Enrico Fermi (29 de septiembre de 1901 – 28 de noviembre de 1954). Físico nuclear italiano. Su familia gozaba de ciertas comodidades, su padre era un oficial de la compañía ferroviaria de Italia. Desde muy pequeño expresó interés por la física a los 14 años después de leer un libro de física que tenía su padre. Tenía un excelente desempeño académico y era capaz de recitar la Divina Comedia de Dante, su memoria era prodigiosa. La gran habilidad para resolver problemas de física teórica y su capacidad para simplificar ecuaciones complejas hicieron que ganara rápidamente admiración.
Fue alumno de la Escuela Normal Superior de Pisa y se concluyó su carrera en 1922. En esta institución dio sus primeros pasos en la actividad científica, especialmente, en física atómica y molecular. En 1927 aplicó la conocida, estadística de Fermi, a los electrones que se mueven en torno al núcleo del átomo. De esta experimentación realizada junto a Thomas, lograron establecer un método aproximativo para el estudio de muchas cuestiones atómicas, que bautizarían método de Thomas-Fermi.
En el año 1926 se aventuró al mundo de la enseñanza, impartió sus primeras clases de física teórica en la Universidad de Roma, su trabajo como profesor fue aplaudido. Allí aprovechó para desarrollar un nuevo tipo de estadística para explicar la conducta de los electrones, de esto surgió una teoría sobre la desintegración radiactiva beta. A partir de este momento siguió investigando en la radiactividad artificial probando con el bombardeo de elementos con neutrones.
“Sea lo que sea lo que la naturaleza tiene reservado para la humanidad, por desagradable que pueda ser, los hombres deben aceptar, que la ignorancia nunca es mejor que el conocimiento”. Enrico Fermi
Su esposa, Laura Capon, era judía, esto representó un inconveniente en el momento de la ascensión del fascismo en Italia en la década del 30. Para salvaguardar a su familia decidieron emigrar a Estados Unidos, New York. Allí algunos años después ocupó el puesto de profesor de física en la Universidad de Columbia. Su permanencia en Estados Unidos fue positiva porque le permitió estar al tanto de grandes hallazgos de diferentes colegas. Por ejemplo, los avances de los alemanes Otto Hahn y Friedrich Strassman. Basado en estos avances, logró fabricar la primera pila atómica, en consecuencia, logró la primera reacción controlada de fusión nuclear en cadena en las instalaciones de la Universidad de Chicago.
Los avances de la radiactividad artificial, descubierta por el matrimonio Joliot-Curie, también sirvieron como impulso y base de sus estudios, por ello en 1934 descubrió que las sustancias hidrogenadas y en general los elementos ligeros podían reducir la velocidad de los neutrones después de choques elásticos. Y así, estudió las propiedades de absorción y difusión de los neutrones lentos. Enrico Fermi estaba profundamente consciente de la importancia de su trabajo experimental y creía en su anhelo de producir energía atómica.
Fermi fue miembro del gabinete de extraordinarios científicos que trabajo para el país durante la II Guerra, bajo el mando de Oppenheimer, desarrollando el artefacto nuclear llamado Little Boy cargada de Uranio-235 que destruiría Hiroshima, Japón. El lanzamiento de dos bombas atómicas sobre este territorio, puso fin a la II Guerra Mundial y además convirtió a los Estados Unidos en el primer país en tener y lanzar una bomba atómica. Este evento fue nombrado el proyecto Manhattan. En 1946, cuando la II Guerra Mundial ya había acabado, se opuso al desarrollo de la bomba de hidrógeno por cuestiones éticas. Enrico Fermi fue profesor de física y director del nuevo Instituto de Estudios Nucleares de la Universidad de Chicago; su fama y respeto era tal que muchos estudiantes de diversas partes del mundo iban allí para estudiar con él.
Publicó unas doscientas memorias en varias revistas de Italia y de Estados Unidos. Asimismo, publicó cuatro libros: introducción a la física atómica (1928), molécula y cristal (1934), termodinámica (1937) y partículas elementales (1951). Gracias a estas obras magnificas, fue nombrado presidente de la American Physical Society, hizo parte de muchas academias italianas y extranjeras, y recibió premios y reconocimientos en diversos países. Por ejemplo, en Estados Unidos país que lo acogió y le dio la residencia, recibió la medalla al mérito en 1946. En adición, la partícula subatómica, el fermión, el elemento número 100 de la tabla periódica, fue bautizado así en su honor. Todo ello le valió en 1938 el recibimiento del premio Nobel de Física.
La figura de Enrico Fermi destaca en la historia de la física no sólo por sus dotes de investigador, sino también por sus elevadas cualidades de maestro. Cabe destacar que además de su prolífica y variada actividad experimental, Fermi, se desempeñó como maestro en distinguidas instituciones educativas. Y fue de los primeros científicos en prestar atención al fenómeno OVNI. Fue productivo tanto en el campo teórico como experimental, algo no muy común en su época, y está estimado como el último físico que realizó grandes aportaciones a ambas ramas. Su vida terminó a los 53 años a causa de un cáncer estomacal, el 28 de noviembre de 1954 en Chicago.