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El Greco

Biografía de El Greco
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Biografía de El Greco

El Greco (1 de octubre de 1541 – 7 de abril de 1614), pintor griego. Su nombre real fue Domenikos Theotokopoulos. Proveniente de la región de Candía, Creta. Su padre Geórgios Theotokópoulos, fue comerciante y recaudador de impuestos y su madre provenía de una familia distinguida de Grecia. El Greco fue un joven muy culto, interesado por la pintura y la literatura clásica, era amante de la cultura bizantina.

Por ello, durante su primera etapa, el artista practicó la pintura conocida como allá greca, de influencia bizantina e hierática. Esta tendencia se caracterizó por referir escenas mitológicas, leyendas y batallas históricas de manera naturalista. También practicó la pintura allá latina, propia del Renacimiento italiano. Lo interesante aquí es que el Greco tuvo la habilidad de fusionar estas dos logrando un importante reconocimiento entre los pintores cretenses. Luego de abandonar su ciudad, emprende un viaje a la ciudad de Venecia sobre el año 1566. En la ciudad de los canales conocerá a Tiziano y Tintoretto, su intención no era ser discípulo sino tomar lo más relevante de la pintura renacentista.

Sus obras en este periodo fueron, La curación del ciego (1567), exponen la influencia de Tiziano en el color, así como la composición de las figuras y paisaje con gran profundidad, propios de Tintoretto. El Greco tuvo que adaptarse al lenguaje artístico italiano, ya que en un comienzo sus creaciones o aportes cuando se encontraba al lado de los pintores italianos eran poco entendidos y muchas veces cuestionados. Este pintor griego, a pesar de adaptarse no dejo su estilo propio. Fue descrito como un pintor extravagante y de espíritu innovador. Él no se acomodó a los dictados de la clientela religiosa.

Pasó a Roma, de 1570 a 1576, en donde siguió inspirándose y aprendiendo de artistas como Michelangelo Buonarroti, evidente en su pintura Pietà (1572), asimismo en Anunciación de época italiana (1577) esta fue pintada en Roma, pero contiene la huella del arte de Venecia, tanto en el colorido como en el manejo del espacio. El Greco viajó a España, llegó a Toledo en la primavera de 1577, en compañía de un joven llamado Francisco Preboste, su compañero incondicional que permaneció con él por más de 30 años como criado, ayudante, representante, colaborador íntimo, hombre de confianza y, sobre todo, amigo. Quizá por ello, El Greco nunca sintió la necesidad de casarse.

En esta ciudad se inclinó por el estilo artístico del manierismo, iniciado por Miguel Ángel y Rafael, en la última parte del Renacimiento. A lo largo del tiempo esta corriente artística comenzó a expandirse por Europa. En España, se consideraron manieristas, Juan de Juanes, Alonso Sánchez Coello y Juan Pantoja de la Cruz, estos estuvieron alejados de las influencias italianas. Distintos es el caso de Luis de Morales, que lo combinaron con la tradición hispanoflamenca, sobre todo, El Greco con obras como el Laoconte (1600). El Greco expresó la tensión religiosa con un exagerado manierismo, representando de modo realista la forma humana y la ejecutando con maestría la perspectiva. Las mayores influencias del manierismo en El Greco se perciben en los colores ácidos y opuestos, la perspectiva irracional, composiciones abarrotadas con un excelente tratamiento de la luz.

Cristo abrazado a la cruz (1580-85)

Mientras estuvo en España se vinculó al movimiento de la Contrarreforma. Trabajó para la iglesia de Santo Domingo el Antiguo, para ellos realizó por encargo La Trinidad (1579); composición inspirada en un grabado de Alberto Durero. El caballero de la mano en el pecho (1584), fue una obra realizada para este periodo, retrato de gran popularidad y magistralidad.

El Greco le envió al rey Felipe II una muestra de su obra la Alegoría de la Liga Santa (1579) con la intención de conseguir participación en la realización de los frescos para el nuevo monasterio que se ubicaría en El Escorial, a cercanías de Madrid. Infortunadamente no logró su cometido. Aunque no cabe duda que este envió aumentó su fama. En la obra se evidencia su habilidad para fusionar la iconografía política con motivos medievales. Posteriormente, realizó para el monasterio el cuadro San Mauricio y la legión tebana. Previamente ya había realizo un espléndido trabajo por encargo de la catedral de Toledo: El expolio (1579) en ella se percibe la imagen de Cristo, rodeado por los que le han prendido.

Su fama se propagó por la ciudad, Andrés Núñez de Madrid le encargó uno de sus cuadros más popular: Entierro del Conde de Orgaz (1588), decoró la capilla de Santo Tomé. Por medio del conde de Orgaz, los espectadores podrán reflexionar sobre el ámbito terrenal y la parte divina, además invoca la fragilidad humana. En la obra se aprecia el alargamiento de figuras, características propias del manierismo. En su casa en Toledo, el Greco compartió con poetas como Luis de Góngora y Fray Hortensio Félix de Paravicino, nunca dejo su gusto por la literatura. También, entre 1605 a 1610 recibió miembros la nobleza y de la elite intelectual, los que varias veces le encargaron retratos.

Simultáneamente, realizó obras como El bautismo de Cristo (1600), La adoración de los pastores (1614), ambas reposan en el Museo del Prado. El griego trató temas de la mitología clásica, como el Laoconte (1614), y los temas bíblicos del Viejo Testamento, como su obra incompleta El quinto sello del Apocalipsis (1614).

Cuando su amigo incondicional se ausentó de su vida, el Greco conoció a la española Jerónima de las Cuevas; la madre de su único hijo, Jorge Manuel. Su hijo también se convirtió en pintor con su impulso. Mientras estaba realizando una obra para el Hospital de Tavera, en Toledo, enfermó gravemente, y un mes, el 7 de abril de 1614, falleció. Fue enterrado en la iglesia de Santo Domingo el Antiguo. Como un homenaje a su labor artística en esta iglesia. Su hijo siguió trabajando en su taller por varios años y promoviendo las obras de su padre.

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