Miguel Bosé (3 de abril de 1956) cantante y músico. Nació en Panamá, República de Panamá. Pero su nacionalidad es española. Su padre, Luis Miguel Dominguín, se desempeñó como torero, mientras que su madre, Lucía Bosé, era una reconocida actriz de origen italiano. Miguel fue criado en un entorno privilegiado, en donde tuvo acceso a la cultura y el arte. Desde muy pequeño, guiado por su madre, sintió un gran interés por la actuación, de hecho, durante su vida realizó algunos papeles actorales. Aunque, luego cambió de opinión desanimado porque sus esfuerzos no dieron prontos resultados. Por diversos motivos, a los catorce años de edad rechazó el papel del joven Tadzio que le había ofrecido su padrino el cineasta italiano Luchino Visconti dentro del reparto de su célebre Muerte en Venecia (1970).
Estudió el bachillerato en el Liceo Francés de Madrid, allí desempeñó sus primeros papeles cinematográficos en algunas películas de poco reconocimiento y presupuesto, rodadas por el italiano Luccio Tessari. Al graduarse el joven decidió ubicar su residencia en Londres, donde empezó a estudiar teatro y baile como alumno de la prestigiosa Escuela de Danza y Mimo de Lindsay Kemp. Realmente, Bosé tuvo la oportunidad de estudiar en prestigiosos institutos gracias a la considerable fortuna y las buenas relaciones de sus padres. También, tuvo la oportunidad de irse a París a estudiar arte dramático (en la Escuela de Danza de Maurice Béjart).
También estudió declamación en Roma y baile y canto en Nueva York, donde llegó incluso a perfeccionar su formación interpretativa en el prestigioso Actor’s Studio. Estos viajes le permitieron conocer de cerca diversas culturas y también aprender de modo aceptable otros idiomas. Cuando volvió a España tomó la decisión de incursionar en la música, y en 1975 debutó como cantante profesional con un modesto single titulado Soy, la producción y el lanzamiento estuvieron a cargo de uno de sus primeros descubridores, el vocalista Camilo Sesto. Pero, esta producción y la siguiente pasaron desapercibidas para el público y la crítica.
Fue en 1977, cuando Miguel Bosé se convirtió rápidamente en el ídolo de las adolescentes de toda España al interpretar en castellano el tema Linda, de los italianos I Pooh. Este tema fue grabado y se volvió un éxito rotundo. Entonces, la canción dio título también a su primer LP, lanzó a Miguel Bosé al estrellato y marcó el estilo de sus primeros años en el camino de la música: caracterizada por las melodías dulces, amables y comerciales, en suma, algo que parecía muy atractivo era su sensual baile. Gracias a Linda también fue descrito como un sex-simbol de las adolescentes.
Lanzó su segundo LP bajo el título de Miguel Bosé (1978), debemos mencionar que Anna era su nuevo éxito comercial, el joven cantante rebasó las fronteras del mercado español para ocupar las listas de éxitos en varios países europeos. Poco después, Bosé lanzó “Chicas!” (1979), y volvió a ocupar los primeros puestos en ventas con un tema de éxito arrollador: Súper Superman. A partir de la década de los ochenta se presenció un auge de intérpretes masculinos que, intentaron aprovechar la fama de Bosé para emerger. Aunque, muchos lo lograron era muy complejo estar a la altura de este cantante que se convirtió en un fenómeno del panorama musical europeo.
Cada vez que cantaba en diferentes idiomas en sus galas y presentaciones, sus discos ocupaban un espacio importante en el mundo. En sus giras multitudinarias debía cantar muchos de sus temas célebres, por ejemplo: Más allá (1981), Bravo Muchachos (1982), Made in Spain (1983) y Milano Madrid (1983). Todos estos discos seguían conservando la frescura y la liviandad comercial del español y reafirmando su condición de sex-simbol. Bosé decidió llevar a cabo un cambio drástico en su estilo musical y en su imagen El álbum en que se plasmó este giro, titulado Bandido (1984), contó con la colaboración de letristas e instrumentistas. Su fama fue tal que el sello discográfico, Warner Music, reforzó la nueva imagen de Miguel Bosé
Posteriormente, lanzó Bajo el signo de Caín (1994), disco donde aprovechó los réditos materiales y artísticos de sus recientes triunfos cinematográficos. Miguel Bosé contó con la colaboración de artistas flamencos, como los componentes del grupo Ketama. El mismo estilo se percibe en Laberinto (1995). Mientras estuvo inmiscuido en varios proyectos televisivos grabó once grandes temas de la música latina, que salieron a la venta bajo el sugerente título de Once maneras de ponerse el sombrero (1998).
Bosé dirigió Séptimo de Caballería, un programa emitido por Televisión Española. El programa admitió todo tipo de artistas y estilos musicales, alternando las actuaciones con las entrevistas que Bosé efectuaba a los diferentes cantantes y músicos. En 1999 recibió el Premio de la Música al Mejor Programa Televisivo, pero después su programa empezó a ser relegado por los telespectadores. Bosé, estuvo alejado del mundo de la fama por un fuerte accidente automovilístico ocurrido en tierras extremeñas.
Tras la recuperación, emprendió un nuevo proyecto artístico y profesional en el año 2000, cuando, la cantante Ana Torroja (ex vocalista de Mecano), le colaboró en un larguísimo tour de conciertos por escenarios de toda España y numerosos lugares de Hispanoamérica. Iniciando el siglo XXI, Bosé lanzó Sereno (2001), un álbum más comercial, en el que dejaba testimonio de diferentes vivencias personales. Serrat, recibió el Premio Especial de la Industria Discográfica Española por su contribución a la música, dentro de la gala de entrega de los Premios Amigo. Al año siguiente, por Sereno Grammy Latino 2002 al Mejor Álbum interpretado por un solista masculino.
Lanzó Por vos muero (2004), luego, Velvetina (2005), un trabajo musical cercano a los estilos musicales tan modernos y complejos como el dance, el trip hop y el chill out. El resultado fue un producto de atractiva calidad, el disco fue recibido con enorme éxito en numerosos países de Hispanoamérica. Claramente, sus facetas de actor y presentador de televisión han contribuido también a reforzar sus éxitos musicales. El cantante aseguró que luego del nacimiento de sus últimos dos hijos en el 2011, Diego y Tadeo, decidió dejar de lado la vida de excesos perjudiciales: alcohol y cigarrillo. Aunque, aseguró que nunca fue irresponsable con su carrera por estas adicciones.