Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo y Ordaz, más conocido por su seudónimo artístico Amado Nervo, nació en Tepic, Jalisco (hoy en día Nayarit), México, el 27 de agosto de 1870 y murió en Montevideo, Uruguay, el 24 de mayo de 1919. Fue un escritor mexicano considerado como modernista y cuyo trabajo se inscribió tanto en el género narrativo como en el lírico y el ensayístico, quien además fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.
Hijo de Amado Nervo y Maldonado y de Juana Ordaz y Núñez, nació con el nombre de Juan Crisóstomo aunque, en un principio, su padre quería llamarlo Amado Nervo para que su apellido fuera más sencillo de pronunciar y de escribir. Tras nueve años de vida familiar no exenta de algunos problemas, el padre de Amado murió, lo que significó una época difícil económicamente para la familia, a la que sumaría después el suicidio de su hermano Luis. No obstante, Amado Nervo pudo estudiar en el estado de Michoacán, primero en el Colegio de San Luis Gonzaga ubicado en la ciudad de Jacona y más tarde en la ciudad de Zamora, en donde cursó filosofía, ciencias y un año de leyes en un seminario, debido a que tuvo que retirarse en 1891 por la mala situación económica. Por esta misma causa, Amado hubo de emplearse en Tepic y más tarde en Mazatlán para un despacho de abogados mientras escribía para El Correo de la Tarde
Sin embargo, poco a poco, Amado Nervo comenzaría a hacer reconocido en el medio literario, por lo que se trasladó a Ciudad de México para 1894 y comenzó a colaborar para Manuel Gutiérrez Nájera y su Revista Azul. En esta ciudad, entabló amistad con autores naciones como Tablada, Dávalos y Luis G. Urbina, además de conocer a importantes figuras de las letras internacionales como Campoamor, José Santos Chocano y Rubén Darío. Poco más tarde, Nervo entraría a redactar para El Mundo, El Nacional y El Universal, siendo parte integral del primero y siendo elegido para presidir la sección humorística llamada El Mundo Cómico, a la que él renombraría como sólo El Cómico. Sin embargo, el éxito literario no lo alcanzaría sino hasta la publicación de su primera novela, El Bachiller, en 1895 y de su antología poética titulada Perlas negras y místicas, en 1989. Dado que por aquella época la Revista Azul había dejado de publicar, fundó junto a Jesús Valenzuela la Revista Moderna como una sucesora de aquella en 1900. Ese mismo año, Amado Nero se embarcó a París para presencia la Exposición Universal como corresponsal de El Imparcial.
Estando en Europa, conocería a autores como Moreás, Valencia, Lugones, Catulle Mendès, Oscar Wilde y estrecharía su amistad con Rubén Darío; además de que conocería al amor de su vida, Ana Cecilia Luisa Daillez. Por aquel entonces, la creatividad de Amado Nero conocería sus mejores fechas, llevándolo a publicar Poemas