Lucio Cecilio Firmiano Lactancio (c. 245 – c. 325 d.C) fue un filósofo, escritor latino y apologista cristiano de origen norteafricano; uno de los fundadores de la Patrística dentro de la Iglesia Cristiana. Discípulo del maestro africano Arnobio, enseñó retorica en varias ciudades del imperio romano y habiéndose convertido al cristianismo, luchó contra el paganismo y la cultura grecorromana. Fue uno de los Padres de la Iglesia latina; el primero en realizar una síntesis de las principales enseñanzas del cristianismo. Destacan sus obras Divinae institutiones, De opificio Dei y De ira Dei.
Es muy poco lo que se conoce sobre la vida de Lactancio. Nació cerca de Cirta hacia el año 245, fue discípulo del maestro africano Arnobio y enseñó en varias ciudades del imperio romano, incluyendo Constantinopla. Sus logros hicieron que el emperador Diocleciano lo llamara a Numidia como profesor de retorica latina. Habiéndose convertido en cristiano, el primer edicto de Diocleciano provoco su despido en el año 303, cuando comenzó la persecución de los cristianos. Entonces comenzó escribir su primera obras en defensa del cristianismo, luchó contra el paganismo y criticó ciertos aspectos de la cultura grecorromana.
De acuerdo a Eusebio Hieronimo, tras su despido vivió en la pobreza dedicado a la escritura hasta que Constantino I lo reivindico. Constantino lo llamó a Tréveris como tutor de su hijo Crispo en el año 317.
Padre de la Iglesia, entre sus aportaciones más importantes están las Divinae institutiones (Divinas instituciones), obra compuesta en siete libros en la reúne toda la doctrina cristiana, sirviendo como manual y defensa del cristianismo. En la obra, Lactancio intenta demostrar la falsedad del politeísmo pagano luego de dar una detallada exposición del corpus cristiano. Esta obra representaría el primer intentó de síntesis de las principales enseñanzas del cristianismo
En el tratado De opificio Dei (Sobre la obra de Dios), intentó demostrar en contra de los epicúreos la existencia de la providencia divina, y en De ira Dei (Sobre la ira de Dios), sostiene la importancia de la ira como un componente necesario del carácter de Dios (en contra de los filósofos estoicos
También fue autor de De mortibus persecutorum (Sobre las muertes de los perseguidores), obra en la que habla de la ruina en la que habían caído los perseguidores de cristianos tras el Edicto de Milán (313).
Falleció en Tréveris cerca del año 320.