Aimé Bonpland (28 de agosto de 1773 – 10 de mayo de 1858) naturalista, médico y botánico. Nació en La Rochelle, Francia. Su nombre de nacimiento es Amadeo Jacques Alexandre Bonpland. Su padre fue médico y agricultor. Estudió medicina en París y luego participó en la expedición científica que acompañó a Humboldt a América del Sur, las experiencias de su viaje fueron recogidas en varios volúmenes. Resultado de ello es Viaje a las regiones equinocciales del nuevo continente (1813 y 1815).
Bonpland, se trasladó a la Argentina en el año de 1817. Allí se desempeñó como médico y botánico, agricultor e industrial. Tenía un gran gusto por las ciencias naturales, particularmente la botánica, y fue un gran seguidor de Jean-Baptiste de Lamarck, René Desfontaines y Antoine Laurent de Jussieu. Trabajó en el navío Ajax luego de estudiar cirugía naval, después abandonó su cargo y regresó a París. Ingreso al círculo de amigos del médico y profesor Jean-Nicolas Corvisart des Marets, el primer médico de Napoleón Bonaparte. Entre ellos figuraba el naturalista y viajero alemán Alexander von Humboldt, a quien tuvo la oportunidad de conocer y con quien construyó una gr an amistad. Bonpland le compartió sus conocimientos sobre anatomía comparada y botánica.
Juntos hicieron parte de la expedición científica a Egipto (1798-1801) organizada por Napoleón, pero no tuvo éxito. Recorrieron Francia y España para recolectar especímenes, piedras, plantas, o animales. Sus metas eran tan grandes que se propusieron darle la vuelta al mundo. Lamentablemente, una epidemia que se propagó les obligó a cambiar el rumbo y los científicos tuvieron que desembarcar en Cumaná, Venezuela. Estuvieron en diferentes zonas de Venezuela por más de cinco años. Luego, visitaron el Orinoco, el Perú, el Amazonas, México y la isla de Cuba.
El presidente Thomas Jefferson los invitó a su país. Por lo anterior, los círculos científicos europeos los referenciaron muy bien. Entregaron al Museo de París cuarenta y cinco cajones con unos 60.000 ejemplares de plantas herborizadas de géneros y especies desconocidas por la ciencia. El mismo Humboldt señaló que ese enorme herbario había sido hecho por Bonpland. Por ello, en el año de 1805, se le asignó a Bonpland una pensión anual de tres mil francos. La emperatriz Josefina Bonaparte le encargó la siembra y el cuidado de estas plantas en los invernaderos de sus jardines, y nombró a Bonpland intendente de la Malmaison, castillo situado en la población de Rueil.
En el año de 1815 apareció el primer tomo de la monumental obra Nuevos géneros y especies de plantas, cuya publicación tardó diez años. El volumen, de gran tamaño, recibió los elogios de dos grandes sabios de la época, Gay-Lussac y François Arago. Asimismo, de patriotas sudamericanos, tales como Bernardino Rivadavia y Simón Bolívar. Se dice que apoyo la emancipación de la América española brindando “pequeños servicios” a la causa independentista. Los siguientes años de su vida estuvo en estas zonas, junto a su esposa Adelaine y su hija Emma, especialmente en La Plata.
Bonpland encontró plantas de yerba mate que habían llevado los sacerdotes jesuitas en la isla Martín García. Éste fue el primer contacto de Bonpland con el llamado “té del Paraguay”. Luego, la yerba mate y su cultivo, serian uno de sus intereses. Bonpland tenía grandes proyectos: hacer un jardín botánico, reorganizar el Museo de Historia Natural, estudiar la naturaleza de todo el territorio, viajó hasta Areco y Chascomús, sin recibir ayuda por parte del gobierno.
En la República de Entre Ríos fundó un establecimiento agrícola para dedicarse al cultivo de la yerba mate. Consolidó también una colonia agrícola con un grupo de peones indígenas. Bonpland, fue herido de un sablazo en la cabeza y luego atado con cadenas y llevado preso a la otra orilla del río, las causas del ataque fueron en represalia por su cercanía con los caudillos artiguistas. Luego, se marchó al departamento de Misiones, hablaba guaraní con sus pacientes, cultivaba la tierra, y vendía miel. Pasaron nueve años hasta que logró abandonar el territorio paraguayo. En estas tierras había conseguido una esposa con quien tuvo tres hijos: Carmen, Amado y Anastasio.
Al regresar a su país recibió una pensión vitalicia y la Cruz de la Legión de Honor. La Academia de París lo nombró académico. El rey de Prusia lo designó caballero de la orden real del Águila Roja. El gobernador de Corrientes, Juan José Pujol, le asignó el cargo de director del Museo de Historia Natural de la capital provincial. Falleció el 11 de mayo de 1858. Dejó para la posteridad un herbario con unas 30.000 especies, diversos tratados de botánica y doce volúmenes de la obra Viaje a las regiones equinocciales del nuevo continente.