Historia
Historia del Opus Dei
Historia del Opus Dei
El Opus Dei fue fundado por Josemaría Escrivá de Balaguer; un sacerdote nacido en Madrid que fue enviado a Zaragoza, España para cumplir su labor sacerdotal. El 2 de octubre de 1928 se trasladó a Madrid para terminar unos estudios. Estando allí recibió un mensaje de Dios, respondiendo a dicho mensaje decidió fundar el Opus Dei. Se enfocó en el cuidado de los enfermos y los pobres en hospitales y barriadas populares de Madrid. Durante su vida tomó como misión difundir el mensaje de la llamada universal a la santidad y al apostolado en el mundo.
En ese sentido, todo cristiano está llamado a vivir como hijo de Dios en la vida ordinaria, la tarea es aprovechar las circunstancias corrientes de nuestra existencia como una ocasión de encuentro con Dios, de servicio a los demás y de evangelización. El Opus Dei tiene como objetivo exhortar a sus fieles, hombres y mujeres, para que dediquen su vida a la oración, ofreciéndoles programas de formación cristiana y espiritual, tales como: clases, retiros espirituales, atención sacerdotal, etc. También se interesan por la renovación y mejora de la cultura, de la civilización y de las situaciones sociales, tratándolas desde el amor y la verdad de Cristo.
Uno de los grandes logros fue la apertura en Madrid del primer centro del Opus Dei, la Academia DYA, en el año 1933. Esta se enfocó en impartir clases de Derecho y Arquitectura a jóvenes integrando los valores y el mensaje cristiano del Opus Dei. Un año después, se abre dentro del campus las residencias universitarias, con ello, el mensaje del Opus Dei empezó a impactar jóvenes de todos los países. Ellos debían realizar retiros espirituales y brigadas en barrios marginales de Madrid.
El desarrollo del Opus Dei en los tiempos de la Guerra Civil Española fue muy duro, debido a la persecución religiosa, obligando a Josemaría a refugiarse en diferentes lugares de España hasta que logra salir. Al terminar la confrontación, decidió regresar a Madrid donde realizó activos trabajos espirituales dirigidos a miembros de la iglesia católica. Pero el periodo del comienzo de la Segunda Guerra Mundial también impidió el establecimiento de la iglesia del Opus Dei en otros países europeos donde estaba germinando.
Gracias a un trabajo arduo, el fundador de esta congregación logró que fuera concedida una aprobación diocesana del Opus Dei, emitida el 19 de marzo de 1941 por parte del obispo de Madrid, mons. Leopoldo Eijo y Garay. Algunos años después logran que los sacerdotes formados en el Opus Dei pudieran ordenarse y ser aceptados por la iglesia católica. Los primeros sacerdotes ordenados del Opus Dei fueron Álvaro del Portillo, José María Hernández de Garnica y José Luis Múzquiz.
Para la década del 70 el sacerdote se instaló en Roma y emprendió varios viajes por diferentes países de Europa y de América del Sur, en ellos impulsó, por medio de catequesis a la población civil, el establecimiento y la consolidación del trabajo apostólico del Opus Dei. Luego de su muerte el 26 de junio de 1975, el Opus Dei continua en varios países, y su expansión se incrementó cuando se solicitó a la Santa Sede su canonización, que se efectuó el 17 de mayo de 1992 por el papa Juan Pablo II. Diez años después fue santificado en la plaza de San Pedro, en Roma.
En el Opus Dei todos los miembros deben cumplir ciertas reglas, por ejemplo, los numerarios deben vivir dentro de la congregación, deben donar todos sus ingresos y estar prestos a trasladarse a otros lugares para evangelizar y realizar obras de caridad; también deben ejercer funciones de acuerdo a su estatus en el Opus Dei. Es necesario mencionar que los hombres y las mujeres numerarios no pueden habitar nunca el mismo espacio, porque deben practicar el celibato.
Dentro del Opus Dei existe otra categoría, se trata de los supernumerarios que son personas que tienen una familia conformada, ellos no deben vivir dentro de la congregación, pero obviamente deben regirse por las directrices de la institución. Entonces, deben asistir por lo menos una vez al año a convivencias y a retiros espirituales. Además, deben ir a misa todos los domingos y asistir a las celebraciones de fechas especial y a la comulgación. Los supernumerarios tienen derecho a gozar de la asesoría de un sacerdote, que los confiesa y orienta en la educación de sus hijos y en su relación de pareja.
Las parejas no pueden usar métodos de planificación, por ello las familias que pertenecen al Opus son numerosas. En el caso de los jóvenes, ellos deben asistir y colaborar en la programación social, cultural y espiritual de la congregación. Los hijos de los numerarios tienen destinadas diferentes casas, de acuerdo con el género y la edad, en las que reciben asesoría espiritual, participan en jornadas de estudio y clases de pintura, manualidades y cocina, entre otras. Cada una de estas actividades es guiada por las mujeres de la congregación. A los padres también se les brindan este tipo de enseñanzas, además de charlas sobre valores y formación espiritual en el hogar.
En la actualidad, los fieles de la Prelatura son más de 85.000 en los cinco continentes. La sede central continúa ubicada en Roma. Ahora bien, esta congregación ha sido víctima de varias críticas por su radicalismo espiritual, han sido catalogados como la extrema derecha de la Iglesia Católica. Sin embargo, sus miembros se enorgullecen de la obra social que realizan, ellos afirman que han sido objeto de rechazo por afirmarse que hacen parte de una secta.