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Sandro Botticelli

Biografía de Sandro Botticelli
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Biografía de Sandro Botticelli

Sandro Botticelli (1 de marzo de 1445 – 17 de mayo de 1510), pintor italiano. Su nombre real fue Alessandro di Mariano di Vanni Filipepi. Sandro nació en Florencia, Italia. Sus padres eran unos artesanos de estatus humilde. Desde muy pequeño recibió la enseñanza de su padre, Sandro se mostró muy habilidoso para la pintura, el dibujo y la escultura. Para 1464 se desempeñaba como pintor y grabador de Antonio del Pollaiuolo, la influencia de este artista fue clave para la carrera artística del pintor italiano.

Luego, realizó un viaje a Prato donde reafirmó sus conocimientos en el taller del artista Fra Filippo Lippi, uno de los más destacados pintores del periodo temprano del renacimiento, y la importante influencia de Andrea del Verrocchio, pintor de la corte de Lorenzo de’ Medici en Florencia, que lo acogió como discípulo en su renombrado taller. Mientras estuvo en el taller pintó su famosa Fortaleza para el Tribunal de la Mercanzia de Florencia, obra que hace parte de la serie las Virtudes.

Luego de algunos años de experiencia en su propio taller en Botega, Sandro Botticelli fue llamado para incursionar como pintor de la corte de Lorenzo de Medici, convirtiéndose con el tiempo en el pintor favorito. Para este momento, Florencia estaba presenciando el florecimiento de las artes, dicho periodo fue conocido como la “Edad de oro florentina”. Poco a poco este personaje de estatus humilde fue conocido por importantes miembros de la corte y figuras relacionadas indirectamente. Lorenzo de’ Medici durante su mecenazgo brindó un importante impulso a Botticelli y a otros como, Leonardo da Vinci, Giuliano da Maiano y Miguel Ángel. Fue el encargado de extender el arte renacentista italiano por el resto de las cortes europeas, gracias a su diplomacia.

Sus primeras obras realizadas fueron: Regreso de Judith a Betulia (1472), esta obra contiene una claridad asombrosa, los ligeros atuendos están bañados de luz, el vasto paisaje es animado con pequeñas figuras luminosas. En la obra Judith, la heroína judía y su sirvienta, parecen levitar por el efecto del viento. Adoración de los Reyes Magos (1475), esta obra de carácter religioso, en el que incluiría su propio retrato, es uno de sus cuadros más célebres, en él también están representados muchos miembros de la familia Médicis y otras figuras de su corte, como Gaspare di Zanobi del Lama. Posteriormente, realiza La Fuerza (1478) obra encargada por Tommaso Soderini para el Tribunal de Comercio. Dicha obra reúne la influencia de sus tres maestros.

Hasta ese momento, la trayectoria artística de Sandro Botticelli se inclinaba por las obras de temática religiosa, especialmente por vírgenes, pero el pintor empezó a incursionar en el campo del retrato, caracterizado por ser sintético y honorífico. Por ejemplo, en el Retrato de hombre con la medalla de Cosme el Viejo, obra casi emblemática que afianzó la relación con la casa Médicis. Esta relación le proporcionó enriquecimiento en la temática humanista que correspondió a los encargos de miembros influyentes de la familia Médicis. Sandro pintó al menos un Retrato de Juliano de Médicis, al igual que un retrato de Simonetta Vespucci, que reposa en la Galería Palatina del Palacio Pitti.

Comenzando la década de 1480 es llamado, junto a otros artistas florentinos, para participar en la realización de un fresco que sería plasmado en las paredes de la Capilla Sixtina, gracias a las buenas relaciones entre el Papa y los Médicis. En esta obra participó, además de Sandro Botticelli, Pietro Perugino, Cosimo Rosselli y Domenico Ghirlandaio. La entrega de las diez historias enfrentadas del Antiguo Testamento se retrasó varios meses. Botticelli pintó algunos de los episodios más representativos del paralelismo de Moisés y de Cristo, sección llamada las pruebas de Moisés y de Cristo. Retorno a Florencia donde realizó para la villa Médicis de Castello sus dos célebres pinturas La Primavera (1480) y el Nacimiento de Venus y Palas y el centauro. (1483). La primera adquirida por Lorenzo de Pier Francesco de Medicis. La otra obra es una pintura que denota gran vigor compositivo.

Esta obra rompió los esquemas de su trabajo porque no fue una obra vinculada a la temática religiosa ni al retrato, sino relacionado con la filosofía neoplatónica. De ella surgieron múltiples interpretaciones. Posteriormente, prestó sus servicios para realizar hermosos dibujos en el manuscrito de la Divina Comedia de Dante, un encargo de Pierfrancesco de Médicis. Para este momento, su taller era distinguido en toda Italia, uno de sus mejores discípulos fue el hijo de Filippino Lippi.

Su obra La Calumnia, realizada aproximadamente a finales del siglo XV, es considerada por muchos críticos como el punto de referencia donde inició el cambio en algunas obras de Sandro. Reflejo de ello son: la Pietá (1490), Crucifixión mística (1490), La coronación de la Virgen (1490), Natividad mística (1501), e Historias de san Zenobio (1505). Para ese momento uno de los motivos de su cambio y posible estancamiento de su producción se dio por la expulsión de los Medici de Florencia, aunque no abandonó la ciudad vivió una etapa de desolación emocional y artística.

El 17 de mayo de 1510, Sandro Botticelli murió en la ciudad de Florencia. Sandro dejó un gran legado que ha sido más valorado ahora que en su momento. Aunque, no es reconocido como un pintor importante del Renacimiento, es descrito como un pintor que eludió el realismo a ultranza y se inclinó por un estilo basado en la delicadeza, la gracia y una cierta sensibilidad.

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