Rodolfo Jorge Walsh, mejor conocido como Rodolfo Walsh, nació en Pueblo Nuevo de la Colonia de Choele-Choel (que desde 1942 tomó el nombre de Lamarque), en la provincia de Río Negro, Argentina el 9 de enero de 1927. Fue un periodista, escritor y traductor que hizo parte de las organizaciones guerrilleras FAP y Montoneros. Es especialmente recordado y reconocido por la lucha que mantuvo contra el terrorismo de Estado, y por ser uno de los pioneros en la escritura de novelas testimoniales, entre las que se destaca: “Operación Masacre”, considerada históricamente la primera novela de No-ficción, aunque también fue escritor de ficción en el que se desenvolvió en el género policíaco.
Fue criado en el seno de una familia conservadora de ascendencia irlandesa. Tras arribar en 1941 a Buenos Aires, se vio forzado a asistir al Instituto Fahy de Moreno, un colegio de sacerdotes irlandeses para niños que obligatoriamente tuviesen ascendencia de esta nacionalidad. Rodolfo Walsh había estado anteriormente en otro colegio religioso a cargo de monjas, pero fue este colegio el que dejó profundas huellas en él que se reflejan en la escritura de tres de sus cuentos del denominado “El ciclo de los irlandeses”: Irlandeses detrás de un gato, Los oficios terrestres y Un oscuro día de justicia, publicados en tres libros distintos.
Posteriormente, cursó dos años de la carrera de Letras en la Universidad de La Plata, la cual dejó de lado para emplearse en diversos oficios: oficinista de un frigorífico, obrero, lavacopas, vendedor de antigüedades e incluso limpiador de ventanas.
Ya a sus diecisiete años, Ricardo Walsh comenzó a trabajar como corrector en la editorial Hachette y a los veinte, redactó sus primeros textos periodísticos, publicando artículos y cuentos en diversos medios de Buenos Aires y La Plata.
“De los políticos sólo podíamos esperar el engaño, la única revolución definitiva es la que hace el pueblo y dirigen los trabajadores”. Rodolfo Walsh
Desde 1951 hasta 1961 se empleó en las revistas: Leoplán, Panorama, y Vea y Lea, continuando además en la editorial Hachette como traductor.
En 1953 publicó su primer libro de cuentos: “Variaciones en rojo”, que mereció el Premio Municipal de Literatura de Buenos Aires, y ese mismo año hizo “Diez cuentos policiales argentinos”, la primera recopilación de autores nacionales de este género, y un año más tarde: “Antología del cuento extraño”.
A mediados de 1956, se produjo un levantamiento militar contra el gobierno que había derrocado a Juan Domingo Perón casi un año antes, en septiembre de 1955. Dicho levantamiento fue reprimido y durante la madrugada del 9 y el 10 de junio, nueve civiles fueron detenidos y fusilados en un basural de José León Suárez, junto a un club alemán. Walsh, presenció el levantamiento y los combates callejeros en La Plata, donde entonces residía, y meses más tarde, en un bar al que acostumbraba ir, un hombre se le acercó y le dio la primicia que cambiaría su vida: “Hay un fusilado que vive”
De esta manera, Walsh consiguió identificar al sobreviviente como Juan Carlos Livraga, al que entrevistó, y por quien pudo tener conocimiento de que había otros sobrevivientes.
Así, los meses siguientes fueron sumidos en un febril trabajo de persecución y búsqueda, interrogando a conocidos, vecinos y sobrevivientes. Walsh inclusive alquiló una casa en el Delta de Tigre bajo el nombre falso de Francisco Freire, y tras unos meses, escribió la primera versión de lo que luego sería “Operación Masacre”, obra que salió a la luz en 1957. La cual, en reediciones posteriores (1964, 1969, 1972 y 1974), fue rectificando datos, agregando y suprimiendo prólogos y epílogos, comentando el impacto del libro a través de los años y demostrando también la evolución de su pensamiento que fue encaminándose hacia la militancia política y alejándose cada vez más de la escritura de ficción.
Sumado a esta, redactó otras celebradas obras de investigación periodística como: Quién mató a Rosendo (1969) y El caso Satanowsky (1973).
Fue también uno de los fundadores de la agencia cubana de noticias Prensa Latina,
En 1974, se rodó la película “La Patagonia Rebelde” basada en la novela de un compañero de su generación: Osvaldo Bayer, un filme que causó un enorme malestar entre los miembros de las fuerzas armadas argentinas de aquellos años.
“La historia parece propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas”. Rodolfo Walsh
Así, Walsh decidió no exiliarse y permanecer en la Argentina hasta que apenas comenzado el ataque terrorista del golpe militar, en 1977 fue sacado a la fuerza de su casa y conducido hacia una muerte casi segura.
Rodolfo Walsh, fue uno de los más de treinta mil desaparecidos durante la dictadura militar de los años 1976-1983. Todo esto, debido a que estaba vinculado al sindicalismo de izquierda y a la publicación que había hecho tras El Golpe de Estado de 1976 de “La carta abierta a la Junta Militar”.