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Josefa Ortiz de Domínguez

Josefa Ortiz de Domínguez
Dominio Público

Biografía de Josefa Ortiz de Domínguez

María Josefa Crescencia Ortiz Téllez-Girón, reconocida como “la Corregidora” o solamente Josefa Ortiz de Domínguez, nació en Valladolid, actual Morelia, en el estado mexicano de Michoacán, o en Irapuato, Guanajuato, el 8 de septiembre de 1768; y murió el 2 de marzo de 1829 en la Ciudad de México. Es recordada por haber participado en la conspiración de Querétaro, la cual fue un claro antecedente de la guerra de independencia de México.

Josefa Ortiz fue hija de Pedro Ortiz, quien capitaneaba el regimiento de Los Verdes, y de Manuela Téllez-Girón, una española proveniente de una familia de alta alcurnia. Aunque existe un debate sobre su posible lugar de nacimiento, se sostiene que María Josefa nació en la ciudad de Irapuato, en el estado de Guanajuato, porque en los archivos de este lugar se encontró una copia de su acta de bautizo. No obstante, también se sostiene que Josefa nació en Valladolid, Michoacán, donde hay una casa deteriorada que muchos historiadores señalan como su primer hogar.

Cuando todavía era una niña, Pedro Ortiz, padre de Josefina fue asesinado mientras estaba en ejercicio. No mucho tiempo después, su madre también falleció, por lo que Josefina Ortiz pasó a vivir junto a María Sotero Ortiz, su hermana mayor. Esta ayudó a que María Josefina se inscribiera en el Colegio de las Vizcaínas en la Ciudad de México, el cual era uno de los más prestigiosos centros educativos femeninos del país. A esta institución, por la imagen que proyectaba sobre los mexicanos, llegaban múltiples figuras políticas e intelectuales en determinadas ceremonias. Es así como en una de esas ocasiones llegó Miguel Domínguez, quien era un abogado que estaba comenzando a hacer su carrera política, y conoció a Josefina en el plantel. De ella se enamoró muy pronto y solicitó permiso a las autoridades del colegio para visitarla con más frecuencia. Tras un periodo de cortejo, visitas y cartas, Josefina y Miguel se casaron el 23 de enero de 1791 en el Sagrario Metropolitano en la misma Ciudad de México.

Una década después, su esposo, Miguel Domínguez, había sido ascendido a Corregidor de la ciudad de Santiago de Querétaro por orden directa del virrey Félix Berenguer de Marquina, máximo representante de la corona española en la Nueva España. Pese a esta posición, Miguel, tras una breve resistencia, comenzó a escuchar con atención a su esposa, quien era parte de los pequeños grupos de intelectuales que se reunían a promover las ideas de la Ilustración en el país. Por supuesto, todo esto debían hacerlo con suma discreción, pues tanto la Iglesia Católica como la Corona Española habían prohibido la difusión de esta ideología, que atentaba claramente contra sus poderes. La razón por la que estos grupos existían era por el trato discriminatorio que recibían las personas nacidas en América de las nacidas en España, a las que trataban de gachupines o criollos. Finalmente, Miguel Domínguez se unió a las estratagemas de las que hacía parte su esposa, quien ya era conocida como la Corregidora.

En el grupo literario de Querétaro, del que hacían parte María Josefa de Domínguez, su esposo Miguel, el cura Miguel Hidalgo, Ignacio Aldama y Juan Aldama, entre otros, comenzó a idearse una revolución armada con el fin de independizar a México de la Corona Española. Es así como, después de meditarlo y planearlo por algún tiempo, al fin se decidieron por el primero de octubre como el día en que se iniciaría la sublevación. Sin embargo, entre los participantes del grupo había un miembro infiltrado, quien rápidamente avisó a las autoridades. Estas, a su vez, delegaron a Miguel Domínguez la misión de arrestar a los conspiradores. Por supuesto, Domínguez no cumplió con su labor, y avisó a su esposa, quien a su vez alertó a sus compañeros de lucha. Por tal motivo, la revolución tuvo que adelantarse para el 16 de septiembre, día en que las mismas personas del pueblo se levantaron en armas luego de ser convencidas por Miguel Hidalgo en la misa patronal del pueblo de Dolores. Es así como se inició a la guerra de independencia de México, que culminaría el 27 de septiembre de 1821 cuando el Ejército Trigarante, comandado por Agustín de Iturbide, al fin entró en Ciudad de México, donde fue aclamado por la gente.

Por su parte, Josefa Ortiz de Domínguez tuvo once hijos con su esposo: José, Mariano, Miguel, Ignacia, Micaela, Dolores, Manuela, Magdalena, Camila, Mariana y el pequeño José. Finalmente, moriría a los 60 años en Ciudad de México en 1829 a causa de una pleuresía. Gracias a sus heroicas acciones, es considerada la Madre de la Patria Mexicana. Por lo mismo, hay varios monumentos en su honor. Por ejemplo, la casa en la que residió en Querétaro es el actual Palacio de Gobierno de Estado; en Ciudad de México, en la plaza de Santo Domingo, hay una estatua en medio de una fuente donde yace sentada; también su tumba es un monumento, en el que reposan sus restos y los de su esposo.

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