Leonardo Bruni (1369 – 1444) humanista, historiador y político. Nació en Arezzo, italiano. Su familia se trasladó a Florencia cuando era muy pequeño. Allí aprendió retórica y conoció a los humanistas Niccolò Niccoli, Poggio Bracciolini y Palla Strozzi. En 1405 emprendió una carrera política en Roma, al servicio de Inocencio VII. Participó en el Concilio de Constanza en el séquito del antipapa Juan XXIII y, luego desempeñó el cargo de canciller de la República de Florencia hasta su muerte. Fue sepultado en la iglesia de la Santa Croce.
Escribió Historiae Florentini populi en 12 libros. En dicha obra se observa la adopción de un método historiográfico científico basado en la confrontación de documentos y alejamiento de una concepción providencialista de la historia. En lengua vulgar escribió una Vita di Dante y una Vita di Petrarca (1434). También compuso una pieza de comedia: Poliscena. Fue responsable de la traducción de la Ética a Nicómaco de Aristóteles, tuvo muchas diferencias con la traducción de Roberto Grosseteste e introdujo la famosa discusión sobre el “sumo bien” que ocupó un puesto de prevalencia en la intelectualidad italiana durante varios años.
En el momento en que el humanismo florentino está en boga Leonardo Bruni ocupa un lugar import ante. Fue discípulo de Coluccio Salutati, canciller de Florencia. No dudó en estudiar el dominio oligárquico de una serie de unidades familiares cuya base económica se sustentó en el ejercicio del comercio, de la industria artesanal (textil) y de la banca. Poco a poco, los territorios van creciendo y decreciendo, en este caso Florencia llegó a dominar a la Toscana. Bruni comenzó a estudiar en el círculo de Coluccio Salutati logrando ser un referente de la historia humanística florentina.
En la práctica, su cargo se correspondía con una especie de ministro actual de Asuntos Exteriores. Durante este periodo se encargó de traducir al latín a Plutarco, Jenofonte, Demóstenes, San Basilio, Homero, Platón y, sobre todo, Aristóteles. También escribió Alabanza de la ciudad de Florencia. Muchos afirman que su modelo literario es similar al de Arístides, gracias a él, el patriotismo se estableció como una ideología. La historia del pueblo florentino (1473) fue su obra más popular en ese tiempo. Se acogió al modelo historiográfico de Tito Livio. La obra de Bruni presenta una estructura narrativa casi cronística. No es solo un registro de sucesos porque se complementa con una explicación de los hechos. La responsabilidad de los hechos recae sobre los sujetos, esto es realmente una innovación en cuanto al conocimiento histórico. Para Bruni, la historia debe buscar siempre la verdad. En tal sentido, el buen historiador humanista se valdrá de documentos originales que le permitan reconstruir el hecho histórico.