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Militar

Marco Furio Camilo

Marco Furio Camilo
By Published by Guillaume Rouille (1518?-1589) ("Promptuarii Iconum Insigniorum") [Public domain], via Wikimedia Commons

Biografía de Marco Furio Camilo

Marco Furio Camilo fue un político y militar romano perteneciente a la Orden de los Patricios, fue dictador cinco veces y logró cuatro triunfos militares en tierras extranjeras. Pese a que la mayoría de su infancia y adolescencia es un secreto para los historiadores, se especula que nació aproximadamente en el 446 a. C., y se sabe que murió en el 364 a. C. Se tiene el rumor de que alcanzó la fama militar al espantar a unos enemigos que le habían herido en batalla cuando él era jinete en la guerra contra los ecuos y los volscos, lo que hizo que fuera nombrado censor; aunque algunos sostienen que fue nombrado tribuno. Lo cierto es que alrededor del 401 a. C. obtuvo alguno de estos títulos durante la devastación de los faliscos, y que probablemente hubo un error o un malentendido en los registros de Tito Livio. Para el 398 a. C. fue nombrado tribunado consular y se hizo de una gran recompensa en Capena, además del título de interry.

Para el 396 a. C., se hizo cargo de los pueblos faliscos, veyeneses y fidenense bajo el título de dictador, teniendo como magister equitum para esta guerra a Publio Cornelio Maluginense. Durante la toma de Veyes, Marco Furio Camilo logró que sus hazañas pasaran a la historia a través de la pluma de Livio. Aquí también logro una gran recompensa, entre la cual se encontraba una figura de la diosa Juno. Por esto, Camilo fue condecorado con un triunfo por el Senado a su vuelta a Roma. En esta llevó la cara pintada de rojo para mostrarse como un líder impío. Poco después, para el 394 a. C., siendo tribuno consular de nuevo, logró la victoria ante los faliscos. Según cuentan, lo hizo sin derramar sangre, entregando a los faliscos al Maestro de los hijos de las personas más importantes de su ciudad, Falerii, quien buscaba entregarlos a los romanos para salvarse a sí mismo antes de que la ciudad fuera devastada. Por esto, los faliscos quedaron tan sorprendidos por la rectitud de Camilo que prefirieron rendirse. Por dicha acción, Valerio Máximo escribe que fue nombrado cónsul; aunque otras fuentes aseguran que Camilo nunca tuvo este cargo. Uno de los argumentos para sostener que nunca fue cónsul es el que por la época la plebe se encontraba en pugna con los patricios por ser estos los únicos con derechos a ocupar cargos políticos importantes.

Para el 391 a. C., un tribuno de la plebe lo acusó de haber repartido mal el botín de la victoria en Veyes. Viendo que lo más probable es que sería condenado por ello, Camilo decidió exiliarse en Ardea. Luego de que se le condenara a pagar 15.000 ases (monedas primitivas de Roma hechas en bronce), y de que el capitolio romano fuera sitiado por las tropas galas después de la batalla de Alia, el Senado Romano pidió ayuda a Camilo, por lo que este fue nombrado dictador de nuevo. Así, Marco Furio Camilo nombró jefe de Caballería a Lucio Valerio Potito y reunió un ejército con el que derrotó a las fuerzas galas comandadas por Breno. Con esto, hizo una entrada triunfal en Roma en la que recibió toda clase de elogios; aunque hay algunos historiadores que aseguran que quien realmente venció a los galos fueron tropas etruscas y no romanas. Después de esto, la ciudad de Roma había quedado destruida en gran parte, siendo imposible reconstruirla a través de las arcas públicas. De manera que se le solicitó a cada ciudadano que reconstruyera su propiedad, ante lo cual fue propuesto que Roma se reubicara en la ciudad etrusca de Veyes. Por su parte, Marco Furio Camilo decidió que era mejor reconstruir la capital en donde estaba, y logró persuadir al Senado y a los ciudadanos romanos de hacerlo así.

Para el 389 a. C. los enemigos de Roma quisieron aprovechar lo débil que estaba para apropiarse de ella, por lo que Camilo, siendo dictador por tercera vez y teniendo de magister equitum a Cayo Servilio Ahala, venció en un primer momento a los Volscos, luego a ecuos y más tarde a los etruscos de Sutrium. Después de esto, Marco Furio Camilo regresó triunfalmente a Roma y para el 386 a. C. fue nombrado tribuno consular por cuarta ocasión. Tras esto, rechazó una dictadura y fue tribuno consular de nuevo para el 384 a. C. y para el 381 a. C, año en que sometió a los pranestianos y los rebeldes. Poco después cayeron también los tusculanos. Para el 368 a. C., recibió su cuarta dictadura por su defensa de los patricios, teniendo por magister a Lucio Emilio Mamercino. Con esto, acordó con los plebes las Leges Licinae-Sixtae y luego dimitió. Finalmente, obtuvo su quinta y última dictadura en el 367 a. C., teniendo por magister a Tito Quincio Peno, y derrotando nuevamente a los galos. Para el 365 a. C. falleció debido a la peste.

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