Militar

Antonio López de Santa Anna

Biografía de Antonio López de Santa Anna

Antonio López de Santa Anna nació en Jalapa en 1794 y murió en 1876. Fue un militar y político mexicano reconocido como figura de la independencia de México y el afianzamiento de los liberales pues estuvo en el poder once veces y el tiempo en que no lo fue organizó el poder a su antojo.

Su biografía se ocupa de las primeras décadas del México independiente y se la ha llamado Las revoluciones de Santa Anna. Pero aparte de eso fue un muy mal momento para México pues no hubo avances políticos o económicos y perdieron la mitad del territorio nacional en la guerra con Estados Unidos. A nivel ideológico se le suele considerar como conservador, aunque al principio apoyó a los liberales y federalistas. Parece que se dejaba llevar más por el poder que por un bando político.

Nació en Jalapa en una pequeña familia. Su padre era notario y por su trabajo se trasladaron a Veracruz. Antonio López de Santa Anna entró muy joven en el Ejército Real de la Nueva España en contra de la voluntad de su padre. Ascendió rápidamente y cuando estalló la insurrección anticolonial ya era capitán. En esa época Santa Anna combatió a los independistas desde el bando de España virreinal.

Aunque la sublevación fue sofocada entre las filas del ejército realista se pensó un programa político de independistas liderado por Agustín de Iturbide

en 1821 y lo llamó Plan de Iguala. Antonio López se unió rápidamente al plan, pero esto no era tan raro pues muchas personas de las élites españoles creían que era adecuada una monarquía independiente para eludir un régimen liberal y absolutista.

Iturbide entró triunfalmente a la capital de México y declaró la independencia en 1822 con su ejército Trigarante. Pero Iturbide fue proclamado emperador del nuevo Imperio Mexicano y esto no les gustó a los monárquicos ni a los republicanos. A finales de 1822 el mismo Antonio López de Santa Anna lideró una sublevación republicana que derrocó el régimen de Iturbide y comenzó a trabajar para convertir a México en una República federal que terminó cuando en 1824 por medio de elecciones subió al presidente Guadalupe Victoria. Dese ese momento Santa Anna se volvió el “hombre fuerte” durante treinta años utilizando el cargo de presidente intermitentemente y manejando la política.

Además, su prestigió militar se acrecentó al rechazar una expedición enviada por España para reconquistar México. También venció en la Batalla de Tampico al general español Isidro Barradas y con ello ganó su título como héroe de la patria. Sobre su poder en la escogencia del presidente se dice: “En 1828 se opuso a la elección de Manuel Gómez Pedraza como sucesor del presidente Guadalupe Victoria (1824-1829) y aupó a Vicente Guerrero a la presidencia (abril-diciembre de 1829). Ayudó luego al vicepresidente de Guerrero, Anastasio Bustamante, a hacerse con la presidencia (1830-1832) y negoció luego su renuncia en favor del aspirante al que se había opuesto cuatro años antes, Manuel Gómez Pedraza (1832-1833). Este ininteligible reguero de intrigas y traiciones acompañó a Santa Anna como una sombra y ha permitido definir su trayectoria política como un mero arribismo sin ideología”.

En los periodos en los que estuvo directamente en el poder pasó por todas las ideologías, gobernó a los federalistas anticlericales, luego se alió con los conservadores, centralistas y católicos y en 1835 acabó con el régimen federal, que él y su ejército había logrado.  Fue por ésta época que Texas rechazó el centralismo y comenzó una guerra donde finalmente se independizó para hacer parte de EE.UU. Santa Anna fue prisionero del presidente de EE. UU Andrew Jackson y fue por ello que tuvo que aceptar la independización de Texas y el no emprender más acciones militares, luego lo liberaron. Aunque se redimió en su lucha contra los franceses en 1838, en ésta guerra perdió una pierna.

El poco apreció que tiene los historiadores sobre su figura radica en su desastroso resultado frente a la guerra mexicano-estadounidense, pues no quiso negociar y así perdió mucho territorio mexicano a manos de EE.UU.

Santa Anna después de ello partió al exilio, pero en 1853 volvió por el llamado de los conservadores para intentar arreglar la caótica situación del país. Su último mandato fue prácticamente una dictadura y se hizo llamar Su Alteza Serenísima. Intento mejorar el gobierno con muchos impuestos, pero no llegó a ningún lado.

Ya cansado de ese gobierno, los liberales con el Plan de Ayutla derrocaron a Santa Anna en 1855. Éste se exilió a Colombia donde perdió toda su influencia y poder político. Sobre su final dicen: “volvió a México en dos ocasiones: la primera durante la ocupación francesa y el Imperio de Maximiliano I de México que le hizo mariscal y la última en 1874 cuando el presidente Sebastián Lerdo de Tejada autorizó su regreso a la patria. Pasó sus últimos años pobre, ciego y olvidado por todos, ausente de todo el poder que tuvo en su vida.