Biografía del Conde Duque de Olivares

Gaspar de Guzmán y Pimentel (6 de enero de 1587- 22 de julio de 1645), mejor conocido como el Conde Duque de Olivares fue un noble y político español. Miembro de la casa de Medina Sidonia, estuvo en la corte de Felipe III, antes de convertirse en valido del rey Felipe IV en 1622. Por sus acciones, complots y autoritarismo fue retirado del servicio en 1643 y luego desterrado a Villa de Toro, Castilla. Entonces llegó a ostentar los títulos de gentil hombre, I Duque de Sanlúcar la Mayor, III Conde de Olivares, I conde de Arzarcóllar y I marqués de Eliche.

Primeros años

Nació en Roma el 6 de enero de 1587. Hijo del II Conde de Olivares, Enrique de Guzmán y Ribera y   de María Pimentel de Fonseca, paso sus primeros años en Italia. Fue el tercer hijo de la casa olivares, rama menor de la Casa de Medina Sidonia y como tal estuvo destinado desde pequeño a la carrera eclesiástica. A los catorce años fue enviado a la Universidad de Salamanca para estudiar Derecho Canónico. Sin embargo, las muertes sucesivas de sus hermanos lo convirtieron en el heredero de la casa, por lo que en 1604 tuvo que abandonar sus estudios para seguir a su padre a la corte de Felipe III.

Conde Duque de Olivares: Mayorazgo y carrera

Muerto su padre, en 1607 hereda el título de Conde, desposa a su prima, Inés de Zúñiga y Velasco y luego se retira a Sevilla, para administrar sus dominios. Mas tarde, en 1615, regresa a la corte convertido en gentilhombre de la cámara del príncipe. Aprovecho entonces su posición para ganarse el aprecio del futuro rey, uniéndose además al bando del duque de Uceda, entonces en disputa con el valido del rey, el duque de Lerma. Una vez cae Lerma, afianza su posición y se separa del duque de Uceda.  

Valido del Rey

Al llegar Felipe IV al trono en 1621, Olivares aumenta su influencia convirtiéndose en el favorito del rey.  Fue nombrado ese mismo año Sumiller de Corps y ya en 1622, tras la muerte de su tío se convierte en valido del rey. Como tal en un primer momento se preocupó por organizar a sus aliados, eliminando de la corte a los miembros de las facciones de Uceda y Lerma. Castigó severamente los abusos cometidos por los funcionarios del anterior reinado y ubicó estratégicamente a sus parientes, amigos y clientes. Esto le ayudo a afianzar su poder, al mismo tiempo que aculaba títulos y propiedades para su casa.

Posteriormente daría inicio a una serie de reformas comerciales y políticas. Fomento el comercio, dio incentivos a la industria de la lana y la seda y creo varias medidas proteccionistas, que fueron poco efectivas. Su proyecto más ambicioso fue el cambio en la administración de la Hacienda y la organización de las Juntas, con la cuales suplanto en cierto grado a los consejos tradicionales.

Programa político, autoritarismo y guerras

Su programa de político está contenido en el Gran Memorial, presentado al rey en 1624. Con este Olivares, pretendía reafirmar el poder y la reputación de la Monarquía, a través de de una serie de reformas de corte centralista. Su mayor preocupación fue la maquinaria bélica de la corona, lo que para el era el sostén de la hegemonía europea, por lo que a través de su plan busco garantizar el ingreso de recursos y una movilización mas efectiva de las fuerzas. Sin embargo, este plan conocido como la Unión de Armas, fue del todo rechazado por los gobiernos locales representados en las cortes.

A pesar de esto Olivares, no desistió a su política belicista, encaminada entonces a la recuperación de los Países Bajos. Su afán por reafirmar la supremacía de España, entonces sumergida en varios conflictos llevarían a la corona a la bancarrota en 1627. Seguido experimentaría varias derrotas militares, las cuales sentaron las bases de la decadencia del poderío español en Europa.

Para ese entonces España había perdido las buenas relaciones con la Inglaterra de los Estuardo; se enfrentaba la Francia de Richelieu y al no extender la tregua con Holanda, tuvo que afrontar una desastrosa guerra contra Holanda, Inglaterra, Dinamarca y Francia de manera simultánea, en el marco de la Guerra de los Treinta Años.

Decidido a continuar con su plan, Olivares intento imponer sus reformas de manera autoritaria, sin embargo, se encontró con una fuerte oposición. Esto sumado a las numerosas derrotas que enfrento el país, acabaron finalmente con su reputación e influencia. Tras el levantamiento de Sal de Vizcaya en 1630, se extendió el descontento por todo la Corona y los gobiernos periféricos. En 1640 inician las rebeliones en Portugal y Cataluña y tres años después es retirado finalmente de su cargo.

Se mudo entonces a Madrid y luego fue desterrado a la villa de Toro, donde falleció el 22 de julio de 1645.