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Historia del teléfono

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El teléfono (1854). el italiano Antonio Meucci, tenía una esposa que sufría de reumatismo, por ello, tuvo que dejar su trabajo en una empresa como ingeniero industrial y empezar a trabajar desde casa para cuidarla. Para estar pendiente de ella, mientras él estaba en un espacio improvisado y su mujer en el cuarto, inventó un método para poder hablar con su esposa sin tener que llegar físicamente al cuarto. El invento fue muy útil y logró funcionar sin inconveniente. La razón por la cual no patentó este invento que bautizó como teletrófono, fue la falta de dinero.

Varios años después, decidió presentar en un espacio público su invento. Las personas podían oír claramente una canción que estaba siendo interpretada por un cantante a una distancia considerable. Este hecho tuvo varias columnas en el periódico. A pesar de la admiración y curiosidad que causó nunca se concretó alguna oferta clara. Esta situación generó que Meucci sintiera miedo de que su invento fuera copiado y patentado por otro.

El italiano seguía convencido de que su invento podía ser vendido a un gran empresario. Así que, se acercó a Edward B. Grant, vicepresidente de una filial de la Western Union Telegraph Company y le compartió su creación. Se le pidió que lo dejara, pero al cabo de varios meses sin recibir respuesta acudió a la compañía, pero nadie le devolvió su invento. La situación que tanto temió se hizo realidad, en 1876, Alexander Graham Bell registró una patente que realmente no describía el teléfono pero su sistema era el mismo y logró firmar un contrato con la Western Union.​ Meucci se enteró, y rápidamente buscó un abogado que reclamara ante la oficina de patentes de los Estados Unidos en Washington, esto no tuvo resultado.

Diez años después, Meucci demandó a su abogado, porque había recibido dinero de la poderosa compañía Bell. A pesar de que el Gobierno de Estados Unidos inició acciones legales por fraude contra la patente de Alexander Graham Bell. Una de las peores situaciones que tuvo que afrontar Meucci fue observar que en 1880 Graham Bell recibió el premio Volta. Gracias al dinero obtenido con este premio desarrolló el grafófono. Aunque, la única confrontación de Bell no fue con el italiano, también la tuvo con Elisha Gray, que también realizó casi al mismo tiempo la patente de este invento.

Finalmente, el proceso se dilató, como estrategia de los intereses de Bell, hasta que tuvo que cerrarse en 1889 por la muerte de Meucci. Muchas décadas después, la Cámara de Representantes de los Estados Unidos publicó un reconocimiento por la obra del inventor italoestadounidense. En la misma se reconoce que fue Antonio Meucci y no Alexander Graham Bell quien inventó el teléfono.

Luego de la muerte de Meucci y el camino libre de interrupciones, Bell comenzó a popularizar el teléfono y venderlo con ayuda de la importante compañía, como parte del contrato. Empezaron a realizar varias mejoras al sistema del teléfono y a su aspecto. En estas mejoras, participó Thomas Alva Edison, que introdujo notables mejoras en el sistema, como la del micrófono de gránulos de carbón.

Posteriormente, se realizó la primera conexión telefónica pública se verificó en Estados Unidos, gracias a la instalación de una central pequeña de funcionamiento manual, que hacía posible la distribución de las llamadas entre los usuarios de la red. La conmutación automática empezó a popularizarse en los años noventa del siglo XIX, con la introducción del disco marcador. Este luego fue sustituido por los denominados generadores de impulsos. Para dicha época, la interconexión de teléfonos se realizaba gracias al tendido de cables; hoy, este sistema se mantiene a nivel local. Sin embargo, para las comunicaciones a larga distancia se emplean actualmente la radio o satélites artificiales.

Desde 1879 se buscó desarrollar un sistema en donde el usuario, sin la intervención de operadoras, pudiera comunicarse directamente con el usuario al otro lado de la línea. Pero todos los intentos no resultaron exitosos. Esta era una de las grandes desventajas de los antiguos teléfonos, la imposibilidad de comunicarnos directamente como lo hacemos ahora.  Tuvieron que transcurrir casi diez años hasta que Almon B. Strowger patento un sistema de aparatos y centrales telefónicas automáticas, la presencia de operadoras para efectuar la conexión entre 2 usuarios ya no era requerida.

Esto fue realizado con la invención de los botones pulsadores para elegir al usuario con el cual querían comunicarse. Pero este quedó en el olvidó cuando se realizó una importante innovación en el teléfono integrándole un disco de marcar era un disco que giraba con la fuerza del dedo y estaba provisto de diez agujeros numerados del 0 al 9 en los cuales el usuario introduce el dedo para hacer girar el disco hasta un punto. Con esto cambió notablemente el aspecto del servicio.

El teléfono empezó a ser una herramienta dinámica, ágil y que respondía a las necesidades del nuevo mundo. Los teléfonos se convirtieron en indispensables, ya nadie pensaba estar lejos de un teléfono, todos querían estar al alcance de sus clientes, amigos y familiares. Definitivamente, las relaciones personales cambiaron y la manera como nos acercábamos a los demás. Progresivamente, los aparatos fueron cambiando de aspecto de acuerdo a la moda y al capricho del diseñador.

Luego, llegaron los teléfonos inalámbricos. Estos realmente revolucionaron el mercado, estaban diseñados para la total comodidad del usuario; cada vez salían más modelos de aparatos telefónicos inalámbricos. Estos nos permiten la comunicación telefónica en cualquier parte porque el auricular no debía estar conectado por un cable a la línea. Todo se manejaba por ondas de radio. Al principio tuvieron problemas en la calidad de voz recibida y emitida, pero con el tiempo fueron mejorándose estos sistemas. De ahí hemos llegado a todos los avances que podemos disfrutar en la actualidad, y claramente al uso del teléfono móvil.

Dentro de la gran cantidad de artefactos que el ser humano ha construido, el teléfono ha sido uno de los instrumentos que ha permitido mejorar las condiciones de vida, ha salvado vidas, ha logrado la comunicación instantánea con nuestros seres queridos, a pesar de la distancia. Además, es el medio por donde las personas realizan, actualmente, casi todas sus transacciones bancarias o comerciales.

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