Políticos

Rafael Núñez

Biografía de Rafael Núñez

En un hogar de Cartagena de Indias el 28 de septiembre de 1825 nació un niño con el nombre Rafael Wenceslao Núñez Moledo, hoy conocido simplemente como Rafael Núñez. Éste niño fue frágil de salud y por tanto considerado no ideal, pero al llegar a los quince años decidió participar en la guerra civil de los Supremos en 1840. Por esta época, además, se graduó en leyes y comenzó a trabajar como periodista al colaborar con el diario La Democracia que con el título ya nos habla de una posición política, aunque no está de más decir que era considerado de corte liberal radical.

En 1851, Rafael Núñez se casó con Dolores Gallego, se cree que por conveniencia en vez de amor y con ella tuvo dos hijos mientras desarrollaba lo que sería una gran carrera política.

Comenzó a despuntar cuando fue nombrado senador por Panamá, en ese puesto comenzó a luchar contra los intereses individuales e intento conseguir la separación entre iglesia y Estado además de apoyar el nombramiento de gobernadores por voto popular, buscan así lo que proponía el nombre de su periódico, democracia. Después fue nombrado secretario de gobierno, de guerra y de hacienda. Cargos muy reconocidos en el gobierno. Más tarde ocupó el cargo de director de crédito público y junto a Tomás Cipriano de Mosquera pudo hacer las reformas que separaban a la iglesia del estado. Su vocación como político se combinó con un interés profundo por la escritura, evidente en su obra intelectual

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Su vida política dio un giro al enfocarse en la diplomacia pues lo llevó a visitar Europa donde conocería a otras mujeres y años después terminaría por casarse con una de ellas, Soledad Román Polanco. Así cuentan la historia en la biografía del banco de la república:

“Lo primero que hizo después de saludar a sus familiares y abrazar a su madre, fue tomar prestado un caballo para dirigirse a casa de Soledad Román en El Cabrero. Doña Soledad se acercaba ya a los 40 años y permanecía soltera. En su retiro de Liverpool, debió Rafael Núñez pensar que esa mujer distinguida, inteligente y fina, a quien había conocido y admirado en Cartagena cuando era adolescente, podría convertirse en compañera ideal de sus años de madurez. Después de haberse decretado, según las leyes vigentes, el divorcio de su primera esposa Dolores Gallego, Núñez contrajo matrimonio civil con doña Soledad, el 14 de julio de 1877, encontrándose ella en París y mediante poder otorgado por Núñez a su cuñado Eduardo Román para que le representara en la ceremonia”.

De Europa se supone que obtuvo una influencia por el positivismo spenceriano ya que con base a ello reflexionó sobre la crisis en Colombia y acuñó la frase: “Regeneración o catástrofe”. De ésta época quedó registrado su obra “Ensayos de crítica social” (1874) que presenta su postura frente a la vida nacional; es éste libro el que haría que después lo llamaran “Filósofo del Cabrero” o “el Máximo Reformador Político de Colombia”

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Al volver a Colombia tenía una nueva perspectiva o al menos una perspectiva más reforzada y por tanto, entre 1876 y 1878 lideró a los liberales independientes para llevar a cabo el movimiento de la Regeneración que se oponía al radicalismo. Con ésta ideología llegó a la presidencia de la república de 1880 a 1882 lo que caracterizó éste periodo pues Rafael Núñez se consagró en efectuar sus ideales. Por eso creó el Banco Nacional para intentar romper la dependencia que tenía el estado con instituciones privadas; anuló la libertad que los radicales les habían otorgado a las instituciones educativas para promover una elección de rectores por orden presidencial e instaurar reglamentos que prohibían la participación política de los estudiantes. Y así, extrañamente, sustituyo la burocracia liberal por una conservadora.

Y después de su administración volvió al poder una segunda vez entre 1883 y 1886, la cual fue afectada por la guerra civil que se desató el radicalismo al intentar derrotar a independistas y conservadores en Santander y Cundinamarca. Fue en medio de éstos hechos que Nuñez pronunció otra de sus famosas frases: “La Constitución de 1863 ha dejado de existir”. Y con esto fundó el partido nacional (que tenía más conservadores) y junto a Miguel Antonio Caro comenzó a crear una nueva constitución. Ésta nueva constitución eliminó el federalismo que era muy centralista y autoritario, aumentó el poder presidencial puesto que dependía de él los nombramientos de todas las autoridades de los departamentos y municipios, prolongó el periodo presidencial a seis años, utilizó la religión católica como cohesivo social nombrando a dios como fuente suprema e ignorando las otras religiones proclamó que la religión católica, apostólica y romana era la religión de la nación y de ella dependía la educación. Además de estas importantes reformas, limitó los derechos individuales, restableció la pena de muerte y restringió el sistema de votos.

Esto consagró la gloria de Rafael Núñez pues logró mantener una cierta “paz” a pesar de su autoritaria constitución y Núñez volvió a al poder otras dos veces, entre 1886 y 1888, y el último entre 1892 y 1898 que fue ejercido por Miguel Antonio Caro puesto que Núñez estaba en delicado estado de salud. Hay que decir que el liberalismo casi se extinguió y la rama conservadora tomó mucho poder durante todo ese tiempo.

Finalmente, se retiró en la casona del Cabrero con su esposa Soledad, no regresó a Bogotá y murió el 18 de septiembre de 1894.