Religión
Santo Domingo de Guzmán
Biografía de Santo Domingo de Guzmán
Santo Domingo de Guzmán (1170- 6 de agosto de 1221) presbítero y fundador de la Orden de Predicadores, más conocidos como la Orden de los dominicos. Nació en Caleruega, Burgos, Reino de Castilla. Cuando lo bautizaron dicen que apareció una estrella en su frente. Sus padres fueron Félix Núñez de Guzmán y Juana Garcés (santa Juana de Aza, beatificada en el año de 1828). Uno de sus hermanos fue beato dominicano. Como podemos ver su familia estuvo relacionada directamente con la Iglesia católica.
Recibió una esmerada formación moral y cultural de parte de su tío el arcipreste Gonzalo de Aza. En gracias a sus enseñanzas, desarrolló un interés por el estado eclesiástico. En su juventud vivió en Palencia; estudió artes, humanidades y filosofía. Luego, se desempeñó como profesor del Estudio General de Palencia. Para el año de 1190, se hizo canónigo regular en la catedral de Osma. Su espíritu siempre pretendió la ayuda, por ello decidió vender varios de sus preciados libros para aliviar el hambre de muchas personas en Castilla. En 1194, se ordenó sacerdote y fue nombrado regente de la Cátedra de Sagrada Escritura en el Estudio de Palencia.
Fue nombrado Vicario General de la diócesis de Castilla. Ante la situación de herejía de los albigenses decidió no tomar parte en dicha cruzada y más bien incentivar la vía pacífica, por medio de la predicación. Se unió a los embajadores del papa Inocencio III para buscar la conversión de los herejes. Uno de sus lugares de acción fue El monasterio de religiosas ubicado en Prouille y fundado por él. Se sabe que rechazó varios obispados, en 1215 obtuvo la confirmación de su fundación por orden del papa Honorio III durante la celebración del III Concilio de Letrán. El 15 de agosto de 1218 dispersó a sus dieciséis religiosos por París, Madrid, Bolonia y Roma. Su orden se caracterizó por su ordenanza de pobreza mendicante. Gracias a su labor fue canonizado en 1234 por Gregorio IX.
Realmente, su labor religiosa basada en la predicación y la enseñanza fue muy importante para la Iglesia católica porque demostró un cambio en el paradigma en cuanto al manejo de la herejía. Esto no quiere decir que se desterraron las cruzadas, pero si demostró que había otros modus operandi. Junto con San Francisco de Asís, Santo Domingo de Guzmán fue protagonista de una revolución religiosa decisiva para la evolución del espíritu medieval y del catolicismo. Luego, la orden establecida en San Sixto se trasladó a Santa Sabina en 1219. Santo Domingo de Guzmán falleció en Bolonia al poco tiempo de haber estado en Venecia; sus restos fueron enviados a la capilla de la iglesia del convento dominico de Bolonia. El 3 de julio de 1234 fue canonizado por Gregorio IX a través de la bula Fons sapientae. Posteriormente, su fiesta se celebra el 8 de agosto.