Historia
Historia de Mímir
Mímir
Mímir (dios en la mitología nórdica) este gigante mitológico escandinavo fue guardián de las fuentes de la sabiduría, ubicadas en las raíces de Yggdrasil. Mímir fue el consejero de Hœnir después de convertirse en el soberano de los Vanir. En una ocasión se negó a que Odín (sobrino) bebiera de dichas fuentes. Odín tuvo que negociar y ofrecerle uno de sus ojos. Advierte el mito que tuvo que negociar con Mímir, así que le ofreció un ojo suyo.
Odín fue muy popular por su conocimiento omnisciente y sabiduría, esto lo logró luego de estar en la tierra de los gigantes (Jötunheim) al beber de un pozo mágico llamado, pozo de Mímir. Odín volvió a Asgard con la cabeza de Mimir para consultas oraculares. Mimir fue también el consejero de Hœnir después de que se convirtiera en el soberano de los Vanir. Odín se caracterizó por su afán de aprender y tener más sabiduría. Mimir poseía un pozo en el que cualquiera que bebiera sus aguas conocería el porvenir, él era muy celoso de su manantial y no permitía que alguien se acercara. Entonces, cuando Odín quiso beber del agua Mimir le impuso que debía arrancarse uno de sus ojos y lanzarlo al pozo.
Odín aceptó la ofrenda. Luego, Odín tuvo el poder de ver con total claridad el destino de los seres, incluidos los dioses: el Ragnarök, el fin del Universo y su propio destino en muerte. Lo anterior no fue tan interesante y generó un gran impacto en Odín. Es por ello, que Odín es representado como un hombre viejo y triste.
Algunos vieron en Odín a un dios egoísta que no quiso compartir su conocimiento, queriendo estar encima de los demás; otros veían en Odín a un ser generoso, que había sacrificado uno de sus ojos para compartir su conocimiento. Sea como fuere, luego de esto, Mímir es decapitado durante la guerra contra los Vanir y su cabeza es enviada a Odín, quien la utiliza en el oráculo.