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Militar

José María Morelos

Biografía de José María Morelos
Dominio Público

Biografía de José María Morelos

José María Morelos y Pavón (30 de septiembre de 1765 – 22 de diciembre de 1815) sacerdote, militar insurgente y patriota, participó activamente en la Guerra de Independencia Mexicana entre 1811-1815. Nació en Valladolid, Virreinato de México.  Sus padres fueron José Manuel Morelos y Robles, ​carpintero indígena, su madre, Juana María Guadalupe Pérez-Pavón y Estrada, originaria de una población indígena llamada San Juan Bautista de Apaseo. Muchos afirman que el hecho de que José María haya nacido en la puerta de la Iglesia fue un hecho relevante para que en su juventud eligiera el camino sacerdotal.

Morelos estudió en la escuela del maestro José Antonio Pavón, su abuelo. Luego de la separación de sus padres, Morelos quien se quedó con su madre y otros hermanos tuvieron que experimentar una complicada situación económica. Por ello, José María tuvo que trabajar en la hacienda Tahuejo de su tío paterno, Felipe Morelos Ortuño, ubicada en el actual Municipio de Parácuaro, Michoacán, región de Apatzingán. Luego de varios años, su padre retornó al hogar y le enseñó a Morelos el oficio de la carpintería. Morelos trabajó en ello, también como arriero y vaquero. Se instruyó en agricultura y ganadería. Cuando Morelos fue arriero realizó varios viajes a la Ciudad de México.

En esos años, Morelos se dedicó a estudiar gramática, influenciado por su madre. En 1789, y tras diez años de labores en el campo, Morelos regresó a Valladolid, para asistir al entierro de su padre. Como su madre se quedó sola Morelos decidió regresar con ella. Cuando cumplió 25 años; en 1790, ante el ruego de su madre, ingresó a la carrera eclesiástica, en Valladolid asistió al colegio de San Nicolás. Allí conoció a Miguel Hidalgo y Costilla, rector del colegio. Estudió gramática y latín. Posteriormente, recibió instrucción en retórica y filosofía.

En abril de 1796 aceptó una oferta del cura de Uruapan para enseñar gramática y retórica a los niños de la localidad. Años después fue promovido al sacerdocio, obtuvo la licencia para celebrar misa, oír confesiones, predicó en Uruapan y en los curatos vecinos.  Estuvo en varias parroquias durante su periodo sacerdotal. En estas travesías de la fe se dio cuenta de la compleja situación en la que vivían los habitantes. En 1807, Morelos sentía una gran frustración por tal situación y empezó a empaparse de la causa independentista. El Grito de Dolores fue el suceso que motivo a Morelos para iniciar su apoyo a la independencia.

José María Morelos decidió visitar a Hidalgo, su intención era ayudar a la causa desde su oficio de capellán, pero Hidalgo lo convenció de que aceptara una misión mayor: marchar a la costa del sur, reunir tropas y tomar el puerto de Acapulco. El 25 de octubre, acompañado de una veintena de voluntarios mal armados, Morelos partió en calidad de lugarteniente de Hidalgo. Durante cinco años, Morelos fue capaz de desarrollar cuatro campañas militares, fue autor de una obra política, doctrinal y administrativa en la que se recoge su pensamiento: avanzado, innovador y cargado de sentido popular y social. Se dice que fue una persona con gran estrategia militar, despiadado y cruel en algunos casos.

Entre 1810 a 1811, organizó y construyó un cuerpo de tropas disciplinado y bien armado, con el que intentó sin éxito la ocupación de Acapulco en febrero de 1811. Luego preparó el asalto a Chilpancingo y la toma de Tixtla. En el curso de esta campaña se le unieron los hermanos Miguel y Víctor Bravo, también contó con la colaboración del estadounidense Peter Ellis Bean, que fabricó gran cantidad de pólvora para las tropas insurgentes. Desgraciadamente, en junio de 1811 fueron ejecutados Miguel Hidalgo y sus principales ayudantes.

Morelos defendió la postura de acatar la autoridad del rey español Fernando VII (en ese momento prisionero de Napoleón), logró ganarse el apoyo y la simpatía de los intelectuales y hacendados criollos que deseaban establecer un sistema de Juntas similar al implantado en las provincias de España. En la ciudad de México se inició, en este tiempo, la formación de una sociedad secreta llamada Los Guadalupes.

Llevo a cabo su segunda campaña, tras unos meses dedicados a la reorganización y preparación de sus huestes. Una vez tomado Tlapa reunió a todas sus fuerzas en Chiautla para establecer una nueva estrategia: uno al mando de Miguel Bravo, el segundo dirigido por Hermenegildo Galeana; y el tercero, bajo la dirección del propio Morelos, que avanzaría hacia el norte y entraría en Izúcar sin combatir el 12 de diciembre, para atacar Tenango y Tenancingo, antes de llegar a Cuautla. Durante la guerra sufrieron los ataques de los realistas por la espalda, el agotamiento de los víveres, la falta de agua y el acoso de las epidemias, que diezmaron los efectivos de Morelos y le obligaron a organizar una salida arriesgada, que culminó con notable éxito.

Entre 1812 a agosto de 1813, inició la tercera campaña de Morelos; fue la de mayor actividad y de más rotundo éxito. Durante algunos meses dominó el eje Chiautla-Tehuacán, llevó a cabo diversas acciones contra las fuerzas realistas y trató de impedir las comunicaciones entre la capital y el puerto de Veracruz. Con el apoyo de Mariano Matamoros y Miguel Bravo, logró derrotar a las tropas del general español González Saravia. La brillante victoria en Oaxaca aumentó la moral de los insurgentes, y el prestigio personal de Morelos.

Luego logró la conquista de Acapulco. En la ciudad de Oaxaca, en el año 1813, se publicó, por iniciativa de Morelos, el periódico insurgente Correo Americano del Sur. Convocó un congreso nacional de representantes provinciales, como respuesta a las iniciativas de López Rayón. Ante tal situación, redactó el texto conocido como Sentimientos de la Nación, que sirvió de base para la redacción de las proclamas de Chilpancingo; redactadas por Carlos María Bustamante, fiel seguidor de Morelos. El sacerdote formuló un plan de gobierno compuesto de 59 artículos, prácticamente un proyecto de Constitución.

Su última campaña se desarrolló a fines de 1813 y finalizó con su caída en Tesmalaca, en noviembre de 1815. Deseoso de conquistar Valladolid, Morelos decidió su asalto, llegando a sitiarla a partir del 22 de diciembre de 1813. Pero los realistas, obligaron a Morelos a retirarse en confusa desbandada, lo que diezmó y desalentó a sus seguidores. Con lo anterior se iniciaba la decadencia militar y política del líder insurgente.  El 22 de octubre de 1814 luego de los constantes ataques liderados por el realista Félix María Calleja, Morelos renunció al poder ejecutivo y dejó de ejercer mando militar alguno, excepto el de las tropas de su escolta.

A mediados de 1814 un destacamento realista al mando del coronel Manuel de la Concha cayó sobre el convoy y aprehendió a Morelos. Conducido a la ciudad de México, el 22 de noviembre de 1815 fue sometido a uno de los juicios, ya que las autoridades militar, eclesiástica y civil se disputaron el derecho a condenarlo. El temible tribunal de la Inquisición, lo incriminó por abandono de las doctrinas de la Iglesia y la adopción de herejías de autores malignos. La declaración de Morelos ante el tribunal, constituye una de las fuentes de información más valiosas para la historia de la independencia. Fue fusilado el 22 de diciembre de 1815.