Mary Wollstonecraft (27 de abril de 1759 – 10 de septiembre de 1797) escritora. Nació en Pitalfields, Londres, Inglaterra. su familia gozó de privilegios y comodidades debido a su posición social. Su padre fue heredero de una importante suma de dinero y también desempeñó como tejedor de seda. Pero esta prosperidad económica se vino a pique cuando malgastó el dinero, lo que generó que con el tiempo el negocio se arruinara. Por esa situación tuvieron que realizar muchos cambios en su vida, uno de ellos: Mary tuvo que aprender a coser para aportar a su hogar. Luego se desempeñó como institutriz y también fue acompañante de damas de la alta sociedad.
Durante este tiempo continuó desarrollando su gusto por la lectura. Mary era una joven muy inteligente, a partir de los veinte años se dedicó a la enseñanza, pero no era fácil por las pocas condiciones laborales que existían para las mujeres. Su adolescencia no fue fácil porque tuvo que soportar y también enfrentarse, en muchas ocasiones, a su padre, un hombre agresivo y autoritario que las violentaba. Quizá esas experiencias fueron claves en la construcción de su pensamiento. Ahora bien, mientras enseñaba empezó a escribir.
Debemos mencionar que para este momento escribir y sobre todo publicar libros de mujeres no era aceptado y en algunos lugares de mundo era castigado. Mary sabía que era una opción arriesgada. Pero este riesgo obtuvo sus frutos, fue aceptada en el círculo literario de Londres, y además logró conseguir un editor que le pagara por sus escritos. Por medio de sus libros Wollstonecraft
Para Mary la concepción de las diferencias intelectuales entre hombres y mujeres basado en preceptos naturalistas no era real, más bien afirmó, siempre bajo el anonimato, que las mujeres no se desarrollaban más intelectualmente porque no se les permitía acceder a los espacios educativos. Y muchas mujeres tampoco podían hacerlo en sus hogares por las mismas creencias frente a los roles de la mujer. En un principio de su carrera como escritora defendió de alguna manera las ideas cristianas.
Pero, con la llegada de la Revolución Francesa sus ideas se fueron radicalizando, comenzó a defender la razón por encima de la fe. Claramente lo anterior es un acto revolucionario para su momento histórico. Para el año 1792 la escritora decidió viajar a París en busca de nuevas costumbres y una forma de vida más liberada. Entonces conoció a un aventurero americano con el que viviría una turbulenta historia de amor, su nombre era Gilbert Imlay. Este hombre desató una serie de sentimientos que hasta Mary había rechazado en su obra Vindicación de los derechos de la mujer. Posteriormente, sin estar casados, concibieron un hijo.
Tuvo que afrontar la convulsión política y social que se desató en Francia luego de la ejecución del último rey Luis XVI, la situación cada vez se tornó más inestable. La declaración de guerra por parte de Inglaterra obligó a Mary y a su hija Fanny a huir, se dirigieron a Londres, sin Imlay quien se negó a trasladarse. Desde ese momento su vida se sumió en un abismo de depresión, la dependencia emocional que había generado por Imlay era grande. La escritora llegó a atentar contra su vida. Poco después logró estar en los brazos de su amado, realizaron un viaje de negocios por Escandinavia en donde se dio cuenta que el amor de Imlay hacia ella había muerto.
Con toda la valentía Mary decidió terminar este vínculo que pasó del amor exaltado a la desesperación y el desasosiego. Regresó a Londres para dedicarse a su carrera literaria y con el paso del tiempo halló un nuevo amor, William Godwin. De esta apasionante relación fue producto su segundo hijo. Ambos se casaron posteriormente, aunque no vivieron juntos. Años después, Mary continuó escribiendo y llevando su relación amorosa, de la que nació su tercera hija Mary Shelley, quien sería también una gran escritora. Pero debido a serias complicaciones luego del parto la gran escritora y feminista inglesa murió, específicamente el 10 de septiembre de 1797, a la edad de 38 años.
William Godwin decidió publicar la obra incompleta de su esposa titulada María o las injusticias que sufre la mujer (1797), retrata un matrimonio lleno de violencia y crueldad en las ultimas partes de la obra aparece la petición de divorcio que María le hace a un juez. Godwin también publicó unas memorias sobre Mary. Entre estas memorias se publicaron las desesperadas cartas que ella le había escrito a su anterior amor.
A partir de entonces se construyó una imagen de una mujer que había roto con las normas establecidas, manteniendo relaciones fuera del matrimonio y dando a luz a hijos ilegítimos, además escribiendo importantes obras. Claramente muchas personas de esta época atacaron sus conductas contrarias a la moral, pero décadas después fue vista por mujeres ligadas a las corrientes feministas como un ejemplo a seguir. Definitivamente las corrientes feministas del siglo XX hicieron suyas sus palabras de defensa de los derechos de la mujer.