Biografía de Marc Bloch

Marc Bloch (6 de julio de 1886 – 16 de junio de 1944) historiador. Nació en Lyon, Francia. Precursor del enfoque económico y social de la historia. Uno de los intelectuales franceses más destacados de la primera mitad del siglo XX. Su familia era de origen judío, su padre, Gustave Bloch, fue un destacado historiador de la Antigüedad. Marc Bloch estudió en la École Normale Supérieure, cuando terminó la Primera Guerra Mundial se licenció con una tesis sobre historial medieval en la Universidad de Estrasburgo. Allí conoció a Lucien Febvre, ambos fundaron la prestigiosa revista Annales d’histoire économique et sociale, fue una importante herramienta para la introducción de los estudios de historia económica y social en Francia.

En 1936 Bloch fue catedrático en la Universidad de Sorbona, su labor fue muy importante porque sus planteamientos en el enfoque de la historia revolucionaron la visión de la Edad Media. Uno de los libros más significativos del francés fue Apología de la Historia. En adelante publicó: Reyes y siervos (1920), Los reyes taumaturgos (1924), Los caracteres originales de la historia rural francesa (1931) y La sociedad feudal (1939-1940).

Uno de los temas más particulares desarrollados por Bloch fue el carácter sobrenatural atribuido al rey, particularmente en Francia e Inglaterra. En este último libro aplicó por primera vez su método interdisciplinario, en este sentido combinó la investigación histórica con otras ciencias sociales (economía, sociología y psicología). Este método también fue incluido en su revista. Fue conferencista en Oslo, cuyo texto apareció un año después con el título de Los caracteres originales de la historia rural francesa, su obra es muy admirada porque revolucionó los estudios de historia económico-social. Lucien Febvre, fue uno de los intelectuales que más referenció este texto como un clásico de la historiografía francesa.

No era el primer estudio sobre la Francia agrícola, pero Bloch fue el primero en tratar las relaciones entre la técnica agrícola y los problemas sociales en una investigación de amplitud nacional. Durante su vida exploró cuidadosamente los archivos franceses, de modo que regaló grandes descubrimientos al avance de la historia y el robustecimiento de la disciplina histórica. Fue un gran teórico del feudalismo y esto se puede observar en los dos volúmenes: La sociedad feudal. Su investigación historiográfica de la era feudal se plantea como un esfuerzo por comprender aquel mundo tan distinto del nuestro, Bloch llega a resultados absolutamente nuevos. Adelantó una revisión de las interpretaciones influidas durante largo tiempo por los juicios y motivos del romanticismo.

Sus aportes son aun estudiados por los estudiantes de historia que comprenden que la Historia debe ocuparse de “los hombres en el tiempo”, no en el abstracto tiempo matemático sino en el tiempo de la historia, que tiene como atributos la continuidad orgánica y el cambio perpetuo. Por otro lado, la original individualidad e irrepetibilidad de todo acontecimiento histórico.

Bloch habla sobre los testimonios y los documentos arqueológicos, y como deben ser interrogados. Finalmente, insiste finalmente en la necesidad de que la historia se preocupe no de “juzgar” sino de “comprender”, palabra cargada de dificultades, pero también de esperanzas y, sobre todo, de amistad: porque la historia es:

“una vasta experiencia de las diferencias humanas, un coloquio prolongado con los hombres”.

Bloch se adhirió a la Resistencia y en 1942 fue detenido durante la ocupación alemana de Francia durante la Segunda Guerra Mundial. El 16 de junio de 1944 fue fusilado por la Gestapo debido a su origen hebreo. En 1946 se publicó póstumamente La extraña derrota, testimonio escrito en 1940, una reflexión sobre las causas de la derrota de Francia; y en 1949, Apología de la Historia o mester de historiador. En este último ensayo, Bloch pretendía presentar y profundizar críticamente en los problemas y dificultades que se plantean de continuo al historiador a lo largo de su trabajo.