Publio Cornelio Escipión Emiliano, Africano el Menor o Numantino (185 a.C -129 a.C), más conocido como Escipión Emiliano, fue un militar y político romano del siglo II. Hijo de Paulo Emilio, adoptado por Escipión el Africano, se educó en un ambiente helenístico. Actúo dos veces con cónsul y estuvo al mando de la tercera guerra púnica (149-46), asediando y destruyendo Cartago. Más tarde inició la Guerra Numantina, con la que restauró la disciplina en el ejercito romano y conquistó a los numantinos. Se sabe fue mecenas de filósofos y escritores y amigo del historiador griego Polibio
Nacido en Roma, en el año 185 a.C, su padre era el militar Paulo Emilio. Fue adoptado por Escipión el Africano, se educó en un ambiente helenístico y fue amigo de Polibio, a quien seguramente conoció en Grecia. Comenzó su carrera militar hacia el año 151 a.c, cuando participó en las campañas en Hispania de Galba y en Lúculo, donde fue lugarteniente. Se destaco por su actuar en las guerras y asedios contra los celtiberas.
Una vez iniciada la Tercera Guerra Púnica fue puesto al mando de las tropas romanas. Se trasladó a África en calidad de tribuno militar, pero tuvo que dejar la campaña para resolver el conflicto sucesorio en Numidia. Al terminar, marchó Cartago para encargarse del asedio convirtiéndose en una de las piezas claves de la campaña. Escipión no solo consiguió reforzar el ejercito romano, con el apoyo de las tropas numidas, también fue la mente maestra detrás de la estrategia que llevó a la caída del ejercito cartaginense.
Por su destacado actuar, le fue concedido el consulado en el año 147 a. C. Versado en el arte del asedio, una vez al mando, Escipión consiguió estrechar el cerco a Cartago; lenta pero metódicamente, fue asaltando uno a uno los barrios de ciudad hasta finalmente apoderarse de toda Cartago.
Posteriormente se dedicó a someter las tribus celtíberas en Hispania y luego avanzó contra Numancia, entonces foco principal de la resistencia antirromana. Al igual que en Cartago, Escipión procedió primero a organizar las legiones para luego utilizar los más duros métodos cercando a la ciudad. Escipión la sometió a un cruel asedio, entre el año 134 y 133 a.C, impidió la entrada y salida de soldados, refuerzos y alimentos con lo que la ciudad tendría que rendirse ante el hambre.
Como político, estuvo en contra de los repartos de tierras a la plebe; fue mecenas de varios escritores. Murió asesinado en su hogar.