Biografía de Juana Azurduy

Juana Azurduy (12 de julio de 1780 – 25 de mayo de 1862) Heroína de la independencia del Alto Perú. Nació en Toroca, Intendencia de Potosí, Virreinato del Río de la Plata. Sus padres eran mestizos y murieron cuando era tan solo una niña. Así que, fue enviada a un convento de monjas. En el año de 1802 contrajo matrimonio con Manuel Ascencio Padilla, de esta unión nacieron cinco hijos. Tras la revolución independentista de Chuquisaca iniciada el 25 de mayo de 1809, Juana y su marido se alistaron en las filas de los ejércitos populares, creados tras la destitución del virrey y el futuro nombramiento de Juan Antonio Álvarez como gobernador del territorio. Así como Azurduy muchas mujeres se incorporaron a la milicia aportando al proceso libertador de su territorio.

Juana participó en la organización del escuadrón conocido como Los Leales, el cual se unió a las tropas enviadas desde Buenos Aires para liberar el Alto Perú. Durante el primer año de lucha, combatió en numerosas ocasiones; la reacción realista desde Perú no se hizo esperar. La Audiencia de Charcas quedó dividida en dos zonas, una controlada por la guerrilla y otra por los ejércitos leales al rey de España. El libertador de Manuel Belgrano quedó muy impresionado por el valor de Juana; a manera de reconocimiento, Belgrano le entregó su propia espada. Juana participó en la defensa de Tarabuco, La Laguna y Pomabamba.

Su intervención en la región de Villar merece una mención especial, estuvo a cargo de dicha región, muy estratégica, por cierto. Dicha zona fue objeto de los ataques realistas, pero Juana organizó una efectiva defensa y, en una audaz incursión, arrebató la bandera del regimiento al jefe de las fuerzas enemigas y dirigió la ocupación del Cerro de la Plata. En agosto de 1816, por esta acción y con los informes favorables de Belgrano, el gobierno de Buenos Aires decidió otorgar a Juana Azurduy el rango de teniente coronel de las milicias. La situación se complejizó cuando el general José de San Martín ordenó atacar Lima a través del Pacífico, esto generó graves consecuencias a nivel general, tanto que cuatro hijos del matrimonio murieron de hambre.

Poco tiempo después Juana quedó viuda, su marido fue dado de baja en la batalla de Villar (14 de septiembre de 1816). El cuerpo de su marido fue colgado por los realistas en el pueblo de la Laguna, y Juana, al poco tiempo, dio a luz a una niña. Luego, se unió a la guerrilla de Martín Miguel de Güemes, que operaba en el norte del Alto Perú. A la muerte de este caudillo se disolvió la guerrilla del norte, y Juana se trasladó a la región de Salta.

Tras la proclamación de la independencia de Bolivia en 1825, Juana Azurduy intentó exigirle al gobierno de la nueva nación le devolviera sus bienes para retornar a su lugar de origen, pero a pesar de su prestigio no consiguió una respuesta favorable de los dirigentes. Murió el 25 de mayo de 1862 en la provincia argentina de Jujuy a los ochenta años de edad, en la más completa miseria: fue enterrada en una fosa común. Sólo póstumamente se le reconocerían el valor y los servicios prestados al país. Aunque, existen otras versiones que indican que el gobierno si le dio una subvención realmente baja por el lapso de dos años y fue suspendida en el año de 1857 bajo el gobierno de José María Linares.