San Hipólito de Roma o de Antioquia (c.170 -c.235) fue un teólogo y mártir cristiano del siglo III. Su identidad y obra es aun motivo de estudio. Nombrado el primer antipapa en el 217, poco se sabe sobre su origen y primeros años. Fue presbítero de la Iglesia de Roma a principios del siglo III y es posible que Orígenes escuchara algunas de sus homilías. Durante el pontificado de Ceferino, entro en conflicto con dicho Papa y la mayoría de la Iglesia Católica, en oposición a las opiniones cristolólogicas y modalistas. Se alejo de la Iglesia y formó su propia congregación. Capturado junto con Ponciano, durante las persecuciones del emperador Maximino el Tracio, fue exiliado en Cerdeña y luego condenado al martirio. Antes de su muerte fue recibido nuevamente en el seno de la Iglesia.
Aunque se desconoce el lugar y la fecha de su nacimiento, es probable que Hipólito naciera en Roma durante la segunda mitad del siglo II.
Hipólito también se mostró en contra del accionar de la Iglesia, cuando el Papa Calixto, intentó extender la absolución a los pecados graves como el adulterio. Además acusó a Ceferino y Calixto de de dañar la disciplina de la Iglesia al permitir el reingreso de los miembros excluidos debido a ofensas graves. Después de la elección de Calixto, Hipólito, disgustado, decidió retirarse de la comunidad romana para encabezar su propia congregación. En el 217 fue elegido el primer antipapa. Reino en oposición durante los pontificados de Urbano I (222-230) y Ponciano (230-235), con quien fue exiliado en el 235, luego de ser capturado durante la persecución a los cristianos por el emperador Maximino el Tracio .Junto con Ponciano, fue enviado a las minas de Cerdeña y antes de morir como mártir se reconcilio con la Iglesia. El Papa San Fabián hizo que llevaran sus cadáveres (el de Ponciano e Hipólito) a Roma para que tuvieran un entierro solemne en el año 236.
Antes de morir, Hipólito y Ponciano pusieron fin al cisma que agobiaba a la Iglesia, renunciando a su cargo para permitir la elección de un sucesor: San Antero (235-236).
Más que teólogo, Hipólito fue un laborioso recopilador y erudito. Su obra más importante es Philosophimena, también conocida como Refutación de todas las herejías. En esta, Hipólito buscaba demostrar que las diversas herejías cristianas tenían su origen en las falsas filosofías paganas. También escribió varias trabajos de exégesis, como los comentarios sobre el profeta Daniel y el Cantar de los Cantares y se le ha reconocido por su trabajo en Derecho Canónico. Fue autor de la Tradición Apostólica.
Su fiesta se celebra el 13 de agosto.