Militar
Miguel Grau Seminario
Biografía de Miguel Grau Seminario
Miguel Grau Seminario (27 de julio de 1834- 8 de octubre de 1879). Marino y militar. Nació en San Miguel de Piura, Piura, Perú. Hijo del colombiano Juan Manuel Grau y Berrío y de Josefa Luisa Seminario y del Castillo. Su infancia transcurrió en la entonces pequeña ciudad de Piura. Luego se trasladó al puerto de Paita, allí empezó su interés por el mar, se embarcó, a muy temprana edad, en el bergantín granadino Tescua, al mando del capitán Manuel Herrera. Sentó plaza en la goleta Florita, del mismo capitán. Por más de diez años navegó por mares, islas y puertos muy distantes como Macao, Buenaventura, San Francisco, Hong Kong, las islas Marquesas, Shangai, Singapur, Londres, Burdeos, New York, Río de Janeiro, entre otros.
En agosto de 1853, Miguel Grau Seminario ingresó a la marina de Guerra, como guardiamarina, en ese momento tenía 20 años de edad; dos años después, gracias a su excelente desempeño, alcanzó el grado de alférez. Adquirió experiencia en las naves Rímac, Vigilante y Ucayali. Uno de sus anhelos era participar en un combate naval. En 1856 decidió abordar la fragata Apurímac, en la sublevación de Arica, encabezada por Lizandro Montero a favor del conservador Vivanco y en oposición del presidente Castilla y la Constitución liberal. Conquistada la rebelión, Grau fue marginado de la marina de Guerra. En este momento estaba casado con Dolores Cavero, con quien tuvo nueve hijos.
Ascendió a teniente segundo y el 4 de diciembre del mismo año a teniente primero, para pasar pocos meses después a capitán de corbeta. Tomó el rol de comandante, por dos años, de la nave mercante inglesa María Cristina, recorriendo los mares de China y la India, en busca de intercambios comerciales, hasta retornar a Lima en 1860. Su intención era volver a la marina, por ello, tuvo que acogerse a una ley de amnistía el 12 de septiembre de 1863. Estuvo al lado de Aurelio García y García en el Lerzaundi, fueron comisionados a Europa para la adquisición de barcos de guerra, ostentando ya el grado de teniente primero. En 1865 retornó al Perú y fue designado comandante de la corbeta Unión, participando en 1866 en el combate de Abtao, durante la guerra con España.
Miguel Grau Seminario participó en el combate naval de Abtao (7 de febrero de 1866), y siguió hacia el sur hasta los canales de Chile, para esperar las nuevas naves adquiridas en Inglaterra. Al producirse el nombramiento del marino norteamericano John Tucker para comandar una expedición de la escuadra peruana a Filipinas, Grau y un grupo de oficiales de la marina de Guerra expresaron su protesta presentando su renuncia, considerado aquel acto como rebelde y alevoso, siendo confinados a la isla de San Lorenzo. Permaneció allí hasta que, después de un largo juicio, salió absuelto.
Una vez libre, regresó en 1867 a la marina mercante, ejerciendo su profesión de marino en la actividad privada, estuvo el mando del vapor mercante Puno, propiedad de la Compañía Inglesa. A finales de 1867, tomó la responsabilidad, atendiendo al llamado de Diez Canseco, en calidad de comandante del monitor Huáscar. Próximamente fue ascendido a capitán de navío y el 19 de abril de 1873 a capitán de navío efectivo. Su trabajo impecable le había ganado popularidad, y también el nombramiento a comandante general de la escuadra de evoluciones. Por último, avanzó a comandante general de la Marina.
Durante el transcurso de su vida militar, fue diputado del puerto de Paita y también ocupó un cargo administrativo en la marina. Participó en las legislaturas de 1876 y 1878 como parte del Partido Civil; en ejercicio político como diputado creó algunas propuestas de ley, como el ascenso en la Armada según méritos, y la urgente reorganización del ministerio de Guerra y Marina.
En 1877, Miguel Grau Seminario se desempeñó como comandante general de la Marina, estuvieron permeados por una suerte de inestabilidad política y social, se produjo la captura del Huáscar por el caudillo Piérola. En días previos a la declaración de guerra de Chile a Perú se hace cargo nuevamente del Huáscar, a pesar de conocer las superioridades de las fuerzas chilenas por vía marítima, asumiendo la defensa del territorio peruano y aliándose con Bolivia.
Finalmente, en 1879 estalló la Guerra del Pacífico. En aquella contienda Perú y Bolivia se enfrentaron contra Chile por el control político y administrativo de los territorios situados al norte del desierto de Atacama. El primer gran escenario del conflicto fue el mar, y el primer combate el de Iquique. Chile contaba con una escuadra superior a la del Perú, y la flota de Bolivia era ilusoria. Cuando Chile declaró la guerra al Perú, Miguel Grau Seminario aceptó con valentía dirigir la primera división naval aun sabiendo de la superioridad chilena, en cuanto a número de barcos, cañones y espesor de blindaje, tripulación, en contraposición a las débil y poco armamento peruano.
El 26 del mismo mes, en el primer combate de Antofagasta, después de dar un duro golpe a las defensas portuarias, se retiró sin agredir a la población civil. El 8 de octubre de 1879, cuando el Huáscar retornaba de una de sus incursiones, se encontró en Punta Angamos con la escuadra enemiga; entre la espada y la pared decidió abrir fuego. Diez minutos después una granada lanzada por tropas enemigas cayó en la torre de comando, afectando la integridad del comandante Grau, su cuerpo quedó desmembrado. Sus restos, fueron repatriados el 15 de julio de 1890 y trasladados a la Cripta de los Héroes el 8 de setiembre de 1908, en una ceremonia póstuma y sentida. El 26 de octubre de 1946 en honor a su labor es ascendido al grado de almirante, en el ámbito político, conserva una curul permanente en el Congreso, como homenaje su labor política como diputado.