Lorenzo Ghiberti (1378 – 1 de diciembre de 1455) escultor, escritor y orfebre. Se destacó en el campo del arte italiano del Quattrocento. Su acercamiento al arte comenzó en el campo de la orfebrería. Tuvo que esperar hasta el año de 1401 para que su trabajo obtuviera cierta fama. Creó El sacrificio de Isaac, este lo utilizó para participar en el concurso para la realización de las segundas puertas (o puertas norte) del baptisterio de Florencia, quedó ganador, venciendo a importantes personajes como Brunelleschi.
Esta obra generó la fundación de un taller en Florencia que con el paso del tiempo ganó gran prestigio; allí se formaron destacadas figuras como Donatello, Michelozzo, Uccello, Masolino y Filarete, entre otros. Las puertas norte (1403 – 1424), contenía veinte episodios de la vida de Jesucristo y ocho figuras de santos, fueron talladas de manera elegante y con gran detalle, caracterizando perfectamente la escultura gótica. Ahora bien, la obra presentada en el concurso tenía un estilo suave que hunde sus raíces en el naturalismo tardomedieval, demostró su excelente formación como orfebre, había alcanzado el elogio de Vasari.
Continuó realizando varios trabajos notables como los tabernáculos con San Juan Bautista, San Mateo y San Esteban un encargo para la iglesia de Orsanmichele o el Bautismo de Jesús y El Bautista frente a Herodes, bajorrelieves en bronce dispuesto en la pila bautismal de Siena. Desde el año 1425 hasta 1452, el gremio de comerciantes de Florencia, le pidió que realizará las puertas este. Sus diez grandes plafones de bronce dorado representan escenas del Antiguo Testamento en un estilo completamente innovador y original, por sus figuras poderosas, construidas sobre fondos de paisaje en donde se implementan las reglas de la perspectiva renacentista. Son, pues, estas puertas una obra típica ya del Renacimiento y que gozó de merecida fama en su tiempo, hasta el punto de que muchas grandes figuras del arte viajaron a Florencia para admirarlas. Vasari
La diferencia en el estilo de ambas puertas radica en que las puertas norte se basaron en la vida de Cristo, en diez escenas del Antiguo Testamento según un programa establecido por el humanista Leonardo Bruni. Las figuras se destacan suavemente de un fondo de finas arquitecturas por medio de un modelado magistral. Ghiberti mostró su independencia respecto al arte tardomedieval y asumió los principios de la representación en perspectiva, sobre todo en cuanto a las composiciones, aunque sigue practicando una escultura ondulante, minuciosa y exquisita.
Al final de su vida, Ghiberti se dedicó a la escritura de los tres libros que componen sus Comentarios, tratado en el que compartió sus convicciones estéticas. En el primer libro analizó los textos antiguos de Plinio el Viejo y Vitruvio
En cuanto a la escultura pasa por artistas de la talla de Nicola y Giovanni Pisano, Arnolfo di Cambio o Tino di Camaino. Para ese momento, aseguró que el cambio que había tenido lugar en la pintura no había acontecido en la escultura. Ghiberti pretendió siempre establecer un nexo entre el arte medieval y el antiguo. Los demás artistas, luego de su muerte (1 de diciembre de 1455), más decididos rompieron, definitivamente, con la abstracción gótica en la escultura.