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Yukio Mishima

Yukio Mishima
Dominio Público

Biografía de Yukio Mishima

Yukio Mishima (14 de enero de 1925 – 25 de noviembre de 1970) novelista, ensayista, poeta y crítico. Nació en Tokio, Japón. Su nombre de nacimiento era Kimitake Hiraoka. Su padre Shizue se desempeñó como secretario de Pesca del Ministerio de Agricultura y su madre Azusa Hiraoka se dedicó completamente al hogar. A pesar de esto, Yukio estuvo al cuidado de su abuela, Natsu. Durante este tiempo el pequeño no tuvo contacto con sus padres. Natsu tenía problemas mentales y en muchas ocasiones era violenta y tenía crisis de locura, esto posteriormente fue retratado en las obras de Yukio. Ahora bien, de su abuela aprendió el gusto por las letras y los idiomas.

Cuando tenía 12 años, Mishima comenzó a escribir sus primeras historias, además ya había leído una gran cantidad de libros de autores como Oscar Wilder y Rilke, también numerosos clásicos japoneses. Asistió a una escuela bastante prestigiosa llamada Escuela Peers, donde acudía la aristocracia japonesa, y de forma eventual, plebeyos extremadamente ricos. Pero, luego se dio cuenta que fue la peor que decisión que tomó, estuvo seis años miserables en este lugar. Nunca construyó amistades y en ocasiones era atacado por sus compañeros.

Lo único rescatable de ese tiempo fue su participación en la junta editorial en la sociedad literaria de la escuela, gracias a esto pudo lograr una gran aptitud para la literatura. Su desempeñó fue tan bueno que le encargaron la escritura de un relato para la prestigiosa revista literaria, Bungei-Bunka, presentó una obra llamada Hanazakari no Mori (El bosque en todo su esplendor). Posteriormente, se publicó la historia en 1944, por la guerra tuvo que ser publicada en una pequeña tirada debido a la escasez de papel.

En la juventud sufrió de tuberculosis, por ello se libró de prestar el servicio militar y de participar en la guerra, pero para Mishima fue tomado como algo negativo y vergonzoso. Realmente uno de los sueños de Mishima antes de ser escritor era ser un piloto kamikaze. Para él era glorioso morir por su patria heroicamente. Frustrado decidió dedicar mucho tiempo a la escritura hasta que su padre se mostró en desacuerdo y se lo prohibió, Mishima tuvo que hacerlo en las noches, apoyado y protegido por su madre Shizue, quien siempre leía sus historias.

Luego su padre le ordenó que debía estudiar leyes y no literatura. Mishima se graduó en la Universidad de Tokio en 1947, nunca dejó de escribir durante su carrera universitaria. Obtuvo un trabajo como funcionario en el Ministerio de Finanzas japonés. Pero este trabajo resultó tan agotador que decidió abandonarlo con el apoyo de su padre un año después, en ese momento pudo dedicar todo su tiempo a la escritura.

Mishima comenzó a escribir todo tipo de obras: novelas, piezas teatrales, cuentos, también poemas, artículos y ensayos. Usualmente su obra se dedica a temas oscuros y descarnados, aunque contrastados con la delicadeza y contención de su estilo. Sus obras lo llevaron a tener un reconocimiento mundial y ser el escritor nipón más conocido en el extranjero. Es de gran atracción para el público la manera en que expresa el deseo y rechazo, la belleza y violencia.

Mishima recibió el influjo del Nihon romanha, escritor perteneciente al romanticismo japonés, que enfatizó en la unidad del Japón y de sus valores culturales, esto fue un vehículo para reforzar la ideología nacionalista y más en tiempos de guerra. Sin embargo, Mishima también estuvo interesado y fue gran admirador de la literatura occidental moderna. Su primer trabajo extenso, El bosque en flor, fue publicado en 1941. Esta obra al igual que  El cigarrillo (1946), y Ladrones (1948) fueron escritas durante la Segunda Guerra Mundial y muestran el total alejamiento de la trágica realidad de la guerra y de la derrota.

En 1949 publicó una obra que rápidamente ganó popularidad: Confesiones de una máscara, obra que supuso su definitiva consagración en el mundo literario. Aunque, algunos críticos mostraron perplejidad y reservas frente a la particularidad del tema debido  a que el protagonista confesaba  su homosexualidad, ciertamente esto representó una novedad en la literatura japonesa. Mishima se sintió atraído por los valores estéticos del clasicismo occidental. El pabellón de oro (1956) fue su obra de mayor éxito en la década del cincuenta. En 1958, viajó a los Estados Unidos y a su regreso Mishima se casó con la hija de un conocido pintor.

Un año después fue publicada La casa de Kyoko no recibió los favores de la crítica. Siempre intentó reflejar su gusto por los valores de los auténticos nipones fundamentados en los valores de los samuráis. En este sentido, fascinado por la ideología de los guerreros escribió El camino del samurái y En defensa de la cultura (1968). Mishima se presenta como defensor de la restauración de los valores de la cultura prebélica y militarista.  El autor fue un hombre preocupado por la corporalidad y el estado del cuerpo por ello fue amante de las artes marciales. Desde 1955 Mishima comenzó un intenso programa de actividad física y también recurrió al adiestramiento militar en la base de Sietai, junto con un grupo de estudiantes universitarios.

Su ingente producción literaria, entre las que destacan, junto a las ya citadas: El color prohibido (1951), La muerte de la mitad del verano (1953), La voz de la onda (1954), El sabor de la gloria (1963) y Sed de amor (1964). Después del banquete (1960) fue una de sus novelas de más éxito. Poco tiempo después escribió Patriotismo (1961) y Muerte en la tarde y otros cuentos (1971), recopilación de relatos breves representativos de una época en la que se moría en nombre de nobles ideales. Entre su producción teatral de estos años cabe destacar Madame de Sade (1965) y Mi amigo Hitler (1968).

Su obra más popular es: El mar de la fertilidad, compuesta por las novelas Nieve de primavera (1966), Caballos desbocados (1968), El templo de la aurora (1970) y La corrupción de un ángel, completada esta última días antes de su muerte.  En esta obra se realiza una crítica a la sociedad nipona por la pérdida de los valores tradicionales. A Yukio Mishima le preocupaba la fuerte occidentalización de su país y analizaba la transformación de este desde una visión pesimista y crítica. Esta visión terrible de Mishima lo llevó a abrazar el suicidio como la única salida, terminó con su vida el 25 de noviembre de 1970.

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