Georges Clemenceau (28 de septiembre de 1841 – 24 de noviembre de 1929) médico, periodista y político. Nació en Mouilleron-en-Pareds, Loira, París. Fue uno de los hombres más influyentes de la política francesa de finales del siglo XIX. Creció en una familia humilde. La influencia anticlerical y progresista de su padre, Benjamin, le permitieron conocer los ideales de la Ilustración y de la Revolución Francesa. A los doce años ingresó en el Liceo de Nantes. Durante su época de estudiante conoció a hombres notables del republicanismo radical, como el gran historiador Jules Michelet.
En 1861 estudió medicina en París. Allí se unió a los jóvenes republicanos de la asociación vanguardista Agis comme tu penses. Junto a algunos de sus compañeros fundó el boletín Le Travail. Tuvo varios problemas con las autoridades luego de publicar un folleto en conmemoración al aniversario de la Revolución de 1848. Luego, fundó un nuevo periódico, Le Matin, que fue clausurado al poco tiempo.
Se trasladó a Estados Unidos, en pleno fragor de la Guerra de Secesión. Durante los siguientes cuatro años se introdujo en los círculos políticos e intelectuales progresistas y quedó fascinado por la libertad de expresión; bandera de la democracia americana. Trabajó como corresponsal de guerra para el periódico Paris Temps y, al acabar la contienda, se empleó como profesor de francés y equitación en un colegio para señoritas en Stamford (Connecticut). Una de sus alumnos se volvió su esposa: Mary Plummer, con la que tendría tres hijos.
Pocos días después de su boda se trasladó a Francia y ejerció su carrera como médico en La Vendée. En julio de 1870 Napoleón III declaró la guerra a la Prusia del canciller Bismarck
En 1876, su elocuencia y su astucia política tuvieron frutos, además le convirtieron en el principal portavoz de la facción radical. Al poco tiempo, lideró la oposición parlamentaria contra el intento del presidente Patrice MacMahon de sustraer al gobierno de su responsabilidad ante la cámara de representantes.
La Justice, fue el periódico que inauguró y se convirtió en el órgano principal de los radicales. Clemenceau desarrolló una oposición implacable a la gestión de los sucesivos gobiernos. Basó su oposición en los ataques contra la política colonial en África y Asia, que consideraba contraproducente para el desarrollo interior del país. En 1885 derribó el gobierno de Jules Ferry.
Clemenceau hizo del general Georges Boulanger boulangerismo el nuevo blanco de sus ataques. Para anular su influencia, formó la Liga de los Derechos Humanos a fin de promover reformas sociales de índole progresista. Posteriormente, las acusaciones vertidas contra él dañaron su prestigio, y en las elecciones de 1893, a pesar de realizar una brillante campaña, fue derrotado.
Clemenceau inició un nuevo rumbo en el periodismo. Esta actividad le permitió desplegar sus excelentes dotes para el análisis político, su vasta cultura y su cercanía con intelectuales de la época tales como, Jean-François Rafaëlli, Auguste Rodin y Claude Monet, para quien organizó una gran exposición en las Tullerías tras la Primera Guerra Mundial. Henri de Toulouse-Lautrec aportó las ilustraciones de su libro sobre la historia del pueblo hebreo, Al pie del Sinaí. En 1902 dio un primer discurso ante la Cámara alta defendió con vigor las libertades de expresión y conciencia, así como la completa separación entre la Iglesia y el Estado, oponiéndose a la injerencia del Vaticano en los asuntos franceses y al monopolio estatal de la educación.
Luego de la disputa entre Francia y Alemania, originada al intentar el gobierno francés consolidar su supremacía sobre Marruecos, se dedicó a viajar por Sudamérica, donde impartió conferencias sobre la democracia. Volvió al senado y durante la Primera Guerra Mundial se centró en ganar la guerra. A pesar de sus esfuerzos por hinchar en el francés un espíritu de victoria, la prolongación de la guerra dejó al país abatido y en crisis. El pacifismo que adoptó la izquierda radical se convirtió en el nuevo blanco de los ataques de Clemenceau.
Clemenceau tenía entonces 76 años, cuando logró convencer a Gran Bretaña y Estados Unidos para establecer un mando unificado. Junto al primer ministro británico David Lloyd George y al presidente Wilson, fue uno de los protagonistas de la Conferencia de Paz de París (1919). De este modo, consiguió la devolución de Alsacia y Lorena, y el pago de exorbitantes reparaciones de guerra.
Abandonó la jefatura del Consejo de Ministros luego de perder las elecciones a la presidencia de la República. Ello significó su retiro de la vida política. Abandonó París y se mudó a vivir a Bel-Ebat, se dedicó a la lectura y a escribir sus últimas obras: Demóstenes y Au soir de la pensée. Sus Memorias: Grandeza y miseria de una victoria. Georges Clemenceau murió en su apartamento parisiense 24 de noviembre de 1929 a la edad de 88 años. Se le reconocieron honores por su esfuerzo que condujo a Francia al triunfo sobre las potencias del Eje, y desempeñó un papel esencial en las conversaciones de paz que concluyeron en el Tratado de Versalles, siendo una de las figuras más relevantes de la política francesa.