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Ciencias

Tasuku Honjo

Biografía de Tasuku Honjo
Foto: 大臣官房人事課 / CC BY 4.0

Biografía de Tasuku Honjo

Tasuku Honjo (27 de enero de 1942) inmunólogo y premio Nobel de medicina. Nació en Kioto, Japón. Pero desde muy pequeño su familia se mudó a la ciudad de Ube. Honjo decidió estudiar medicina desde que estaba en la escuela. Uno de sus ejemplos a seguir era el bacteriólogo japonés Hideyo Noguchi. Al terminar sus estudios se graduó como médico en la Universidad de Kioto, específicamente en 1966. Luego, recibió su Ph.D. en Química Médica bajo la tutoría de Yasutomi Nishizuka y Osamu Hayaishi.

Su buen desempeño le aseguro varios puestos importantes y la participación en proyectos médicos de renombre. Para el año 1971, se desempeñó como becario visitante en el Departamento de Embriología de la Institución Carnegie de Washington y en el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano. Luego, decidió retirarse para comenzar sus estudios en el país norteamericano. Al volver, fue profesor asistente en la Facultad de Medicina de la Universidad de Tokio entre 1974 y 1979, y presidente del Departamento de Genética de la Facultad de Medicina de la Universidad de Osaka.

Iniciando el siglo XX se asumió la presidencia de la Sociedad Japonesa de Inmunología entre 1999 y 2000. Al poco tiempo, Honjo ingreso como miembro honorario a la Asociación Estadounidense de Inmunólogos. Sus responsabilidades han sido importantes a nivel nacional y para la medicina de su país, y la de Estados Unidos. Desde 1984 ha sido miembro de la facultad de la Universidad de Kyoto, y en 2017 se convirtió en Director General Adjunto y Profesor Distinguido del Instituto Universitario de Kyoto para Estudios Avanzados. Su labor en las investigaciones sobre genes e inmunología fueron relevantes en el Departamento de Embriología de la Carnegie Institution of Washington.

Por mucho tiempo Hunjo estuvo desarrollando importantes investigaciones y pruebas médicas para descubrir la proteína proteína PD-1 en las células inmunitarias. Se dio cuenta que estas podían funcionar como una especie de freno, lo que posibilitaría el desarrollo de terapias de gran efectividad contra el cáncer. En el año 1992, identificó por primera vez a PD-1 como un gen inducible sobre los linfocitos T activados. Desde ahí, su estudio contribuyó de manera significativa al establecimiento del principio de inmunoterapia contra el cáncer mediante el bloqueo de PD-1.

En ese sentido, fue elegido como asociado extranjero de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. Reconocido internacionalmente por ser parte de la Academia Alemana de Ciencias Naturales Leopoldina, y en 2005, de la Academia de Japón. En su país natal es casi un héroe, muchas veces ha sido aplaudido y reconocido su labor, por ejemplo, en 2013 recibió la Orden de la Cultura, el mayor galardón de Japón en el campo médico. Tres años después, recibió el Premio Kyoto de Ciencias Básicas por “El descubrimiento del Mecanismo Responsable de la Diversificación Funcional de Anticuerpos, Moléculas Inmunoreguladoras y Aplicaciones Clínicas de PD-1”.

Recientemente, el japonés fue galardonado con el Premio Nobel de Medicina junto con el inmunólogo James P. Allison por sus terapias por inhibición de la regulación inmune negativa, que son reconocidas como un avance importante en la lucha contra el cáncer. Sus descubrimientos son vistos como un principio completamente innovador en el campo de la oncología. Gracias a su descubrimiento y creación de este tratamiento permitió aprovechar la habilidad del sistema inmunitario para atacar las células cancerígenas al levantar el freno de las células inmunitarias. Estas terapias fueron en la primera década puestas en práctica con animales y luego con personas que padecían cáncer en la piel y de pulmón. Realmente, muchos mostraron mejoría lo que generó gran expectativa en el mundo medico porque anteriormente habían sido extremadamente difíciles de tratar.

Desde el 2014 se había destacado su trabajo en el sector de la inmunoterapia con el Tang Prize in Biopharmaceutical Science en Ciencias Biofarmacéuticas. Desde hace varios años la inmunoterapia ha supuesto uno de los tratamientos contra el cáncer más efectivo dentro de la medicina occidental. Y la expectativa generada frente a esta ha sido amplia, asegura María Blasco, directora del CNIO, el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas. Aunque, este tratamiento ha salvado muchas vidas también ha presentado evidencias de no ser tan efectivo en algunas ocasiones con otros tipos de cáncer. Pero, señaló que su anhelo es que el tratamiento siga salvando más vidas y que el premio sea un motor para que otros investigadores continúen trabajando en dicho tratamiento.

Honjo, ha sido homenajeado en su país por el primer ministro japonés, Shinzo Abe. Y en general por sus compatriotas. Uno de los mayores motivos del japonés para adelantar este arduo estudio fue la muerte de uno de sus grandes amigos en la etapa universitario, que perdió la batalla contra el cáncer. Esta situación marcó la vida de Honjo. Para él, lo más valioso es poder ver como muchas familias logran tener por más tiempo a sus allegados o hasta ver como se recuperan de esta enfermedad. Espera el nobel que en algunos años el cáncer no sea uno amenaza.

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