Biografía
Francisco Suárez
Nombre Completo | Francisco Suárez de Toledo Vázquez de Utiel y González de la Torre |
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Nacimiento | enero 5, 1548 |
Fallecimiento | septiembre 25, 1617 |
Ocupación | Filósofo, teólogo, jurista y polemista |
Apodo/Pseudónimos | Doctor Eximius |
Padres | Gaspar Suárez de Toledo y Antonia Vázquez de Utiel |
Alumnos | Leonardo Lesio |
Alumno de | Martín Gutiérrez. |
Biografía de Francisco Suárez
Francisco Suárez de Toledo Vázquez de Utiel y González de la Torre, (5 de enero de 1548- 25 de septiembre de 1617), también conocido como Doctor Eximius, fue un filósofo, teólogo, jurista y polemista jesuita español. Uno de los máximos representantes de la escolástica del siglo XVI; su padre era abogado. Estudió filosofía, teología y derecho en Salamanca y en 1572 se ordenó sacerdote en Segovia. Enseñó en Teología en Valladolid y en Roma y a su regreso a España, fue catedrático de teología en Alcalá de Henares, Salamanca y Coimbra. Por encargo del papa, en contra de Jacobo I de Inglaterra, escribió Defensa de la fe católica y apostólica contra los errores de la secta anglicana (1613). Criticado por su supuesto antitomismo, como teólogo, participó en la disputa de auxiliis sobre el libre al albedrío y la gracia divina. Sus posiciones jurídicas y teología son inseparables de su sistema filosófico, expresado en su obra más notable Disputaciones metafísicas (1597). También se destacan sus obras Sobre el alma, De Incarnatione y De sacramentis.
Vida
Nacido en Granada en 1548, sus padres fueron el abogado Gaspar Suárez de Toledo y Antonia Vázquez de Utiel. Siguiendo la tradición paterna, tras terminar sus primeros estudios, se trasladó a Salamanca para estudiar leyes. En 1561 se inscribió en la Universidad de Salamantina, pero al escuchar la ardiente predicación del jesuita P. Juan Ramírez en 1564, decidió cambiar de rumbo. Ese mismo año, no sin ciertas resistencia, fue admitido como novicio en Medina del Campo. Continuó hasta el año 1570, sus estudios en el colegio de la Orden, completando así su formación en filosofía, teología y derecho; fue discípulo del padre jesuita Martín Gutiérrez.
Suárez, el docente
Fue uno de los mejores alumnos del colegió, de ahí que se le encomendara la tarea de ayudar a otros alumnos. Muy pronto comenzó su actividad docente impartiendo cursos de filosofía en Segovia, donde se ordenó sacerdote en 1572. Desde allí, y luego de una breve estancia en Ávila como profesor de Teología, pasó a Valladolid. Allí, permaneció por cuatro años- desde 1576 a 1580 – y en sus lecciones se dedicó a comentar la primera parte de la Suma teológica de Santo Tomás, iniciando así una clara linea en su trayectoria intelectual. Su apacible vida como profesor experimentó un gran cambio, en 1580, cuando fue llamado a ejercer como lector de teología en el Colegio Romano de Roma. Entonces, este era uno de los centros más cuidados de la Compañía, por lo que es obvio que ya en 1580 Suárez era considerado un destacado profesor de teología.
En Roma permaneció hasta 1585 impartiendo varios tratados de teología, incluyendo su famoso De Gratia. El trabajo en el Colegio Romano tuvo que resultarle agradable, pues en esos años inicio su amistad con el futuro cardenal Belarmino y comenzó a ser llamado el teólogo de la Gracia. Además tuvo entre sus discípulos a Mucio Vitelleschi y el destacado teólogo Leonardo Lesio. El clima húmedo jugo en su contra y en 1585 fue trasladado de regreso a España, para ejercer como catedrático de Teología en Alcalá de Henares.
Últimos años
En Alcalá continuó con su vida de docencia, al tiempo que preparaba varias de sus obras. Para 1593, se trasladó de nuevo Salamanca, como catedrático y en 1597 le fue ofrecida por el Rey Felipe II la Cátedra de Prima de Teología en la universidad de Coimbra. Aunque Suárez se resistió inicialmente, ese mismo año, se trasladó a Coimbra para hacerse cargo de la cátedra; sin embargo, tuvo que doctorarse de nuevo para poder ejercer.
Conocido polemista, su estancia en Coimbra no evito que participara en la disputa De auxiliis, sobre el libre al albedrío y la gracia divina; en 1599 publicó sus Opuscula theologica, donde desarrollaba y reforzaba las doctrinas de Luis de Molina. Su actividad docente se extendió hasta 1615. Luego de jubilarse, se retiro a Lisboa, donde falleció el 25 de septiembre de 1617.
Obra
Considerado el último gran pensador de la escuela escolástica, su obra tiene una especial incidencia la metafísica, la filosofía jurídica y la política. Su pensamiento amplió el horizonte a nuevas concepciones y perspectivas, cuando la escolástica se estaba quedando estéril, aunque no desdeñó de la idea de que la filosofía debía seguir siendo cristiana y estar al servicio de la teología. En contra de los abusos del dialectismo, y del estilo preciosista del humanismo renacentista, defendió un método doctrinal y expositivo, lo más completo y sistemático posible.
Su sistema filosófico quedó expresado en sus célebres Disputaciones metafísicas (1597), obra que señalo la frontera entre los comentarios a Aristóteles y los estudios independientes acerca de la metafísica. Sus Disputaciones… constituyen una verdadera enciclopedia del saber filosófico y religioso. Aunque su actitud metafísica, es básicamente tomista y aristotélica, en su obra Suárez comprende al ser, como un ser real y no sólo de conceptos abstractos. Trató las divisiones del ser y las doctrina de la causas.
Su pensamiento jurídico-político, basado en grandes rasgos en Santo Tomás, se encuentra principalmente expresado en obras como De legibus (1612) y Defensio fidei catholicae (Defensa de la fe católica, 1613). Esta ultima obra la escribió por encargo del papa Pablo V, durante la polémica con el rey Jacobo I de Inglaterra. Su pensamiento hizo una distinción entre la ley natural y la ley de gentes.
Otras obras suyas son De verbo incarnato (1590), De mysteriis vitae Christi (1592), comentarios sobre la Summa de Santo Tomas;De Deo uno et trino (1606), De angelis (1620) y De statu religionis (1624)