Antonio Berni nació en Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina, el 14 de mayo de 1905. Fue un reconocido pintor, grabador y muralista. Su padre era Napoleón Berni, un sastre de origen italiano que fue uno de los tantos inmigrantes europeos que se instalaron en la ciudad de Rosario, su madre era Margarita Picco, una argentina hija de inmigrantes también italianos. Así, el nacimiento de Antonio Berni, tuvo lugar en la calle España 288.
En 1918, Berni ingresó como aprendiz en el taller de vitrales Buxadera y Cía, donde recibió la enseñanza por parte de su fundador: N. Bruxadera, un artesano de origen catalán. Pero poco tiempo estuvo en este taller, debido a que entre 1914 y 1915, su padre volvió a Italia, motivo por el cual fue enviado a casa de sus abuelos en Roldán. A pesar de que Berni se alojó en Roldán, estudió pintura en el Centre Catalá de Rosario teniendo como maestros a Eugenio Fornells y Enrique Arian
A los 15 años, Antonio Berni expuso algunas de sus obras por primera vez, en el Salón Mari. La muestra constó de 17 óleos de paisajes suburbanos y estudio de flores, y expuso una vez más, tres años después, en 1923, pero esa ocasión en la Galería Witcomb de Buenos Aires.
Ya entonces recibió varios halagos de parte de los críticos a través de algunos artículos publicados en noviembre de 1923 en los diarios: “La Nación”
Después de su primera formación artística en su ciudad natal, aprovechó una serie de becas que ganó para continuar con su aprendizaje en Europa. Así, retornó a la Argentina en la década de 1930, época en la que descubrió y fue influido por otros dos movimientos: el surrealismo y el muralismo mexicano. Este primero, fue de gran relevancia en la vida de Antonio Berni, lo que llevó a que declarara que el surrealismo “es una visión nueva del arte y del mundo, la corriente que representa a toda una juventud, su estado de ánimo, su situación interna, después de terminada la Primera Guerra Mundial. Era un movimiento dinámico y realmente representativo”.
Sin embargo, cabe aclarar que Berni en su pintura surrealista no perteneció, ni al automatismo de Miró, ni al onirismo de Dalí. Realmente lo que hizo fue tomar la pintura de De Chirico y darle un estilo propio. “La Torre Eiffel en la Pampa”, de 1930 es un ejemplo de ello.
Por entonces, después del golpe de Estado de 1930, ya casado y con una hija regresó a su natal Argentina. Al regresar, vivió por unos meses en una chacra de la provincia de Santa Fe, para luego instalarse en Rosario y trabajar como empleado municipal. Entonces tomó parte activa de la vida cultural de la ciudad, organizando la Mutualidad de Estudiantes y Artistas Plásticos
Luego, su interés por la realidad del país le hizo replantear su rumbo en la pintura, lo que conllevó a que se alejara de la dimensión fantástica y se acercara a una pintura de carácter más realista, vinculándose así a una defensa de las clases sociales más desfavorecidas.
De esta manera, en compañía de Juan Carlos Castagnino, Enrique Policastro y Carlos Giambaggi; Antonio Berni fundó el “Nuevo Realismo”, y realizó una colaboración con David Alfaro Siqueiros, el gran muralista mexicano en un mural ubicado en la casa de Natalio Botana.
Berni, experimentó con diferentes técnicas, soportes, materiales y fue el creador de los xilo-collages-relieves. Es tal la magnitud y la potencia de la influencia de Antonio Berni que hasta es posible entender el origen del arte contemporáneo argentino a través de sus “personajes” Juanito Laguna y Ramona Montiel, que expresaron increíblemente su preocupación por los excluidos y los marginales del Sistema.
Sus obras, hicieron una exploración por todos los estilos artísticos, y con cada uno de ellos supo sortearlos con excelencia y singularidad. Dichas obras poseen nombres como: Desocupados, Manifestación, Ramona y la Adivina, Autorretrato.
Berni, dio su último aliento de vida en la ciudad de Buenos Aires, el 13 de octubre de 1981, dejando como legado su gran obra y su modo de concebir un arte no alejado del compromiso social que hicieron de él un símbolo imperecedero de la búsqueda trascendental de un mundo más justo, solidario y equitativo.
Unos días antes de su muerte, Berni en una entrevista declaró:
“El arte es una respuesta a la vida. Ser artista es emprender una manera riesgosa de vivir, es adoptar una de las mayores formas de libertad, es no hacer concesiones. En cuanto a la pintura, es una forma de amor, de transmitir los años en arte.” Antonio Berni
Un año posterior a su muerte, la Fundación Konex le entregó, en su primera edición de los Premios Konex dedicados a las Artes Visuales, el Konex de Honor.