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Conquistadores

Gonzalo Jiménez de Quesada

Biografía de Gonzalo Jiménez de Quesada
Dominio público
Nombre CompletoGonzalo Jiménez de Quesada y Rivera
Fallecimientofebrero 16, 1579
OcupaciónAbogado y explorador
NacionalidadEspañola

Biografía de Gonzalo Jiménez de Quesada

Gonzalo Jiménez de Quesada (1509- 16 de febrero de 1579), abogado, cronista y conquistador. Nació en Granada, España. Se graduó como licenciado en Derecho en la Universidad de Salamanca. Al terminar su instrucción con gran brillantez, se alistó como soldado en Italia como soldado hasta 1530. Su fama de combatiente experimentado fue la clave que le abrió el camino para llegar a las puertas de la Real Cancillería de Granada, donde ocupó un puesto como letrado que acabaría llevándolo al otro lado del mundo.

La muerte del gobernador de Santa Marta fue conocida unos meses después en España, así que, la monarquía sustituyó rápidamente, eligiendo a Pedro Fernández de Lugo, además de dotarle el título de gobernado de Santa Marta, se le concedió unas capitulaciones con el título de adelantado y derecho a conquistar tierras no dominadas, llevando al Nuevo Mundo al grupo de soldados e invasores que el considerara conveniente. Fernández de Lugo no dudó en designar a Gonzalo Jiménez de Quesada para el cargo de justicia mayor y teniente general de la expedición. Lugo, lo consideró un hombre despierto y de perspicaz ingenio, con grandes habilidades de un caballero, manejo de las letras y de las armas. Gonzalo Jiménez de Quesada, aceptó este gran reto.

Como un soldado y un hombre culto, tenía todo el conocimiento necesario sobre la expedición, el territorio descubierto contiguo a su destino, las premuras que expediciones anteriores habían sufrido, ya fuera partiendo de Santa Marta o de Cartagena de Indias, todas ellas con el fin de apoderarse de las tierras fértiles y llenas de minerales preciosos. Pero las abruptas y espesas selvas, los impetuosos ríos, los despiadados mosquitos y los temerarios nativos fueron un gran obstáculo para lograr el éxito de la mayoría de las expediciones. No obstante, con toda la valentía posible Gonzalo Jiménez de Quesada remontó el río Magdalena, junto a su tripulación.

Exploró los valles, junto a sus hombres, que encontró a su paso y en 1537 logró llegar a las llanuras de la meseta de Cundinamarca, situada en el centro de Colombia. Llegar allí no fue tarea fácil, se enfrentaron ante numerosos peligros, varios tripulantes murieron por picaduras de animales, el sofocante clima y algunos de hambre. Otros tantos resultaron heridos por ataques de indígenas provistos de flechas envenenadas. La geografía también supuso un conflicto, las cadenas de los Andes septentrionales, para ese entonces casi impenetrable.

Meses después, Gonzalo Jiménez de Quesada rodeó la Sierra Nevada de Santa Marta y llegó a Valledupar, pisó varios territorios como: Chiriguaná, Tamalameque y Sompallón. Por el Rio Magdalena llegó a San Pablo y a la actual Barrancabermeja, continuó su paso por Guachetá, Lenguazaque, Cucunubá, Suesca, Nemocón, Tausa y Zipaquirá hasta arribar a Chocontá y Turmequé. En este punto, sometió a algunos nativos para que los guíen en el camino y les proporcionaran ayuda en los caminos. También descubrió a Tunja, Sogamoso, Duitama, Sáchica, Zaquenzipa, la laguna de Tota y el valle de Neiva hasta Altamira, en el Huila actual.

Durante la travesía por la hoy conocida región andina, específicamente, el altiplano cundiboyacense, Quesada se encontró con la existencia del grupo humano nativo llamado chibchas o muiscas, dedicados a la artesanía y agricultura. Estos fueron sometidos bajo el signo de la cruz, realmente, la fuerza no fue la principal herramienta en esta comunidad, aunque, si existieron episodios de sublevación que fueron resistidos con belicosidad.

El 5 de agosto de 1538, el licenciado Gonzalo Jiménez de Quesada fundó la ciudad de Santa Fe de Bogotá, la que habría de convertirse en la capital del reino de Nueva Granada. Un año después, llegaron a Bogotá dos nuevas expediciones: la primera presidida por Sebastián de Belalcázar, que vino de tierras peruanas, y la segunda de Nicolás Federmann, provino de Venezuela. Los tres capitanes se proclamaron descubridores de la región, por ello, estuvieron a punto de entablar una guerra. Esta guerra no se dio, en parte por la poca cantidad de soldados que tenía cada conquistador, al fin determinaron regresar a España para que el monarca diera la última palabra en cuanto a la adjudicación de los territorios de la gobernación de Nueva Granada.

Finalmente, el Consejo de Indias resolvió no otorgar a ninguno el ansiado título de gobernador. A pesar de que todo el mérito correspondía a Quesada, porque fue el único que había actuado legítimamente con aval de un miembro de la monarquía.

A la edad de 60 años, Gonzalo Jiménez de Quesada recibió una misión por parte de la corona española para conquistar los Llanos ubicados al oriente de los Andes colombianos. Esta expedición fue pensada en base a la leyenda de El Dorado. Los españoles oyeron rumores en los que se afirmó que en la Laguna de Guatavita, los indígenas ofrecían sacrificios humanos a sus dioses, el indígena sacrificado, en este caso, el cacique dorado, llevó sobre su cuerpo desnudo un gran número de joyas de oro, llegó justo a la mitad de la laguna y se sumergió. Los españoles con toda la ambición del caso, decidieron comisionar a Jiménez de Quesada para esta labor, el anciano militar partió desde Santa Fe de Bogotá en 1569 con 400 españoles, 1500 nativos, 1100 caballos y 8 sacerdotes. Primero descendió a Mesetas en el alto río Guejar. La expedición se movilizó a San Juan de los Llanos, navegando hacia el suroriente durante dos años.

Se dieron cuenta que esta expedición pararía en un fracaso. Finalmente, la expedición retornó a San Juan después de seis meses con pocos sobrevivientes. Inesperadamente pasó por San Fernando de Atabapo, inmediaciones entre el Guaviare y el Orinoco, pero no pudo avanzar por la debilidad de las estructuras de los barcos y además sufrieron amenazas de ataque por parte de unos nativos.  Por lo tanto, regresaron frustrados a Santa Fe en diciembre de 1572 con tan sólo 64 españoles, 4 nativos, 18 caballos y dos sacerdotes.

Al momento de llegar, Gonzalo, envió una emisión a la corona, dando los pormenores de la situación, concluyó que la expedición resultó uno de los más caros desastres registrados. Luego de un breve período de servicio en el comando de la frontera, Quesada se trasladó a Huesca, con lo poco que pudo salvar de su fortuna. Alejado de la vida militar y dedicó su última etapa a escribir una serie de obras de las cuales se ha perdido la mayor parte. Su obra más conocida es El Antijovio, en ella narró los principales acontecimientos de Europa 1500 a 1550. Gonzalo Jiménez de Quesada tuvo un contagio de lepra, al que no pudo sobrevivir, murió en Mariquita el 16 de febrero de 1579. Sus restos reposan en la Catedral Primada de Bogotá.

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