Arte
Pieter Brueghel el Viejo
Biografía de Pieter Brueghel el Viejo
Pieter Brueghel, El Viejo, (1525 – 1569) pintor y grabador. Nació en Broghel, cerca de Breda, Países Bajos. Fue el hijo mayor de una familia de artistas que fueron conocidos hasta bien entrado el siglo XVII. Sus padres lo apoyaron para que iniciara su aprendizaje en el taller de Pieter Coecke, en este taller no solo aprendió todo lo correspondiente al arte sino que se casó años más tarde con la hija de Coecke. Luego de la boda, se trasladaron a Bruselas, concretamente, en 1569. De esta unión nacieron: Pieter el Joven y Jan, fueron también reconocidos pintores. Brueghel trabajó para el grabador J. Cock. Posteriormente, visitó Italia, realizó en Amberes algunos dibujos, lo que le dio el privilegio de ingresar al gremio de pintores de este lugar. Fue considerado un hombre muy culto.
Las obras de este pintor son fiel relato de la situación social del momento, sin duda, turbulenta, un periodo de transición entre la Edad Media y los comienzos de la Edad Moderna. Esta época se caracterizó por las sucesivas plagas y epidemias. A esto se añadía, además, las guerras de religión o poder y la transformación social a raíz de la exploración del Nuevo Mundo. Todos estos sucesos radicales fueron inspiración y permearon la óptica artística del Pieter. Por ejemplo, sus obras se han interpretado de diferentes maneras los conflictos entre catolicismo y protestantismo.
Entre sus obras también se referencia una crítica burlesca a la patética vida del ser humano: la locura y la enfermedad. En este sentido, La parábola de los ciegos es un óleo sobre tabla en donde el artista expresa una visión crítica, burlesca, similar a la de los proverbios y refranes populares que de modo similar inspiraban a El Bosco. Esta obra es realizada tomando como base un dicho bíblico presente en el libro de Mateo.
En su obra, los siete pecados capitales (1556), refleja una fascinante reflexión sobre los males que suceden a los que ignoran los principios de la sabiduría. Sin embargo, el artista dignifica al hombre cuando labora. Por otro lado, muchas de sus obras se inspiraron en el folklore y en la tradición oral flamenca, así como en la cultura campesina de su país. Un ejemplo claro de ello, La cosecha del heno (1565), esta obra fue lograda gracias a su aguda observación de la naturaleza humana, que le permitió captar el ingenio omnipresente y la vitalidad de los campesinos. En ese mismo año realizó La cosecha y el Regreso del ganado (1565).
Este importante pintor mostró un interés por la vida en el campo como tema del arte. También se encuentran obras de escenas campestres cortesanas. Representó a las damas y caballeros que cazan, bailan y se ocupan en juegos de sociedad, campesinos trabajando, leñadores y viñadores. Esto lo catapultó sin dudarlo como uno de los mejores pintores de paisajes, donde logra integrar la figura humana empequeñecida perfectamente. Su visión de la naturaleza, fue descrita por otros artistas como una visión cotidiana.
Este hombre a lo largo de su carrera logró ser el fundador de la escuela paisajista flamenca. Una de las innovaciones fue el alejamiento de la visión alemana y veneciana del paisaje, donde la naturaleza era en muchos casos fantástica, y sin referencia con las figuras. Por el contrario para Brueghel el paisaje era algo conocido y real, donde se narran, la mayoría de veces, hechos cotidianos y concretos. Para ilustrar, podemos mencionar algunas de las obras resultado de la escuela paisajista flamenca: Los cazadores en la nieve (1565), Paisaje de invierno con trampa para pájaros (1565), Juegos infantiles (1560), entre otros.
El arte de Brueghel hace parte de la última etapa del desarrollo de una larga tradición pictórica flamenca que comenzó con Jan van Eyck en el siglo XV. Gracias a esta tradición se transformó la estilización del arte medieval en una expresión más realista del mundo. Brueghel pintó la vida cotidiana de los campesinos holandeses, juegos infantiles y episodios de la Biblia, trasladados a los paisajes y ciudades del norte de Europa de su época. En suma, sus obras fueron realizadas con un amplio desarrollo, lleno de colores luminosos, con una extraordinaria vivacidad narrativa y un gran naturalismo.
El Triunfo de la Muerte (1562) es una de las obras más famosas de Brueghel. Es un óleo sobre tabla, con medidas de 117 cm de alto y 162 cm de ancho. Actualmente el óleo reposa en el Museo del Prado de Madrid. Esta obra tiene mucha relación con las obras de El Bosco, básicamente en su aspecto satírico y moralizante. La influencia del Bosco se percibe en la amplitud del cuadro, las múltiples escenas, realizadas con gran detalle, en las que se representa las distintas formas en que la muerte derrota a la vida. Aunque existe una diferencia fundamental, con El jardín de las delicias, las hordas de Brueghel están compuestas por esqueletos, no demonios, lo que sugiere una tendencia al ateísmo.
La obra mencionada anteriormente está ligada a las prácticas culturales realizadas por la población, en este caso la Danza de la Muerte. Nació entre la Edad Media y los comienzos de la Edad Moderna debido a las continuas epidemias que azotaban a la población. Esta práctica se fue popularizando tanto que sirvió de inspiración en la música, la literatura, y el teatro. Con esta visión y la visión panorámica y amplia del mundo Brueghel ilustró un aspecto esencial del pensamiento humanista.
Uno de los momentos en los que el estilo o la temática pictórica del artista cambió fue cuando realizó los encargos para Cock, estando en Italia. Tuvo la tarea de representar barcos, para ese momento estaba en auge este tipo de representaciones, por ende eran muy apreciadas. Los resultados de estos encargos fueron magníficos; el artista demostraba una vez más el dominio de la técnica pictórica y su experiencia con la luz y la perspectiva.
Como podemos observar, el flamenco dejaba el mundo de los seres satánicos, de locos y demonios para afrontar un nuevo estilo. Con ello logró no sólo la aprobación total de sus contemporáneos y futuras generaciones, en adición demostrar que no solo tenía talento para la pintura cómica. Como consecuencia, la vida social de Brueghel traspaso los límites del círculo intelectual, fue invitado especial a bodas campesinas, recibiendo el apodo de «Brueghel el Campesino» por su gusto por vestirse como un campesino para mezclarse en las bodas y otras celebraciones, esto le sirvió para obtener inspiración y detalles auténticos para sus pinturas.
Van Mander, conocido durante un buen periodo de su vida afirmaba que a Pieter le encantaba observar las costumbres de los campesinos, observar pequeños detalles como sus modales en la mesa, bailes, juegos, formas de cortejo. La intención era poder reproducir, con gran sensibilidad y humor, utilizando tanto la acuarela como al óleo la vida de los campesinos. En el momento de su muerte, el trabajo de Brueghel fue muy reconocido. Este gran pintor murió en Bruselas en septiembre de 1569; fue enterrado en la iglesia de Nuestra Señora de la Capilla en Bruselas. Uno de sus hijos se encargó de reproducir sus obras con gran calidad.