Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte y Villaseñor, mejor conocido como el cura Hidalgo, o simplemente Miguel Hidalgo, fue un sacerdote revolucionario que se destacó por el acto del Grito de Dolores, el cual es considerado como el punto de partida que de la guerra de Independencia de México. Nació en Pénjamo (Hoy en día Guanajuato), México el 8 de mayo; fue hijo de Cristóbal Hidalgo y Costilla, y Ana María Gallaga.
Para el mes de junio del año 1765, Miguel Hidalgo y su hermano José Joaquín fueron enviados a estudiar al Colegio de San Nicolás Obispo, en Valladolid, capital de la provincia de Michoacán. Hidalgo estudió letras latinas, leyó a autores clásicos como Cicerón y Ovidio, y a otros como San Jerónimo y Virgilio.
Al cumplir 17 años, ya era profesor de filosofía y Teología, por lo que sus amigos y estudiantes lo apodaron “El Zorro”, debido a la astucia que tenía a la hora de resolver problemas. Gracias a la relación que tuvo con los trabajadores de la hacienda donde vivió su infancia, Hidalgo aprendió varias lenguas indígenas habladas en Nueva España, entre ellas la otomí, náhuatl y purépecha. Todos los conocimientos adquiridos, le permitieron a Miguel Hidalgo dar clases de latín y filosofía a la vez que desarrollaba sus estudios.
Tras culminar sus estudios, trabajó en su alma mater entre los años 1782 y 1792, realizando labores de tesorero y maestro, hasta que en el año 1788 se le dio el cargo de rector.
La invasión de Francia a España en el año 1808, causó la crisis política de 1808 en México, reconocida por el derrocamiento del virrey José de Iturrigaray a manos de los españoles. Cuando Andalucía cayó en manos de los franceses en 1810 toda España ya estaba en poder del ejército napoleónico. La Archidiócesis de Zaragoza, encargada de los temas religiosos en metrópoli, ordenó a los párrocos de todo el imperio predicar en contra de Napoleón, por lo que Miguel Hidalgo
Por otro lado, en Querétaro se gestionaba una conspiración organizada por el corregidor Miguel Domínguez y su esposa Josefa Ortiz de Domínguez, donde también participaban los militares Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Abasolo. Allende se encargó de convencer a Miguel Hidalgo para que se uniera a su movimiento, ya que el cura tenía contacto con personajes muy influyentes de todo el Bajío e incluso de la Nueva España, por lo que era considerado como un buen líder.
Después de aceptar participar en el grupo de Allende y comenzar a trabajar, El intendente de Guanajuato, Juan Antonio Riaño, dio la orden de investigar sobre aquellos rumores de la conspiración en contra del gobierno a la que pertenecía Hidalgo. El 11 de septiembre de 1810, se realizó un operativo en Querétaro con el objetivo de capturar a los responsables; en la redada se logró arrestar a Epigmenio González.
El 16 de septiembre de ese año, Allende comunicó a Miguel Hidalgo sobre la persecución que se les estaba haciendo, por lo que tomaron la decisión lanzarse a la lucha armada antes de que los españoles acabaran con sus planes. Ese mismo día, el cura Hidalgo convocó a la misa patronal del pueblo y dio el Grito de Dolores, con lo que empezó formalmente la lucha por la independencia de México.
Tiempo después, con un ejército de soldados, Hidalgo acompañado de Allende, Aldama y Abasolo comenzó la lucha. En pocos días entró sin ninguna resistencia en Celaya, donde fue proclamado como capitán general de los ejércitos sublevados.
Para el 28 de septiembre de 1810, el cura Hidalgo lideró la llamada Toma de la Alhóndiga de Granaditas, desatando una fuerte batalla. El ejército insurgente y los militares al mando de Allende y Aldama penetraron en la alhóndiga, donde mataron a todos los españoles que habían. El 17 de octubre, Miguel Hidalgo y su ejército entraron a la ciudad de Valladolid (Hoy en día Morelia) y tomaron parte del patrimonio del episcopado local. El 25 de octubre Toluca cayó en poder de los insurgentes.
El 30 de octubre, los insurgentes se enfrentaron a Torcuato Trujillo en la batalla del Monte de las Cruces. Lo siguiente era tomarse la Ciudad de México, Sin embargo, Miguel Hidalgo quiso evitar una masacre como la de Guanajuato, por lo que el 1 de noviembre envió a sus emisarios a negociar con el virrey Francisco Xavier Venegas. El 7 de noviembre, luego de la retirada, Hidalgo fue derrotado por el brigadier y capitán general de San Luis Potosí, Félix María Calleja, en la batalla de Aculco.
Tiempo después, Miguel Hidalgo y Allende se separaron para continuar con la lucha. Tras la separación, viajó a Valladolid, donde se dieron masacres de españoles y saqueos contra las propiedades de los peninsulares, situación que se repitió en Guadalajara, a donde el cura Hidalgo llegó el 22 de noviembre. El 8 de diciembre, Allende, Aldama y Jiménez se unieron a Hidalgo.
El 17 de enero d e 1811, Miguel Hidalgo
Miguel Hidalgo fue ejecutado el 31 de julio de 1811, con dos descargas de fusilería y dos tiros de gracia disparados a quemarropa contra su corazón que pusieron fin a su vida; tras haber muerto se le cortó la cabeza. Su cuerpo fue enterrado en la capilla de San Antonio del templo de San Francisco de Asís, en la ciudad de Chihuahua, y su cabeza fue llevada a Guanajuato y fue ubicada en la Alhóndiga de Granaditas.