Karl Popper (28 de julio de 1902 – 17 de septiembre de 1994) filósofo. Nació en Viena, Imperio austrohúngaro. Su padre fue un abogado llamado Simon Siegmund Carl Popper y su madre Jenny Schiff, ambos judíos. Aunque, cuando Karl nació ellos se habían convertido al luteranismo. Popper, en cambio, se declaró agnóstico. Su gusto por los libros nació de su abuelo paterno quien era dueño de una gran cantidad de libros de toda clase. Lamentablemente, esta formidable biblioteca fue vendida cuando la familia cayó en quiebra.
Popper, estudió filosofía en la Universidad de Viena. De manera simultánea Popper ingresó a la escena política, concretamente a la izquierda política en Viena; el partido político se llamó Viena Roja.
Karl Popper desarrolló una crítica completa sobre algunos postulados. Aseguró que era dogmático dividir el conocimiento entre proposiciones científicas. En su opinión, con delimitar rigurosamente el terreno propio de la ciencia es suficiente, sin la necesidad de negar la eficacia de otros discursos en ámbitos por fuera a los de la ciencia. En esa línea, criticó los verificacionismo ejecutados por los miembros del Círculo, y defendió que la ciencia operaba por falsación, debido a que, la base del control empírico de la ciencia es tener la posibilidad de falsar las hipótesis para conducir a la verdad científica.
Su postura quedó impresa en el texto La lógica de la investigación científica (1934). Ahora bien, otras obras demuestran su antiesencialismo y la crítica del historicismo, en su visión es una doctrina que cree determinar racionalmente el curso de la historia. En las siguientes obras se puede encontrar dicha percepción: La sociedad abierta y sus enemigos (1945) y La miseria del historicismo (1957) desarrolla una rigurosa y trabajada crítica hacia cualquier forma de dogmatismo y por el contrario defiende la democracia como sistema abierto que optimiza la justicia de las instituciones políticas.
Su aporte sigue siendo importante aún luego de su muerte, 17 de septiembre de 1994, sus influencias llegan a las ciencias sociales, la psicología, la historia y la filosofía. Sus hipótesis fueron importantes para el desarrollo de debates sobre el método científico general o la elección de la teoría. En definitiva, es uno de los intelectuales más populares del siglo XX.