familia y desarrollara una personalidad independiente y desapegada.
Luego de graduarse estudió Dibujo y Pintura en la Slade School of Art, y Literatura en el London University College, pero ninguna de estas carreras fue terminada. Así que, se dedicó totalmente al periodismo y llegó a editar su propio semanario, G.Ks Weekly. Su primera obra se trató de la colección de poemas titulada Greybeards at play.
Aunque para su padre el hecho de que su hijo siguiera en los caminos de la religión protestante era muy importante, Gilbert desde joven se sintió atraído por el catolicismo, y al conocer a su amigo el poeta Hilaire Belloc, aumentó su gusto ya que Belloc le enseñaba sobre la religión católica. Por ello, en 1922 abandonó el protestantismo en una ceremonia oficiada por su amigo el padre O´Connor, y se bautizó como católico. Esto terminó abriendo un conflicto familiar y desde ese momento la relación padre e hijo fue negativa.
Chesterton emprendió su camino en el mundo de la escritura, escribió la poesía El caballero salvaje (1900) y realizó varios estudios literarios sobre las obras de Robert Browning, Dickens o Bernard Shaw, entre 1903 y 1909. Tiempo después, Chesterton se inclinó por la narrativa detectivesca, escribió El hombre que fue Jueves, una de sus obras maestras, publicada en el año 1908. Años después, salieron a la luz las series del padre Brown, inauguradas por El candor del padre Brown, estas fueron traducidas rápidamente al castellano por A. Reyes, y consolidaron su fama.
Sus obras ya mostraban el uso de la ironía y del juego como motor de la narración. Algunos relatos del padre Brown siguen la línea de Arthur Conan Doyle, mientras que otros inauguraron la tradición de detectives que especulan sobre la conducta humana a través de fuentes indirectas. Tiempo después estas historias sirvieron de inspiración para las obras de Adolfo Bioy Casares y Jorge Luis Borges, dos de los lectores más devotos que Chesterton ha tenido en el siglo XX. Su vida artística caminó entre la escritura y su desarrollo en la prensa, trabajó para el Daily News y The London Ilustrated News, durante treinta años.
Chesterton fue un escritor prolífico, multifacético, fue autor de ensayos, poemas, biografías, libros de viajes y novelas, uno de los mejores escritores del genero detectivesco, claro ejemplo de ello es su serie del Padre Brown, un peculiar párroco cuyas aventuras fueron conocidas a nivel mundial en su momento y que han sido llevadas al cine y la televisión. Su vida y sus escritos causaron mucha controversia, especialmente porque fueron testigo de sus vacilaciones religiosas, empezó escribiendo como protestante, luego tuvo un periodo donde la duda e incertidumbre, le convirtió en agnóstico y le acercó al ocultismo, y por último se mostró como un ferviente católico.
Esto también le ocasionó diversos conflictos matrimoniales con Frances Blogg, con quien se casó por la iglesia protestante en 1901. Por un tiempo, fue la responsable de brindarle la estabilidad emocional que tanto necesitó para normalizar su desorden existencial. Cuando inició en el catolicismo escribió una serie de ensayos y publicaciones como la biografía de San Francisco de Asís que publicó en 1923 y, El hombre eterno, en 1925, que comparte la concepción cristiana de la historia. Estos escritos tuvieron bastante éxito, Chesterton entonces decidió a petición de sus editores, escribir una biografía de Santo Tomás de Aquino, fue considerada la mejor biografía sobre este personaje.
Una de sus novelas más famosas fue El Napoleón de Notting Hill, escrita en 1904, su primera obra de ficción, esta posee una fuerte crítica social. En este época, también fue el responsable de la creación de dos obras insertadas en la literatura religiosa: Ortodoxia, fervoroso elogio de la vida cristiana, y un año después La esfera y la cruz. Como podemos observar la carrera literaria de Chesterton encerró diversas materias. En estos relatos mostró su habilidad en el manejo lingüístico, haciendo uso de su gran imaginación y comicidad, creando tramas de carácter crítico y un fuerte sentido alegórico. Es cierto que Chesterton es más conocido por la serie del Padre Brown que integra los siguientes títulos: El Candor Del Padre Brown (1911), La Sabiduría Del Padre Brown (1914), La Incredulidad Del Padre Brown (1926), El Secreto Del Padre Brown (1927) y El Escándalo Del Padre Brown (1935).
Debido a su gran obra y a su influencia artística, fue nombrado Doctor Honoris Causa por las universidades de Edimburgo, Dublín y Notre Dame, y recibió el título de Caballero de la Orden de San Gregorio el Grande, debido a sus obras religiosas que fueron fundamentales para el crecimiento de la doctrina católica. A su muerte, ocurrida el 14 de junio de 1936, el Papa Pío XI le concedió el título de Defensor Fidei.