Independencia de la Argentina (1810 – 9 de julio de 1816) este proceso independentista inició con la creación de las juntas de autogobierno de Buenos Aires y terminó claramente con la declaración de independencia del territorio del antiguo virreinato del Río de la Plata ante la monarquía española, cambiando su nombre al de Provincias Unidas del Río de la Plata. Para que este proceso fuera materializado se dio varios eventos preliminarmente. Los británicos siempre estuvieron interesados en esta zona debido a su importante puerto marítimo.
En ese sentido, el 27 de junio de 1806, una flota del Almirante inglés Home Riggs Popham, y el general William Carr Beresford atacaron la capital rioplatense desembarcando en Quilmes. Los criollos mostraron una defensa tajante de su territorio, esto es asumido por la historiografía argentina como una prueba de la formación de una identidad nacional propia. Por el contrario, el virrey Rafael de Sobremonte decidió huir antes este asalto llevándose el Tesoro Real. Este acto dejo a los funcionarios españoles en muy mala posición. Esto fue tomado como la excusa que los alborotadores revolucionarios necesitaron para generar un clima de animadversión entre el pueblo bonaerense hacia las autoridades virreinales.
Los criollos y soldados ingleses lograron recuperar el tesoro, que fue escondido por el virrey en el cabildo de Luján. Lograron conseguir parte del tesoro que fue enviado a Londres para ser ingresado en el Banco de Londres. A partir de ahí, el expolio británico de la América Española había empezado y ello conduciría a la ruina a todas sus regiones. Posteriormente, Sobremonte trató de organizar mediocremente la reconquista de la ciudad y montó un ejército de más de 3000 hombres, asimismo Santiago de Liniers la preparó desde Montevideo, con el apoyo del gobernador Pascual Ruiz Huidobro, ellos incursionaron desde Colonia del Sacramento. En agosto de 1806 las tropas de Liniers lograron imponerse sobre los ingleses en el Fuerte de Buenos Aires.
Pero este acto fue rechazad por los criollos. Como respuesta, el virrey fue depuesto por una autoridad civil, esto fue un auténtico golpe de estado, aquí tuvieron participación las Logias Masónicas creadas por los británicos durante su estancia en Buenos Aires. Ante esta situación, el virrey decidió esperar a la decisión del Rey y marchó a Montevideo. Meses después, los ingleses volvieron a atacar desde Montevideo, ciudad que bombardearon y tomaron al asalto el 3 de febrero por el general inglés Samuel Auchmuty. Iniciaron su marcha y en Miserere derrotaron a las tropas de Santiago de Liniers.
Los ingleses llegaron hasta las puertas de la ciudad pero el pueblo de Buenos Aires desde sus casas les arrojaba aceite y agua hirviendo y cualquier objeto contundente. Sin poder imponerse, los ingleses aceptaron un armisticio el 6 de julio, así que, se retiraron tanto de Buenos Aires como de Colonia del Sacramento y Montevideo.
La Junta Suprema Central de Sevilla envió un nuevo virrey, Baltasar Hidalgo de Cisneros, que expulsó a Liniers a Mendoza, se estableció en Córdoba. Durante su gobierno, iniciaron las actividades revolucionarias de las logias masónicas que desembocaron en los primeros disturbios de la revolución de mayo, más conocido como la llamada “Semana de Mayo” de 1810. Los revolucionarios lograron convocar un cabildo abierto. El 22 de mayo en ese cabildo, liberales-masones, depusieron al virrey y crearon una Junta Provisional Gubernativa presidida por el mismo.
Realmente los revolucionarios pretendían ganar más, el 25 de mayo en la Plaza iniciaron una movilización popular con la intención de imponer y exigir que se cumpliera una petición llamada la “Petición del Pueblo” con esta se presionó al cabildo abierto para exigir la formación de una nueva junta llamada Junta Provisional Gubernativa de las Provincias del Río de la Plata creada en nombre del Señor Don Fernando VII. Los líderes de este proceso fueron el masón Cornelio de Saavedra y los masones Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Manuel Alberti, Domingo Matheu y Juan Larrea y como secretarios Juan José Paso y Mariano Moreno.
La revolución ya se veía venir. Se enviaron circulares a las ciudades del interior para que enviasen representantes a la Junta, se exigió un juramento de obediencia a los funcionarios de otras instituciones y empezó la conformación de un ejército de la revolución a partir del Regimiento de Patricios, esto tuvo gran importancia en los enfrentamientos posteriores. Las primeras operaciones de este ejército fueron contra Córdoba, además lograron la victoria en la batalla de Suipacha.
Luego, se incorporaron a la Junta diputados miembros desde el interior formándose la Junta Grande, a partir de ahí ya se encontraban representadas todas las provincias rioplatenses. Los españoles decidieron atacar y tras varias derrotas militares y el ataque de Buenos Aires por parte de la escuadra española de Montevideo. La Junta fue duramente criticada por considerarla ineficaz en sus decisiones culpándola de las derrotas militares. Por ello fue sustituida por el Primer Triunvirato (1811-1812) para quitar poder a las provincias y devolverle el peso al centralismo porteño.
El ejército realista del Alto Perú logró reconquistar algunas regiones del norte argentino y desde Buenos Aires se ordenó al ejército de Belgrano retroceder hasta Córdoba. Belgrano decidió hacer caso omiso y se enfrentó a los realistas logrando la victoria de la batalla de Tucumán. El 31 de enero de 1813 se constituyó la Asamblea General Constituyente y Soberana del Año 1813 aquí no participaron los diputados de la Banda Oriental, porque estos querían implementar una postura federalista rechazada en Buenos Aires.
Se desató una guerra civil entre federalistas y centralistas. Para solucionar esto se convocó el Congreso de Tucumán (24 de marzo de 1816) en este congreso se creó un punto de encuentro entre los dos bandos enfrentados y llegaron a la implementación y declaración de la independencia. Esta se dio formalmente con la firma en la Declaración de Independencia de las Provincias Unidas de Sud América el 9 de julio de 1816.