Imre Kertész (9 de noviembre de 1929 – 31 de marzo de 2016) escritor. Nació en Budapest, Hungría. Tiene raíces judías y fue judío. Reconocido por obtener el premio Nobel de Literatura en el año 2002. Su familia no tenía grandes comodidades económicas ni una posición social de importancia. Desde temprana edad tuvo que experimentar los estragos del aberrante nazismo. Esta experiencia quedó reflejada en su novela titulada Sin destino (1975). A la edad de 16 años fue enviado a un campo de exterminio nazi y logró salvarse. Esta obra al igual que muchas otras tuvieron reconocimiento hasta la caída del comunismo.
Logró culminar la escuela secundaria en 1948, y trabajar como periodista y traductor. Conseguir este trabajo no fue nada fácil. En el año de 1951 perdió su trabajo en el periódico Világosság luego de que el periódico comenzara a inclinarse por una línea orientada al comunismo. Trabajó en el departamento de prensa del Ministerio de Industria Pesada. Luego, en 1953 fue un periodista independiente. Al tiempo tradujo al húngaro obras de autores como Sigmund Freud
Sin destino, puede dar luces de su vida pues tiene un contenido autobiográfico, es una de las mejores novelas sobre el Holocausto y una de las grandes obras de la literatura contemporánea. Por otro lado, en los años setenta, consiguió reconocimiento como traductor, pero su condición de marginado por ser judío no cambiaba mucho: su vida seguía trascurriendo en el mismo espacio social y físico limitado. Varias veces tuvo que afrontar la negativa de casas editoriales de renombre que se rehusaban a publicar sus obras.
Para el año de 1988 publicó El fracaso (1988), que reconstruye, en una estructura compleja y un poco irreal, sus vivencias durante la época estalinista. La tercera obra, Kaddish por el hijo no nacido (1990), el titulo tiene su fundamento en una oración judía que se reza en homenaje de los padres muertos. Al caer el Muro de Berlín publicó Diario de galera (1992), los relatos La bandera británica (1991) y Acta notarial (1993) Un instante de silencio en el paredón (1998), obra ensayística, y el híbrido Yo, otro. Crónica del cambio (1997).
Para ese momento su vida era más llevadera, tuvo la oportunidad de inmiscuirse en la vida cultural húngara, gracias a su tardío descubrimiento en países como Alemania. Pero seguía siendo rechazado por las autoridades culturales húngaras, que pretendieron impedir su naciente carrera internacional: argumentaron que no podría recibir un importante premio alemán pues por ser judío no era un escritor idóneo para recibirlo.
El tema del Holocausto no ocupó espacios de protagonismo en su última etapa de escritura. Pero solo con su gran obra aportó a la narrativa del trauma y también aportó de manera radical a generar una conciencia viva del Holocausto. En el año 2002 se le concedió el Premio Nobel de Literatura: fue aplaudido por muchos que sentían que lo merecía y era la compensación más brillante por una larga vida de marginación y de resistencia desde las letras. Su vida terminó el 31 de marzo de 2016.