Julio Garavito Armero (5 de enero de 1865 – 11 de marzo de 1919) astrónomo, ingeniero, matemático, y economista. Nació en Bogotá, Colombia. Su padre, Hermógenes Garavito, se desempeñó como comerciante, y su madre, Dolores Armero, se dedicó a las labores del hogar. Como la situación económica de su familia no era fácil tuvo que ayudar a su padre, por lo anterior tuvo que retirarse del Colegio de San Bartolomé. Garavito desde muy pequeño ha sido muy inteligente y ágil para los procedimientos matemáticos, esto gracias a su padre.
No solo desarrolló esta habilidad, sino que también fue descrito como un joven muy reflexivo, siempre se mostró en contra de la corrupción de su época, tal vez esto lo motivo a ser concejal de Bogotá y diputado de la Asamblea de Cundinamarca en un futuro. Para el año de 1884 obtuvo su título de bachiller en Filosofía y Letras. Al año siguiente, tuvo que abandonar sus estudios a causa de las numerosas guerras civiles que se desataron en el país. Tiempo después inició su carrera como ingeniero Civil en la Universidad Nacional de Colombia.
Luego estudió para ser licenciado en matemáticas. Durante su carrera desarrolló en un manómetro todas las posibilidades matemáticas que tiene este instrumento. También creó una estructura triangular para construir puentes. Gracias a su intervención en el gobierno, Garavito logró que se realizara la delimitación fronteriza del país y un mapa geográfico con la ayuda de métodos astronómicos, partiendo de la latitud de Santafé de Bogotá. El proyecto fue aprobado y se creó la Oficina de Longitudes, Garavito fue nombrado director. Para ese momento estaba casado con María Luisa Cadena, quien fue su única esposa.
Para tal fin el ingeniero bogotano recurrió a ingeniosos procedimientos: vértices astronómicos, referidos y fijados por coordenadas a las poblaciones más importantes del país, para ello se utilizaron cambios de señales entre el Observatorio Astronómico y las estaciones telegráficas de cada población. Estuvo en la dirección del Observatorio por 27 años, realizó varios aportes tales como la ubicación latitudinal de Bogotá, los estudios de los cometas que pasaron por la Tierra entre 1901 y 1910.
En 1916 viajó a Puerto Berrío, Antioquía para estudiar un eclipse de sol. Garavito se interesó por la Mecánica celeste: el estudio de las fluctuaciones lunares y su influencia en los comportamientos temporales, climáticos, hídricos y de los hielos polares, también la aceleración orbital terrestre. A partir de ese momento era muy reconocido entre los círculos de astrónomos del país y del exterior. Igualmente adelantó trabajo en los ámbitos de la física óptica, labor que no pudo culminar por su muerte. Sus aportes también alcanzaron el ámbito económico, tras la guerra civil dio al papel moneda un valor efectivo y no convencional. Compartió lo anterior en conferencias y congresos de economía.
Garavito estudió los ciclos de la riqueza y las influencias humanas que afectan la economía, factores como la guerra o la sobrepoblación. Además, mostró su apoyo a las ideas de la época de la Regeneración impulsada por Rafael Núñez, tales como el sistema centralista y la fundación de un Banco Nacional. Estuvo en la dirección de la Comisión Corográfica, fundada con el fin de impulsar el desarrollo de los ferrocarriles colombianos y crear una delimitación de la frontera con Venezuela. En algunos breves periodos de tiempo Garavito se desempeñó en el papel educativo, enseñó cálculo, mecánica racional y astronomía.
Debemos afirmar que en muchas ocasiones fue criticado por sectores como el clero, y también por algunos científicos al oponerse a la Teoría de la Relatividad. El Observatorio Astronómico Nacional tras una gran consulta eligió el nombre de Garavito, para bautizar el cráter lunar, ya que su trabajo sobre la Luna había sido citado por importantes científicos como Brouwer y Clemente en la obra científica Methods of Celestial Mechanics, en 1961. Para ese momento era el único latinoamericano que había tenido este honor.
Su trayectoria fue reconocida, alcanzó numerosas distinciones como la de ser miembro supernumerario de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, también de la Sociedad Geográfica de Lima, de la Astronómica de Francia y de la Sociedad Belga de Astronomía. Por diversos motivos no pudo formalizar su pertenencia a la Academia de Historia Hispanoamericana de Ciencias y Artes. Ahora bien, en el año 1919, el gobierno colombiano expidió un decreto donde se ordenó honrar la memoria de Garavito como científico colombiano, publicar todas sus obras y utilizarlas como textos de enseñanza en las universidades del país. Fue reconocido como uno de los símbolos de la ingeniería colombiana.
Este ingenioso y recursivo hombre fue muy admirado por su capacidad analítica y filosófica. Fue autor de algunas obras escritas la más importante se titula El juego de la aguja (1891), también fue autor de varios artículos en la revista Anales de Ingeniería y de algunos ensayos sobre la economía política y crítica filosófica. Finalmente, su vida termina el 11 de agosto de 1919 a la edad de 55 años, consecuencia de una enfermedad que adquirió mientras trabajó en una mina de carbón. Su esposa María Luisa Cadena había muerto 4 años atrás. Garavito fue enterrado junto a ella en el Cementerio Central de Bogotá.