Ciencias
Historia de la Penicilina
Historia de la Penicilina
La penicilina es un antibiótico creado a partir del hongo Penicillium notatum para combatir infecciones bacterianas. El uso del hongo ha sido empleado a lo largo de la historia por diferentes culturas alrededor del mundo. Una de las civilizaciones que emplearon las propiedades del moho fue la egipcia; la estreptomicina natural era el primer antibiótico descubierto. En la antigua china empleaban el moho para realizar pomadas que atacaban las infecciones de la piel. Actualmente, las penicilinas, consideradas β-lactámicos, más usadas se encuentras bajo el nombre de: Amoxicilina, Flucloxacilina, Fenoximetilpenicilina, Ampicilina, Penicilina procaínica, Fenoximetilpenicilina, Penicilina cristalina, Fenoximetilpenicilina, entre otras. Se deben suministrar de forma parental debido a que los jugos gástricos destruyen la mayoría de las penicilinas, por tanto, no es recomendable ingerirlas. La dosis que se considera letal, experimentada en animales, es de 8900 mg por Kg.
El descubrimiento de la penicilina es atribuido a Alexander Fleming, pero su creación se debe a un grupo de científicos de Oxford en 1940. Fleming, que no acostumbraba a limpiar su laboratorio, luego de volver de vacaciones en septiembre del año 1928, descubrió la contaminación de un hongo en los cultivos de Staphylococcus aureus que estaba estudiando. Al observar un plato en el que las baterías habían sido destruidas por un hongo se interesó en el fenómeno natural. Uno de sus colegas, que lo visitaba aquel día, al querer revisar el caso, encontró a las bacterias retiradas de los hongos en forma de un halo transparente que los rodeaba. Fleming intentó purificar la penicilina, pero la inestabilidad del proceso hizo que el científico abandonara el proyecto sin pensar en las aplicaciones que ésta podía tener en el campo de la medicina.
Henle, científico de la generación intermedia, de la universidad de Gotinga, investigó algunos microorganismos para saber si éstos eran causantes de algunas enfermedades. Posteriormente, Henle descubriría que el ántrax era causado por la bacteria Bacillus anthracis, demostrando la efectividad de la teoría microbiana como agentes causantes de enfermedades. El científico Ernest Duchesne, en 1897, descubrió las propiedades bacteriostáticas en algunos tipos de moho. Incluso, desde el periodo correspondiente a la primera guerra mundial, los prisioneros de guerra presentaban mejor salud que sus captores por la ingesta de pan mohoso. El suceso de Henle provocó una serie de investigaciones con mohos bactericidas. Howard Florey presentó gran interés en la lisozima y reunió a un grupo de colaboradores entre los que se encontraban Norman Heatle, Leslie Falk y Chain. Debido a estas múltiples observaciones, el grupo de científicos de Oxford decidió retomar el hallazgo de Fleming, terminarlo y probarlo, en el mes de mayo del año de 1940, en un grupo de ratones contagiados por estreptococos. Los ratones tratados con penicilina lograron vivir varios días más; a diferencia de los no tratados.
Las pruebas con los roedores fueron satisfactorias, el paso siguiente era aplicar la penicilina en seres humanos. Albert Alexander, un policía de Oxfordshire, Inglaterra, sufrió una herida en el rostro. La herida se le infectó con estafilococos y estreptococos por lo cual tuvo que ser hospitalizado en Radcliffe Infirmary. Debido a la severa infección perdió un ojo y presentaba múltiples abscesos. Howard Florey, en vista del fracaso de los tratamientos convencionales, le presenta al policía la opción de probar en él este nuevo medicamento. Las condiciones de Alexander eran terminales, lo que lo hacía un paciente perfecto para probar altas dosis de penicilina. La dosis que se le suministró, el 12 de febrero de 1941, fue de 160mg en vía intravenosa. Pasadas las 24 horas el cuerpo del paciente respondía satisfactoriamente: la fiebre descendía, y los abscesos sanaban. Lamentablemente el equipo no contaba con la suficiente cantidad de penicilina por las restricciones de producción; intentaron extraerla de la orina de Alexander sin lograr la suficiente cantidad. El policía falleció en marzo, el día 15 de 1941.
El equipo siguió adelante con la producción y la aplicación de la penicilina; esta vez, en niños. El cuerpo de un infante no necesitaba la misma cantidad que un cuerpo adulto. Tuvieron éxito en el tratamiento de cinco personas. Los resultados fueron publicados en la revista The Lancet, difusión que no llamó la atención de la industria química británica debido a la guerra. La oportunidad para la producción masiva estaba en E.E.U.U. Andrew Moyer y Heatley, en 1941, pudieron simplificar el proceso de producción y multiplicaron 10 veces la cantidad de la penicilina. El aire bombeado en las cubas de maíz fermentado y demás elementos lograron la aceleración. El antibiótico se produjo en masa, en 1943 para uso militar; los soldados usaron las ampolletas para el tratamiento de heridas de guerra. En los posteriores años el precio por dosis se reduciría de $20 a $1 y en el año 2001 se consideró como International Historic Chemical Landmark a los laboratorios británicos en los que se llevaron a cabo los experimentos para la extracción de la penicilina.