Fiódor I Ivánovich, también conocido como Teodoro I de Rusia (1557-1598) fue un zar de Rusia, cuya muerte puso fin al gobierno de la dinastía Rurik en Rusia. Hijo del zar Iván IV el Terrible y de su primera esposa, Teodoro I sucedió a su padre en 1854, luego de que el zar asesinara a su hermano, el primogénito Iván Ivánovich en 1580. Siendo débil tanto física como mentalmente, llevó la vida de un monje y dejó los asuntos gubernamentales en manos del consejo formado por su padre. Los mayores logros de su reinado fueron llevados a cabo por su cuñado y futuro zar Boris Godunov.
Teodoro I nació el 31 de mayo de 1557 en Moscú. Fue el tercer hijo de Iván IV el Terrible y de su primera esposa, la princesa Anastasiya Romanovna. Desde muy joven tuvo la reputación de ser poco ambicioso y de mostrar poco interés en su condición de príncipe, quizás por no ser el heredero original. Su hermano, el primogénito Iván Ivánovich, más adecuado para gobernar había muerto joven, victima de uno de los ataques del zar en 1580. A partir de entonces, Teodoro se convirtió en heredero, no obstante el zar desconfió de su capacidad. Antes de morir, Iván
Tras la muerte de Iván, en 1584, Teodoro I asumió como zar, aunque no actuó como tal. Siendo de naturaleza débil, Teodoro se refugió en la oración y llevó algo parecido a la vida un monje. No tomó parte en los asuntos gubernamentales, que fueron manejados por su cuñado. A base de intrigas, Godunov logró acaparar el acceso al zar y apartar a los demás miembros del consejo de regentes.
Godunov fue, por tanto, responsable de los principales logros obtenidos en su reinado, incluida la instauración del Patriarcado de Moscú en 1589; la recuperación en 1595 de las tierras cercanas al golfo de Finlandia que habían sido perdidas por Suecia en 1583, y el fortalecimiento del control de Rusia sobre el oeste de Siberia y el territorio en el Cáucaso. Godunov jugó un papel importante en la defensa de Rusia, especialmente durante las incursiones tártaras.
Al morir el zarévich Dimitri Ivánovich en 1591, Teodoro quedó obligado a tener un hijo varón que le sucediese en el trono ruso y asegurase la continuación de la dinastía Rúrik, pero no logró. Cuando su única hija Feodosia, fruto de su relación con Irina Godunova, murió a temprana edad en 1594, Teodoro cayó en una profunda depresión, que le apartó definitivamente del gobierno.
Fue conocido como Teodoro el Campanero por su gusto por hacer sonar las campanas de las iglesias en fechas especiales.
Muerte
Teodoro I falleció en enero de 1598, sin dejar herederos, lo que supuso el fin del gobierno de la dinastía Rurik en Rusia. Por voto, la zemsky sobor eligió a Godunov como sucesor.