Arte
Francisco de Quevedo
Nombre Completo | Francisco Gómez de Quevedo y Santibáñez Villegas |
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Nacimiento | septiembre 14, 1580 |
Fallecimiento | septiembre 8, 1645 |
Ocupación | Escritor, dramaturgo y poeta |
Nacionalidad | Español |
Géneros | Poesía, novela, novela picaresca y tragedia |
Biografía de Francisco de Quevedo
Francisco de Quevedo (14 de septiembre de 1580 – 8 de noviembre de 1645) escritor. Nació en Madrid, España. Su padre desempeñaba altos cargos en la corte y su madre era dama de la reina, esto hizo que desde su infancia estuviera relacionado con el ambiente político y cortesano. Se crió bajo muchos lujos y comodidades. Se educó en el colegio imperial de los jesuitas, y, luego ingresó a las Universidades de Alcalá de Henares y de Valladolid, fue en esta ciudad donde desarrolló su estilo al escribir y su fama de gran poeta. Además de ese tiempo es su rivalidad con Luis de Góngora. En el año 1606 estudió teología y conoció al duque de Osuna, a quien Francisco de Quevedo dedicó sus traducciones de Anacreonte, esto fue muy admirable porque fue la primera traducción que se hizo de las obras de este famoso autor. Su relación fue tan estrecha que acompañó al duque a Sicilia como secretario de Estado, y participó como agente secreto en peligrosas intrigas diplomáticas entre las repúblicas italianas.
En 1616 recibió el hábito de caballero de la Orden de Santiago. Quevedo fue acusado de haber participado en la conjuración de Venecia. Para su desgracia el duque de Osuna cayó en 1620; fue detenido y condenado a la pena de destierro en su posesión de Torre de Juan Abad. El duque en ascenso, el conde-duque de Olivares, se convirtió en su protector y le distinguió con el título honorífico de secretario real. Pero no paso mucho tiempo hasta que Quevedo volvió a arriesgar su estatus político al rechazar la elección de Santa Teresa como patrona de España en favor de Santiago Apóstol. Por ello, en 1628, fue desterrado nuevamente, esta vez en el convento de San Marcos de León.
Al regresar a la corte se casó con Esperanza de Mendoza, una viuda de la que se separó poco tiempo después. Pero al estar relacionado con varios escándalos por corrupción el conde-duque empezó a desconfiar de Quevedo. De ahí que, sin comprobarse las acusaciones, fue encarcelado en el convento de San Marcos, donde permaneció hasta 1643. Cuando salió en libertad, su salud no era la mejor, se retiró definitivamente a Torre de Juan Abad.
La obra de Francisco de Quevedo
Quevedo desarrolló todos los géneros literarios de su época. Desde joven había desarrollado la pasión por la poesía, sonetos satíricos y burlescos. En muchos textos expuso su pensamiento, típico del Barroco. Algunos poemas muestran la desilusión y la melancolía frente al tiempo y la muerte, estos pueden ser definidos como los puntos centrales de su reflexión poética. Utilizó un lenguaje muy coloquial que logró imprimir un gran estilo moderno a la obra. También, adoptó una convencida y agresiva postura de rechazo del gongorismo, que le llevó a publicar agrios escritos, como por ejemplo la Aguja de navegar cultos con la receta para hacer Soledades en un día (1631). Su obra poética, se publicó luego de su muerte en dos volúmenes, tuvo un gran éxito.
La producción de Francisco de Quevedo es también variada y extensa en cuanto a la prosa. Fue escritor de diversos textos como tratados políticos hasta obras ascéticas y de carácter filosófico y moral: La cuna y la sepultura (1634), un tratado moral de fuerte influencia estoica, a imitación de Séneca. Doctrina moral del conocimiento propio, y del desengaño de las cosas ajenas (Zaragoza, 1630). Epicteto, y Phocílides en español con consonantes, con el Origen de los estoicos, y su defensa contra Plutarco, y la Defensa de Epicuro, contra la común opinión (1635), Las cuatro pestes del mundo y los cuatro fantasmas de la vida (1651).
Historia de la vida del Buscón llamado don Pablos es una de sus novales picarescas más populares. Su obra es ingeniosa y de un humor corrosivo, impecable en el aspecto estilístico, escrita durante su juventud y publicada clandestinamente hasta su edición definitiva. Más que su originalidad como pensador, se admira su total dominio y virtuosismo en el uso de la lengua castellana.
Se encuentran varias obras incompletas o perdidas de Quevedo, algunas son: La segunda parte de la Vida de Marco Bruto (1644), Historia de don Sebastián, rey de Portugal, La polilla de las repúblicas, Historia del año 1631, y Dichos y hechos del Duque de Osuna en Flandes, España, Nápoles y Sicilia. Quevedo murió a los 64 años, el 8 de septiembre del año 1645. Se asegura que fue un hombre de poca presencia física por su aspecto físico, por ello no tuvo muchas oportunidades con las mujeres, pero si desarrolló un sentido para expresarse en las cuestiones amorosas a través de su poesía, de corte petrarquista en la que le da prioridad a la hondura del sentimiento, Quevedo vio el amor como un sentimiento que le da sentido a la vida y al mundo.