Manuel Payno (21 de junio de 1810 – 5 de noviembre de 1894) escritor y máximo exponente de la novela costumbrista. Nació en Ciudad de México, México. Su padre fue Manuel Payno Bustamante González, fundador de la Aduana de Matamoros.
Cuando Payno culminó sus estudios de secundaria ocupó el cargo de meritorio en la aduana de su ciudad natal. En el año de 1842 fue nombrado secretario de la Delegación Mexicana en Sudamérica y fue enviado a Francia y luego a Inglaterra. Más tarde, el presidente Antonio López de Santa Anna le encargó estudiar todo sobre el sistema penitenciario estadounidense por lo que fue enviado a New York.
Fue el responsable de establecer el servicio secreto de correos entre México y Veracruz, e hizo parte de las tropas mexicanas contra las norteamericanas. José Joaquín de Herrera le encargó el puesto de ministro de Hacienda y aunque Herrera dejó su cargo y fue sustituido por Ignacio Comonfort, la importante labor de Payno le aseguró su puesto. Payno contribuyó al golpe de Estado de 1857, esto le trajo varias consecuencias negativas porque fue procesado y expulsado de la arena política.
Manuel Payno, alternó la política con sus dos pasiones: la poesía y el teatro, sus mayores producciones fueron novelísticas. En el campo literario su referente máximo fue José Joaquín Fernández de Lizardi, quien cultivó la narrativa costumbrista, aunque Payno no siguió su intención moralizante; sino más bien un deseo de entretener a sus lectores. Sus obras se caracterizan por sus peripecias y lances increíbles, e incluso en algunos introdujo factores fantásticos.
Un claro ejemplo de lo anterior es El fistol del diablo (1845-1846). También debemos mencionar que esta obra fue difundida con un método llamado edición por entregas (fue la primera obra que acudió a esta modalidad en México), también se inauguró el cultivo de la novela romántica, a la que aproximó al realismo. Su obra más importante es Los bandidos de Río Frío (1889-1891), escrita durante su residencia en España, se trata de la recreación del México de la primera mitad del siglo XIX. La intención del mexicano era escribir una novela naturalista.
También incursiono en la escritura de guiones para cine, aunque se le conoce sola una para una producción del género western. También escribió en el Ateneo mexicano, El año nuevo, Don Simplicio, El federalista y en la Revista científica y literaria de México. fue un hombre muy activo, por ello se destacó como impulsor del periodismo y colaboró activamente en el Museo mexicano, colaboró con cuentos y narraciones de viajes.
Otras obras
El hombre de la situación (1861)
Memorias sobre el matrimonio (1864)
El hombre rojo (1870)
Tardes nubladas (1871)