Quinto Septimio Florente Tertuliano (c. 160 – c. 220), conocido simplemente como Tertuliano, fue un padre de la Iglesia, escritor y apologista cristiano; uno de los máximos representantes de la literatura cristiana anterior a San Agustín. Hijo posiblemente de un oficial romano, recibió una esmerada educación, ejerció la abogacía en Roma y de regreso en Cartago- alrededor del año 190- se había convertido al cristianismo. Emprendió una notable actividad en contra del paganismo y la herejía y en defensa del cristianismo por medio de sus escritos. Fue una figura destacada en la Iglesia norteafricana, si bien es dudoso que llegara a ser sacerdote. Destacan sus obras Ad nationes, Apologético y Adversus Praxeam.
Los pocos datos que se tiene de su vida provienen de algunas referencias incluidas en su obra y de autores posteriores, por lo que aún están sometidos a debate. De origen africano, e hijo de una familia pagana, su padre era al parecer centurión. Recibió una esmerada en áreas como el derecho, la filosofía y la retórica. Se educó en Cartago y vivió un tiempo en Roma, donde ejerció probablemente la abogacía. Con el tiempo se interesó por el cristianismo, aunque su conversión no tuvo lugar hasta su regreso a Cartago, hacia el año 190. Para entonces, Tertuliano ya había alcanzado un notable desarrollo en lengua griega.
En sus obras se encuentran algunos testimonios sobre sus desviaciones juveniles. El mismo Tertuliano confesó haber sido pecador, frecuentador de espectáculos inmorales y un adulteró. Aunque no habla sobre su conversión, esta probablemente tuvo lugar cerca del año 190 en el curso de su estancia en Roma o tras su regreso a Cartago. Cierta alusiones hechas por el mismo autor, permiten creer que pudo haber sido influenciado por la serenidad heroica mostrada por los cristianos en el martirio.
Prolífico apologista, tras convertirse al cristianismo, Tertuliano comenzó una notable y a la vez polémica actividad en contra de los paganos y herejes y en defensa del cristianismo. Fue una figura destacada en la Iglesia del norte de África. Contrajo matrimonio y se cree fue también sacerdote, pero nada es concluyente.
Hacia el año 213 se alejó de la Iglesia y se acercó a la herejía de los apocalípticos de Montano o el montanismo. Por esto, junto con Orígenes, Tertuliano es uno de los pocos padres de la Iglesia que no ha sido canonizados. Su austero ascetismo y rigi dez moral, le llevaron incluso a establecer su propia facción: la de los tertulianistas, que permaneció como iglesia independiente hasta el siglo V. Es muy poco probable que volviera a la Iglesia como lo insinúan algunas fuentes. De acuerdo a Jerónimo, murió ya viejo, hacia el año 240
Como muchos otros cristianos cultos de su época, Tertuliano reconoció y aprecio también ciertos valores de la cultura grecorromana; distinguió entre los que consideraba aceptables y los que debían rechazarse. En su obra demostró con brillantez sus dotes de polemista, doctor y moralista, si bien sus expresiones académicas a veces rayaban en la pesadez. También se caracterizo por su rigorismo moral y su énfasis en la superioridad de la revelación. Con sus escritos, Tertuliano sentó la importante tesis de que las Sagradas Escrituras (la Biblia) solo podía ser interpretadas por miembros o exponentes cualificados de la Iglesia.
Su extensa obra puede ser dividida en tres períodos: el ortodoxo, el semimontanista (periodo de transito) y el montanista. Caben nombrar entre sus escritos A las naciones (Ad natione), Apologético y A los mártires (Ad Martyres), donde manifestó la impresión que le ocasionaron ciertas actitudes y creencias cristianas, en especial la determinación de los mártires y la inflexible de la creencia en un solo Dios. Trató la prohibición a los cristianos de participar en los espectáculos públicos en Sobre los espectáculos
De sus obras como montanista destacan Sobre la exhortación a la castidad (207), donde condena como adulterio las segunda nupcias y Sobre la huida en la persecución (hacia 212), en la que afirma no estar permitida para los cristianos la huida en caso de persecución.