Historia
Historia de los números
HISTORIA DE LOS NÚMEROS
Al descubrir la historia de los números, nos adentramos en el origen de uno de los descubrimientos más trascendentales de la humanidad; ya que los números forman parte de casi todas las manifestaciones de la cotidianidad del hombre. Puede afirmarse que los antiguos egipcios fueron los primeros pueblos en utilizar un sistema de numeración decimal. En dicho sistema, las unidades eran representadas por simples palotes, de manera tal que cinco unidades correspondían a cinco palotes. La complejidad del sistema al representar unidades mayores era evidente, razón por la cual se implementaron símbolos para agrupar unidades, como fue el caso de una especie de U invertida, esta representaba una decena; luego correspondían símbolos para las centenas, , millares, etc.
En la historia de los números, los romanos cumplen un papel fundamental, ya que mejoraron los sistemas utilizados hasta entonces, partiendo de la base de la numeración etrusca. Por una parte, utilizaron símbolos para representar unidades menores e intermedias, como por ejemplo: el cinco, el cincuenta, el quinientos. Por otro lado, el sentido de colocar un símbolo de menor valor ante uno de mayor valor o tras él, significaba si debía ser sumado o restado al mismo. Es interesante considerar que si bien el sistema de numeración romano carece de práctica, en la actualidad, muchas personas conocen y dominan su funcionamiento, tanto así que es la numeración utilizada por excelencia para representar los siglos.
Casi de forma paralela a la aparición de la numeración romana, los griegos desarrollaron un sistema numérico utilizando su alfabeto. Para ello incorporaban un palote sobre el carácter alfabético para indicar los números de 1 al 10, luego 20, 30, 40, en adelante.
Es fácil prever que partiendo de los sistemas precitados, las sumas y restas no representan dificultad de cálculo; sin embargo, realizar operaciones complejas, como la multiplicación de grandes unidades, era muy tedioso. Para estos efectos, los romanos inventaron el ábaco hacia el siglo IV a.C, muy similar al suwanpan, inventado por los chinos hacia el siglo IX a.C., este consistía en una tabla dividida en dos series de ranuras paralelas por la que se desplazaban figuras esféricas que representaban las unidades, decenas y centenas.
Hacia el año 500 a.C., en la región de Punjab, el astrónomo Aryabatha desarrolló un sistema que sustituía las señales del ábaco por símbolos que representasen los números del 1 al 9, también propuso que el valor del símbolo dependía según la posición de los elementos que lo componían, dicho de otra manera, había sentado las bases de la numeración actual. Vale la pena considerar que dicho sistema precisaba de un perfeccionamiento, y este llegó en gran medida con el aporte de los indios: el cipher, el cero.
Con la conquista de Punjab, por parte de los árabes, 700 d.C., el descubrimiento de Aryabatha causaría gran asombro por su grado de desarrollo. Los árabes adoptaron de inmediato este sistema de numeración y lo denominaron Hindi, o huruf alghubra (letras de arena). Con el paso del tiempo, los caracteres hindi ya eran usados por los eruditos árabes, quienes fueron perfeccionando los símbolos, pasando de la numeración hindi hacia el arabigo moderno.
En Europa, tardaron un tiempo considerable en aprender acerca de su uso, y si bien algunos los utilizaban hacia el año 1200, su uso no se proliferó hasta la introducción de la numeración arabiga por parte de Leonardo Fibonacci.
Los símbolos del sistema de numeración arabigo migraron hacia los símbolos medievales europeos, y estos hacia los números modernos que se utilizan en la actualidad.