Síguenos en redes

Militar

Hipólito Bouchard

Biografía de Hipólito Bouchard
Albertonassivera [CC BY-SA 3.0], via Wikimedia Commons

Biografía de Hipólito Bouchard

Hippolyte Bouchard o Hipólito Bouchard (15 de enero de 1780 – 4 de enero de 1837) Nació en Saint Tropez, Francia. Militar y corsario francés, nacionalizado argentino, recordado por su destacada participación en el movimiento independentista argentino y sus viajes como corso del gobierno en la fragata La Argentina (1817 y 1819). Bouchard castellanizado como Buchardo, llegó a Argentina como marino mercante en 1809. Como Capitán participó activamente en los combates contra los realistas bajo el mando de Juan Bautista Azopardo. Posteriormente integró la expedición corsaria de Guillermo Brown al Pacífico, destacándose al abordar la fragata española Consecuencia. En los siguientes años atacó a diversos navíos españoles, haciéndose con un gran botín y el reconocimiento del gobierno argentino.

Familia e inicios en el mar

Hijo de André Louis Bouchard y Thérese Brunet, desde muy temprana edad comenzó su aventura en el mar. Estuvo en buques pesqueros y mercantes, antes de unirse a la marina francesa a finales de la década de 1790. Tras realizar varias campañas en el mar, llegó a Argentina como marino mercante en 1809. Siendo liberal y antimonárquico, se inclinó rápidamente a favor de la causa independentista argentina. Decidió unirse a lucha del pueblo argentino, poniendo sus conocimientos a disposición de la Revolución. En 1811, fue nombrado capitán del bergantín 25 de Mayo, abordó de este participó en el Combate de San Nicolás (2 de marzo de 1811), siguiendo las órdenes de Juan Bautista Azopardo.

Tras escapar de los realistas, defendió a Buenos Aires de los ataques orquestados por la escuadrilla de Michelena el 7 y 19 de julio. Como teniente de granaderos a caballo, luchó en el Combate de San Lorenzo (3 de febrero de 1813). Posteriormente regresó a la armada y se integró como comandante del Halcón a la expedición corsaria de Guillermo Brown al Pacífico, participando activamente en los enfrentamientos frente a El Callao. En el trascurso de los enfrentamientos abordó la fragata española Consecuencia, haciéndose de un gran botín.

Después del fallido intento de golpe de Brown sobre el territorio ecuatoriano, Bouchard decidió tomar caminos separados al mando de Consecuencia y la goleta Carmen. En junio de 1816, llegó a Argentina con su reducida tripulación. Al tener numerosas cuentas pendientes, Bouchard tuvo que lidiar por más de un año con diversos problemas, entre estos estaba incluido el desarrollo de un duelo y el fusilamiento de uno de sus tripulantes por insubordinación sin tener el consentimiento del gobierno.

Corsario

En julio 1817, regresó al mar abordó de La Argentina, cuyo destino era las islas Filipinas, por donde se encontraban los barcos realistas. Tenía como misión perseguir y obstaculizar el paso de las flotas españoles, lo cual afectaría seriamente la comunicación de España con su colonia del archipiélago. En el trascurso del viaje, la mayoría de la tripulación enfermó de escorbuto, pero no esto no le detuvo. Ayudó a las marinos ingleses y franceses que encontró persiguiendo el tráfico de esclavos, prohibido también en Río de la Plata. La mayoría de los tripulantes de La Argentina habían enfermado antes de llegar a las costas de la isla de Luzón, debido a esto no quedo otra alternativa que someter a los enfermos a un extraño tratamiento, usado por las tribus indígenas para tratar enfermedades mortales.

El tratamiento consistía en sumergir al enfermo en agua fangosa, dejando solo la cabeza afuera. Al terminar, los que estaban menos enfermos se recuperaban, mientras que los enfermos de gravedad aceleraban su muerte. Finalizado el tratamiento, la tripulación bastante reducida continuó su viaje por el estrecho de Madagascar. Una vez en la zona, Bouchard tuvo que enfrentar a los piratas malayos, decididos a acabar con los buques que encontraban a su paso.Tras hundir algunos navíos malayos, La Argentina prosiguió su viaje hacia Manila, llegando a comienzos de 1818.

En sólo dos meses en Manila, Bouchard y su tripulación acabaron con dieciséis navíos españoles, cargados con arroz, especias y cacao, provocando así una grave crisis en la guarnición de Luzón. Posteriormente se trasladó al canal de los Galeones, donde tras haber perdido a uno de sus hombres, comenzó su lucha con el bergantín Santa Cruz, cargado con alimentos del rey. El Santa Cruz y la goleta que lo acompañada fueron acabados por Bouchard. Terminada su misión en aquellas aguas, el corsario fijó como rumbo el Pacífico. En tres meses llegó a Hawai, donde encontró a la corbeta Santa Rosa perteneciente al gobierno argentino.

Para su sorpresa la tripulación del Santa Cruz se había amotinado, dejando a sus oficiales en la costa de Chile y continuando su viaje como corsarios. Al llegar a la isla habían vendido la corbeta al rey de la isla, Kamehameha, conocido también como Pedro el Grande del Sur. Decidido a recuperar el navío, Bouchard desembarcó con su tripulación y se dirigió hacia al palacio del rey, situado lejos de la costa. Pagó por la corbeta y sometió a juicio a los marinos amotinados; el culpable del movimiento, Enrique Gribbin, fue condenado a la pena capital. Terminada su misión en la isla, Bouchard navegó por las costas de California y de México, atacando a los barcos realistas que encontraba. Su labor en honor del gobierno argentino se vio manchada, por las acusaciones del comodoro Thomas Cochrane, quien le acusó de atacar navíos no españoles, tomó La Argentina y los otros barcos que había adquirido el corsario, para luego captúrale.

Bouchard recobró su libertad unos meses más tarde, gracias a la intervención del representante argentino, Tomás Guido. Una vez en libertad, Bouchard trasportó las tropas de José de San Martín hasta el Perú, colaborando en gran medida al libertador.  Después de esto, Bouchard no regresó a Argentina, navegó unos años más y posteriormente se estableció en Perú, donde recibió una gran compensación por sus servicios.  Alejado del mar, Bouchard se dedicó a la industria azucarera en su hacienda de San Javier de Nazca. Este aguerrido militar y navegante, falleció el 4 de enero de 1837, en Perú. Su acta de defunción comenta que murió a manos de sus propios esclavos.

Advertisement

Escritores

Celebridades