Historia

Reina Victoria del Reino Unido

Biografía de la Reina Victoria del Reino Unido

La reina Victoria I de Inglaterra fue la monarca británica entre 1837 hasta 1901. Con ella en el trono, Inglaterra se industrializó y adquirió su puesto como potencia mundial. Se llegó al fortalecimiento de la clase media. El tiempo que duró su reinado es conocido como la era victoriana y suele definirse como una época profundamente conservadora y moralista. A pesar de que fue uno de los reinados más largos, solo superado por el de Isabel II no tuvo revoluciones internas.

Su nombre completo era Alejandrina Victoria; nació el 24 de mayo de 1819. Sus padres fueron Eduardo, duque de Kent (hijo del rey Jorge III) y la princesa María Luisa de Sajonia-Coburgo.

Su padre falleció en 1820 cuando ella apenas tenía un año de edad por lo que su crianza estuvo a cargo de su madre. Su madre se encargó de mantenerla vigilada constantemente con el fin de mantenerla alejada del ambiente de la corte. El año de la muerte de su padre, murió su abuelo, el rey Jorge III.

Como su padre era el cuarto hijo de Jorge III no subió al trono hasta la muerte de sus tíos Jorge IV y Guillermo IV. Sólo tenía dieciocho años cuando heredó el trono en 1837. La ceremonia a de coronación ocurrió el 28 de junio de 1838 en la abadía de Westminster.

La reina Victoria asumió el papel de reina en un tiempo en que el Reino Unido era una monarquía constitucional, por lo que su poder político real era casi inexistente; el papel principal de la realeza era presentarse como símbolos de soberanía y grandeza, ser representantes de los valores y la moral del reino. Sin embargo Victoria hizo lo posible porque su hacer no se limitara al de ser un objeto decorativo.

Lo primero que hizo al asumir el trono fue ordenar que su madre la dejara sola y encerrarse en su habitación durante una hora. Al salir ordenó que se dispusiera su habitación de manera que pudiera dormir sola (sin su madre).

Hasta ese momento el personaje político más importante era el vizconde de Melbourne, primer ministro. Su inteligencia y temperamento agradable permitieron que la reina confiara en él lo suficiente para dejar a su cargo la mayoría de las decisiones. El lord era liberal por lo que también lo eran ella y las damas de su corte.

El problema fue que el gabinete de lord Melbourne perdió la mayoría de las votaciones de la Cámara de los Comunes, por lo que decidió dimitir. La reine se horrorizó con la idea de trabar con Robert Peel, el representante de los conservadores (tory) pues sus modales eran inaceptables y se rehusó a aceptar el relevo. Fue así como Lord Melbourne recuperó su puesto.

El 10 de febrero de 1840 contrajo matrimonio con el príncipe Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha, de Alemania. El matrimonio había sido concertado con anterioridad por motivos políticos. Al conocerlo la reina se sintió honestamente complacida con su nuevo esposo, debido a la inteligencia, atractivo y amabilidad de este. Alberto tardó un poco en acostumbrase a su puesto como príncipe consorte y a modos de la aristocracia inglesa. Por suerte su inteligencia y el apoyo de la reina fueron suficiente para que estos obstáculos fueran saltados.

A partir del matrimonio, Alberto sustituyó a lord Melbourne como consejero y protector. Gracias a su apoyo, cuando lord Melbourne fue sustituido por Robert Peel la reina permaneció tranquila, en parte porque sabía que contaba con la ayuda de su esposo y también porque junto a Alberto descubrió que los ideales defendidos por los conservadores eran mucho más cercanos a ella que lo planteado por los liberales.

La pareja tuvo cuatro hijos y cinco hijas. En 1841 nació el príncipe de Gales, Eduardo VII, quien sucedería a Victoria. El gran número de descendientes que tuvieron permitió que su familia ocupara un lugar en casi todas las cortes reales e imperiales de Europa. Lo anterior explica que en determinado momento Victoria fuera llamada la abuela de Europa.

La reina Victoria consiguió restaurar la imagen de la corona debido a que estaba dispuesta a  respetar los mecanismos parlamentarios, incluso si estos se oponían a sus propios deseos.

A partir de 1856 la salud de Alberto comenzó de decaer y el 14 de diciembre de 1861 falleció. 1861 fue un año particularmente duro para la reina puesto que no sólo perdió a su esposo sino que poco antes, en marzo, tuvo que despedirse de su madre.

Desde ese momento el incansable trabajo de la reina le permitió alcanzar un reconocimiento internacional y aprecio del pueblo que ninguno de sus antecesores había disfrutado. Además, ayudó a dar los pasos hacia la Revolución Industrial, limitó el poder de la Cámara, es decir el último reducto nobiliario con poder político real, y aumentó considerablemente el respeto por la moral, tanto en el pueblo como en los miembros de la corte.

En 1877, fue coronada emperatriz de la India como símbolo del control del imperio que fue recuperado después de controlar la rebelión de los cipayos. La reina Victoria Murió el 22 de enero de 1901.