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Militar

Ignacio Allende

Biografía
Ramón Pérez [Public domain], via Wikimedia Commons

Biografía de Ignacio Allende

Ignacio María de Allende y Unzaga (21 de enero de 1769 – 26 de junio de 1811) militar y promotor del movimiento de Independencia de México, fue Capitán de las milicias novohispanas. Nació en San Miguel de Allende, México, Nueva España. Su padre, Domingo Narciso de Allende y Ayerdy, fue un acaudalado comerciante, y su madre, María Ana de Unzaga, se dedicó a las labores del hogar. Allende logró gozar de una buena posición social y económica. Desde temprana edad estuvo al tanto de los levantamientos y de las proclamaciones independentistas.

Por ello, en el año 1802 se incorporó al ejército virreinal de la Nueva España bajo las órdenes de Félix María Calleja, su desempeño fue muy bueno y por tanto logró ascender. Desde la primera etapa de la Independencia fue de los más destacados protagonistas, abonando el terreno para consolidar el proyecto de independencia de México. Miguel Hidalgo, se encontraba al mando, pero en varias ocasiones estuvo carente de estrategias, por lo que tuvieron que asumir una serie de derrotas, debido a esto Allende asumió el mando de las huestes insurgentes cuando la sublevación se encontraba prácticamente aplastada.

Ignacio Allende tenía varias habilidades: era diestro en las artes de la caballería y de carácter fuerte. En el ejército recibió una sólida formación y obtuvo el grado de capitán en 1797. En el cantón de Jalapa, en dicho lugar, Ignacio Allende conoció a otros criollos con los que tuvo la oportunidad de intercambiar ideales políticos. Todos abrazaban la idea de que era necesario un cambio en las estructuras de poder, el descontento contra el Gobierno español era notable. Mientras planeaban las estrategias insurgentes el Gobierno virreinal descubrió una gran conspiración en Valladolid e intentó destruir el movimiento independentista.

La labor de Allende en este punto es muy importante porque logró crear contacto con una ramificación importante en Querétaro, en la casa del corregidor Miguel Domínguez y su esposa, Josefa Ortiz. Pero, después de un tiempo, el oficial Joaquín Arias, descubrió la conspiración. Ignacio Allende fue avisado oportunamente y pudo advertir a sus colegas, el cura de Dolores Miguel Hidalgo y Costilla, decidió adelantar la rebelión. En la madrugada del 16 de septiembre de 1810 se convocó a todo el pueblo a toque de campana para tomar las armas. Una gran masa de criollos e indígenas marcharon hacia San Miguel, y en Atotonilco el cura Hidalgo adoptó el estandarte con la Virgen de Guadalupe como insignia.

Inició la confrontación, y el 28 de septiembre las tropas insurgentes se tomaron Guanajuato, defendido por el intendente realista Antonio Riaño. En Guanajuato los insurgentes asaltaron cruelmente la alhóndiga de Granaditas y asesinaron sin piedad a los españoles y a sus familias. Ello causó una fuerte discusión entre Hidalgo y Allende, al final se enemistaron. Por fortuna, se les unieron más rebeldes en la ciudad de Valladolid, tomada el 17 de octubre, surgió un fuerte enfrentamiento con el ejército realista en el Monte de las Cruces del que lograron salir victoriosos.

Hidalgo y Allende tenían ciertas diferencias en el sentido táctico de la guerra, el primero propugnó una guerra de guerrillas y el segundo una guerra militar. Ahora bien, Ignacio Allende propuso entonces ocupar la ciudad de México; pero, Hidalgo decidió declinar ante la idea de otra matanza. En Aculco los esperaban las tropas realistas de Félix Calleja y Manuel Flon, por las que fueron derrotados, esto generó un gran conflicto entre los dos líderes. Allende realizó un fuerte en Guanajuato, aunque se vio obligado a dejar la ciudad el 25 de noviembre a causa del asedio del virrey Calleja.

Posteriormente, surgió otro enfrentamiento con los realistas en el Puente de Calderón, específicamente el 17 de enero de 1811, en donde los perjudicados fueron otra vez los insurgentes. Ordenaron a sus tropas refugiarse en una hacienda, a Hidalgo se le retiró el mando y el ejército quedó divido; una parte se fue con Ignacio López Rayón al frente, hacia Michoacán; el otro partió hacia el norte de la cabeza de Ignacio Allende y Miguel Hidalgo para buscar apoyo de los Estados Unidos. Pero en Acatita de Baján, Coahuila, fueron aprehendidos de manera inesperada por Ignacio Elizondo. Luego de un tiempo de prisión, fueron sometidos a juicio y se dictaminó el fusilamiento de Allende junto con Ignacio Aldama y Mariano Jiménez.

Luego de ser fusilados sus restos fueron expuestos por toda la plaza, su cabeza fue colgada en la esquina de Alhóndiga de Granaditas, luego fueron enterrados en la columna de la Independencia en la ciudad de México. Definitivamente, lo que hizo este mexicano independentista fue necesario para proclamar la Independencia oficial: creó una junta en San Miguel para impulsar la independencia, planeó una rebelión para liberar el pueblo, organizó las diferentes formas de defensa, fabricó algunas armas y pólvora. Luchó en las primeras juntas secretas. Por ende, es considerado un mártir que quería liberar al pueblo del yugo español.

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