Biografía de Rafael Sanzio

Rafael Sanzio (6 de abril de 1483 – 6 de abril de 1520) pintor y arquitecto. Nació en la localidad de Urbino, Italia. Su padre, Giovanni Santi, fue pintor de modesta relevancia. Se dice que superó las habilidades artísticas de su padre. Cuando su madre murió, Magia di Battista di Nicola Ciarla, comenzó a desarrollar su precoz habilidad en los talleres de varios artistas de prestigio y quedó bajo la custodia de un tío sacerdote. En su adolescencia pintó un brillante autorretrato, y siguió con el taller de su padre. Para ese momento la obra de Paolo Uccello, pintor de la corte, y de Luca Signorelli, fueron inspiración para su trabajo.

Ahora bien, obtuvo su primer encargo oficial: la decoración de las Estancias Vaticanas, donde pintó algunos frescos, por ejemplo: La escuela de Atenas, considerada una de sus mejores obras. Sus obras son definidas y admiradas por la perfección y gracia de sus artes visuales. Por ello, sus trabajos de pintura y dibujo artístico son puestos al mismo nivel de las obras de Miguel Ángel y Leonardo da Vinci, ellos tres son considerados los grandes maestros del período. Antes de que su madre muriera estuvo bajo la formación artística de Umbria Pietro Perugino como aprendiz. Otras fuentes aseguran que fue Timoteo Viti, un pintor de la corte de Urbino quien lo formó. Lo cierto es que la influencia de Perugino en sus primeras obras es muy evidente.

Sanzio desarrolló un estilo y técnica muy similar a la de Perugino, por ejemplo, en la densa aplicación de la pintura, con el uso de un medio a base de barniz, en las sombras y los adornos oscuros, aunque con una aplicación más ligera en las partes de carne. ​El taller de Perugino estaba activo tanto en Perugia como en Florencia. Para el año de 1501 Rafael era un artista completamente formado. Realizó un importante trabajo para la Iglesia de San Nicolás de Tolentino en Città di Castello se trata del Retablo Baronci. Evangelista di Pian di Meleto, trabajador de su padre, compartió el encargo de la obra, que data de 1501; hoy en día sólo quedan algunas porciones y un boceto preparatorio.

La Escuela de Atenas

Durante los siguientes años pintó obras para otras iglesias, incluyendo la Crucifixión Mond (1503) y Los desposorios de la Virgen de la Pinacoteca di Brera. Igualmente fue autor de obras como el Retablo Oddi, La anunciación, La Adoración de los Magos y La coronación de la Virgen (1503). Para esa época realizó varios viajes a Florencia. En varios frescos Rafael limita la composición al estático estilo de Perugino. En estos años pintó muchas pequeñas y exquisitas pinturas de caballete, en ocasiones realizaba encargos para los amantes de la pintura de la corte de Urbino, como Las Gracias, El sueño del caballero o San Miguel, y empezó a pintar Virgen con el Niño entronizados y santos.

En el año de 1502 fue a Siena por invitación de Pinturicchio, discípulo de Perugino, él le ayudó con las obras, y muy probablemente con los dibujos, para la decoración de la Biblioteca Piccolomini de la Catedral de Siena. Rápidamente se convirtió en un artista solicitado y renombrado. Demostró su tendencia al clasicismo en el perfecto y equilibrado manejo de la luz, la armonía en la composición y el dominio de la perspectiva, la obra de Rafael Sanzio constituye una de las más eminentes realizaciones de los ideales estéticos del Renacimiento.

En la pintura la Virgen y la Sagrada Familia. Los personajes están dotados de gracia, nobleza y ternura, ubicados estratégicamente en un marco de paisajes sencillos y tranquilos, intemporales. En estas telas, Rafael expone su inigualable talento para traducir a un lenguaje sencillo y asequible los temas religiosos. Ahora bien, existieron otras obras que muestran una composición llena de serenidad, por ejemplo, en la Madona del gran duque, La bella jardinera o La Madona del jilguero, entre otras obras. En 1508, el papa Julio II lo llamó a Roma para que decorara sus aposentos en el Vaticano.

Entre 1509 y 1511 decoró la Estancia de la Signatura, donde pintó las figuras de la Teología, la Filosofía, la Poesía y la Justicia en los cuatro medallones de la bóveda, luego desarrolló de forma alegórica estos mismos temas en cinco grandes composiciones sobre las paredes: El triunfo de la Eucaristía, La escuela de Atenas, El Parnaso, Gregorio IX promulgando las Decretales y Triboniano, estas dos últimas alusivas a la justicia. En un espacio de gran amplitud, organizado con un perfecto sentido de la perspectiva, Rafael dispone una serie de grupos y figuras, con una sublime elegancia de líneas.

Sin duda lo que más se admiró en el estilo de Sanzio fue su rigor compositivo y el magistral uso de la perspectiva lineal. Entre 1511 a 1514 en la Estancia de Heliodoro, Rafael desarrolló cuatro temas históricos, acentuando en cada uno de ellos un rasgo plástico determinado: el claroscuro en La liberación de San Pedro, la riqueza del colorido en la Misa de Bolsena, etc. En la estancia del Incendio del Borgo (1514-1517) se ve alguna tendencia por el estilo de su maestro y en la Estancia de Constantino, la concepción del conjunto corresponde a Rafael.

Los retratos romanos realizados por el pintor, superan en veracidad y penetración psicológica a los florentinos. En ambos casos, el dibujo es de una calidad inigualable y el colorido, discreto, servidor de la forma. En 1518 se dedicó a la decoración de las Logias del Vaticano con pequeñas escenas del Antiguo Testamento envueltas en paneles de grutescos. La Transfiguración, es considerada por algunos el compendio perfecto de su arte. Varios trabajos pictóricos, incluyeron la dirección de las obras de San Pedro del Vaticano.

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